Monte Walsh
Sinopsis de la película
Adaptación de una novela de Jack Schaefer, con la que el director de fotografía norteamericano William A. Fraker llevó a cabo su debut como realizador. Monte Walsh es un melancólico Western, de tono elegíaco, protagonizado por Lee Marvin, que encarna a un vaquero en la época en que éstos ya se extinguían, cuya vida se basa en su trabajo, en su amistad con su compañero (Jack Palance, por una vez en un papel que no es de villano) y su historia de amor con una prostituta francesa (Jeanne Moreau). Sin embargo, para su desgracia, su existencia parece truncarse por una serie de acontecimientos. (http://www.harmonicacinema.com/)
Detalles de la película
- Titulo Original: Monty Walsh (Monte Walsh) aka
- Año: 1970
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
6.5
51 valoraciones en total
El western crepuscular estaba de moda durante la década de los 60 y 70, directores clásicos lo abordaron con lirismo poético, (Los valientes andan solos) de David Miller, (El hombre que mató a Liberty Valance) de J. Ford, , (El último atardecer) de R. Aldrich, así como directores jóvenes aportaban su visión personal de un universo en descomposición, (Grupo salvaje) de Peckinpah, (Pequeño gran hombre) de Arthur Penn, (Soldado azul) de Ralph Nelson. Ésta es la primera de las tres películas filmadas por el operador de fotografía William A. Fraker, Monte Walsh es uno de los exponentes más perdurables de ese popular subgénero del western. Sus títulos de crédito muestran unos grabados antiguos del Oeste, ilustrados con una épica banda sonora del maravilloso John Barry que también depara una puntual música intimista. Sus protagonistas son seres que se encuentran más cerca de la irremisible madurez y se niegan a aceptar que los tiempos cambian para erradicar ancestrales costumbres.
El mundo que les ha tocado vivir pertenece ya al pasado, por lo que el film se convierte en añoranza por los buenos tiempos, momentos cargados de desesperanza y melancolía, ranchos que van despidiendo paulatinamente a sus cowboys (ver spoiler). Fraker filma desde una puesta en escena muy clásica, reflexiva e intimista, su narrativa es honda y pausada con excelentes momentos de lirismo y otros en los que se acerca a la comedia costumbrista, pero siempre desde la tristeza del final de una época. Se trata de una elegía sobre el mundo del cowboy incrustado en el medio natural , elogiando valores como la amistad, la camaradería, la nobleza, el trabajo duro y la brutalidad para resolver las diferentes opiniones encontradas. Todo ello son elementos característicos que ya hemos visto en otros films, pero que aquí lo que priva es la serenidad con que lo aborda, huyendo de efectismos y grandes dosis de violencia, si exceptuamos ese duelo salvaje entre Monty (un vaquero de rostro pétreo al que la edad y las vivencias marcan su rictus) y ese caballo rebelde que se resiste, se niega a ser domado, y por el que seguramente este film será siempre recordado.
Monte Walsh pertenece a esos films que dejan paso a vaqueros cansados, nostálgicos, rebeldes, desencantados, sucios (adiós a aquellos vaqueros impolutos), resignados, acabados o atormentados… Todos están abocados a dar paso a la civilización y a desaparecer. La trama adquiere su mayor calidez en la segunda mitad del film, mientras van desapareciendo esos iconos del viejo oeste, cuando la ciudad y el asfalto van ganando terreno a la tierra y el polvo del camino, cuando ese aura fatalista y triste impregna la pantalla ancha, formato que Fraquer aprovecha muy bien para mostrarnos los momentos más oscuros y pesimistas de unos seres sin futuro, pero que para Monty, un luchador infatigable como el lobo que frecuenta los montes, al que el vaquero no quiere disparar, igual que ese lobo solitario, él se resiste a desaparecer.
Parece mentira que, a día de hoy, nadie en FA haya reparado en este hermoso y olvidado film, ni que ningún usuario haya llamado la atención sobre él. Se trata de la primera película dirigida por el extraordinario operador William Fraker (suya es la fotografía, entre otras, de La semilla del diablo, Bullitt, Buscando al señor Goodbar y Le leyenda de la ciudad sin nombre). Dirigió además la interesante Un reflejo de miedo, y la fallida pero no desdeñable La leyenda del Llanero Solitario. Monte Walsh es un western crepuscular que narra con sobriedad y parsimonia las andanzas de unos vaqueros en los estertores finales del viejo este. Los rancheros ya no ganan dinero como antes, y han de recortar gastos y proceder a despidos (¿os suena?). Mientras su amigo Chet, interpretado por Jack Palancas, eficaz como siempre, se establece como tendero, Monte es incapaz de adaptarse a los nuevos tiempos, ni siquiera por el amor de la hermosa Martine (Jeanne Moreau, tan atractiva como siempre). La interpretación de Lee Marvin es simplemente impresionante. Su química con Moreau es excelente, dado que iniciaron una relación durante el rodaje de la película (la extraña pareja, ¿um?). David Walsh ilumina la cinta como lo habría hecho Fraker, y John Barry nos ofrece otra banda sonora maravillosa e inolvidable, en la que aporta una precioso tema central interpretado por Mama Cass. ¿A qué esperáis para incorporarla a nuestra web favorita?
Bien, eso lo escribí ayer, y hoy he obtenido mi recompensa. Gracias en nombre de todos los fans.
Atípica película del oeste que trata la vida del vaquero cuando entra en crisis esta profesión, donde algunos tienen que optar por buscar una segunda actividad, subsistir o continuar como sea en un oficio en decadencia. Aquí no existe jubilación ni paro.
Me faltó bien una mejor interpretación si nos decantamos por la sensibilidad especial que denotan algunas escenas de esta película, o bien un poco más de suspense en las escenas de acción.
Una interesante descripción de la profesión de vaquero.
A una película como Monte Walsh le viene como anillo al dedo el adjetivo de crepuscular. Como aquí, cuando el protagonista ya no es ningún héroe y se dedica a buscarse la vida, a seguir su camino haciendo lo que siempre ha hecho, que es dedicarse a las vacas, a los establos y a la doma de caballos, entonces Lee Marvin, que es de quien estoy hablando, se convierte en un triste elemento más de un lejano oeste en decadencia. No quiero entrar en equívocos, Monte Walsh no es sólo una película dramática enmarcada en el oeste, hay tiempo para echar unas risas con el cocinero del rancho y sobre todo para comprender el significado de la verdadera amistad.
Me gusta la simplicidad del personaje que interpreta Lee Marvin, me encanta que una vez desatada la ira no haya nada que lo detenga. Es un hombre de pocas luces, de acuerdo, pero tiene las ideas claras y no hay nadie como él para domar caballos. Francamente, Lee Marvin salva la película y la eleva al lugar que ocupa con total merecimiento. De hecho, estoy seguro que me quedo corto calificándola (malditas estrellitas): vale más de lo que yo diga.
Cuando sobre el oeste ya se ha dicho todo y toca reinventarse, William A. Fraker decide contarnos la vida y alrededores de un personaje con muchísimo atractivo. Ya no se gana dinero con el ganado. Ser vaquero supone tener muchos números de no tener trabajo, pasar hambre, volverse vil… La creación de Monte Walsh no es casualidad, su director sabía bien lo que hacía y la verdad, es una película que todo seguidor del género no debería perderse.
Película del Oeste de muy finales de los sesenta ( se estrenó en 1970, último año esa decada, los setenta empezaron el 1 de enero de 1971), cuando este género entraba en declive, para ya no volver a resurgir, excepto en contadas ocasiones, hasta nuestros días, en los que parece que vuelve a tener interés para la industria del celuloide.
Nos narra las andanzas de un vaquero empleado en un rancho de Wyoming, probablemente a finales del siglo XIX (no se especifica la fecha) que ve como lo que ha sido siempre su medio de vida tiende a desaparecer. Cada vez hay menos trabajo para los que se ganan la vida arreando vacas .
Como curiosidad (y en mi opinión, logro del director), aunque el trasfondo está muy claro (el final de los cowboys ), no se apuntan directamente las causas. No vemos industrias, ni al ferrocarril ( si vemos los raíles), ni por supuesto automóviles, aunque alguno debía de haber ya). Si vemos escenas habituales en la vida de estos hombres, algunas muy logradas, como la doma de un caballo casi salvaje en mitad de un pueblo, y el destrozo que causa. Algunos tienen suerte y se suben a un tren que pasa por sus vidas (dejando atrás el ganado para convertirse en tenderos, por ejemplo), otros optan por la delincuencia ante la falta de horizontes.
En suma, una película curiosa que se deja ver. Si te gusta el género (el Viejo, entrañable y Lejano Oeste), te gustará, o cuando menos te entretendrá.
Lo mejor: el trabajo de los actores.
– Lee Marvin: sostiene la película. Una gran actuación.
– Jeanne Moreau: de una belleza que asusta. Guapa no, lo siguiente.
– Jack Palance: un buen actor que hace un buen papel.
– El resto del reparto: bien todos.