Senderos de violencia
Sinopsis de la película
Las cruentas batallas entre indios y colonos se suceden en el medio Oeste. Estas constantes luchas llevan a algunos blancos a ser considerados cómplices de los indios, como en el caso de Kirby Randolph y Sam Beekman, a quienes se les relaciona con las prácticas ilegales llevadas a cabo por la tribu de los Kiowa liderada por Satank. Pero la realidad es bien diferente, ya que Kirby siempre se ha mostrado hostil ante Satank, a quien considera el responsable del asalto de una caravana de colonos que el primero conducía. Semejante situación está a punto de reproducirse, pero con Aurelie St. Clair y su socio Jess Griswold como protagonistas que siguen las pista de un arsenal de armas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Santa Fe Passage
- Año: 1955
- Duración: 91
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Opinión de la crítica
5.1
99 valoraciones en total
Sencillo, prometedor, interesante, misterioso, polvoriento, salvaje, previsible, irregular, pasajero, emocionante, precipitado y ajustado western tradicional, que a partir de una premisa básica, desarrolla una trama de aventuras en la que hay espacio para variadas e intensos enfrentamientos.
Los responsables de la película hacen lo que pueden con lo que tienen y confeccionan una historia de honor, amor, engaño y venganza, en la que no se consigue potenciar mucho el misterio, al caer en los tópicos tradicionales del género.
Los responsables del proyecto, sacan el máximo partido de la belleza de un territorio salvaje y hostil, en el que dejan espacio para la tradicional historia de honor, amistad y amor que rompe esquemas raciales.
Senderos de violencia, queda como un claro ejemplo western tradicional, lleno de enfrentamientos y aventuras personales que sin ser una maravilla, deja buenas sensaciones.
La película es básicamente una sucesión de idas y venidas de una caravana de carretas y caballos, que transportan una carga algo secreta.
Entre que van y que vienen tenemos ataques de indios sanguinarios, peleas variadas entre buenos y malos y personajes con poco cerebro que son sacados de un torpe y mediocre guión, fruto de una época en que todo era licito y el espectador se tragaba las secuencias más ilógicas y peregrinas con la boca abierta de admiración, más el paso del tiempo ha convertido este western en un fósil. La falta de carisma del protagonista John Payne, agrava la cinta.
El film se va desarrollando de manera, simple, torpe y carente de interés. También tiene elementos positivos, el encanto de visualizar una película de los años 50 y una gran estampida de caballos salvajes, que es lo mejor de largo, de toda la película.
Conclusión: Western menor, un 5 y soy muy generosso
Western de caravanas y de mestizaje. Kirby Randolph (Payne) y Sam Beekman (Pickens) son dos conductores de caravanas que hacen la ruta hacia Santa Fe que tienen un mal lance con el jefe kiowa Santank (Keymas). Como su propio nombre parece indicar, el indio hace una escabechina en una de las que conducían nuestros personajes. Con ese currículum nadie quiere contratarlos de nuevo. ¿Nadie? Si, al final lo hace Jess Griswold (Cameron), en el doblaje hispano D. Pedro Armijo, un español que va acompañado de su socia y amiga Aurelie St. Clair (Domergue) y de una extraña india algo malencarada pero que tiene las ideas claras (Tedrow). Transportan rifles con un destinatario que no queda muy claro.
Ya tenemos el planteamiento con el triángulo amoroso clásico y es fácil hacerse una idea del desenlace, porque el guion es de lo más plano y falto de imaginación. Lo mismo que la realización, con escenas nocturnas casi fundidas en negro, el color, la música o las interpretaciones. Todo muy flojo. Como de costumbre Payne inexpresivo y tieso como un palo, gracias al siempre efectivo secundario Pickens que mantiene el tipo.
Tampoco nos ha gustado el desarrollo de las personalidades, cambiantes y volubles sobre la marcha. Extrañamente el protagonista principal Kirby se muestra desde el principio como un consumado racista contrario a los indios y, todavía más, a los mestizos. Cuando se entera que Aurelie lo es le cuesta un poco dar su brazo a torcer, pero lo da. Sin duda el personaje más interesante es el de la extraña india que los acompaña, sus buenos conocimientos médicos le permitirán curar y extraer la punta de una flecha a base de whisky por fuera como antiséptico y por dentro como anestésico. El cuchillo pasado por el fuego y las buenas manos hacen el resto con un pequeño vendaje.
El hecho de estar rodada íntegramente en exteriores nos permite apreciar buenos paisajes, las típicas escenas caravaneras, una estampida de caballos y, sobre todo, excelentes especialistas. Al menos por todo esto se puede echar un rato viendo esta modesta cinta de los 50.