La ruta de Denver
Sinopsis de la película
Bill y Sam son dos hermanos muy diferentes. Bill decide separarse de Sam y emprende un viaje a Denver, en donde encuentra trabajo como conductor de una diligencia. Por su parte, Sam entra en contacto con un maleante, dueño de un salón. Ambos acabarán en lados opuestos de la ley, y el enfrentamiento será inevitable.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Road to Denver
- Año: 1955
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
5.4
89 valoraciones en total
Notable película de Joseph Kane que, aunque prolífico director de cine del Oeste, no dio la campanada, al menos comercialmente, con alguna de sus películas. No la daría, empero, esta Road to Denver está llena de cualidades que la sitúan muy por encima de otros reputadísimos westerns serie B (estoy acordándome, por ejemplo, de los mediocres films de la pareja Boetticher-Scott, tan loados por ciertas revistas francesas y, por ende, por intelectuales cinematográficos de nuevo cuño).
La película de Kane está llena de acción, ritmo, buen uso del color y de los espacios abiertos. Posee casi todos los elementos propios del western: pistoleros a sueldo, caciques corruptos, grandes manadas de caballos, sheriff inmovilista, diligencias asaltadas… Pero la excelencia del film se alcanza gracias a un notable guión, unas excelentes interpretaciones y, sobre todo, al crudo y doloroso enfrentamiento entre los dos hermanos. El pistolero hosco y camorrista de gatillo fácil no se redime por amor. Sólo baja la cabeza cuando alguien es más rápido que él. El problema es que… siempre lo hay.
Sencillo, dinámico, pasajero, entretenido, interesante y apasionante western de cine clásico apoyado en la historia de dos hermanos que por circunstancias de la vida, se ven trabajando para los jefes de dos bandos enfrentados, lo que pondrá a prueba sus códigos de lealtad familiar.
Puede que no cuente con grandes interpretaciones, ni grandes escenas armadas, pero desde la sencillez de su premisa, los responsables de la película consiguen ofrecer un trabajo entretenido y pasajero, con los tópicos habituales del género sin resultar pesada.
Destacar la presencia de intérpretes de la talla de: Lee J. Cobb y un joven e irreconocible, Lee Van Cleed. Puntos que junto a los temas de familia, honor, amor y traiciones, me hacen pensar que pueda ser una de las películas que vio Tarantino.
La ruta de Denver, me ha resultado todo un agradable descubrimiento y una película con la que disfrutar sin aburrirme. Ofrece más de lo que te puedas imaginar.
Y es que, en efecto, se gana mucho menos dinero trabajando honradamente de encargado de establo o de conductor de diligencias que de pistolero del cacique de Denver. Es lo que responde el hermano menor Tom, de gatillo fácil, jugador, broncas y bocazas, a su hermano Bill que se ha pasado media vida sacándolo de cárceles y de líos gordos, hasta que, harto, finalmente se separa y lo deja a su suerte.
Ya suerte los reúne por separado en Denver. Tenemos pues un nuevo enfrentamiento fraterno tipo Caín y Abel, incluso durante unos instantes con chica de por medio. Por lo demás la cinta ofrece un muestrario bastante completo de los recursos del género del Oeste, sin indios en esta ocasión.
En cualquier caso nos encontramos con uno de tantos westerns interesantes y poco conocidos, al menos a juzgar por los escasos espectadores que la han valorado. En una época en la que las productoras cinematográficas trabajaban a destajo sacando rápidamente sus títulos a la exhibición, en poco tiempo se sepultan unos a otros sin dar ocasión a una contemplación sosegada de los mismos. Recomendamos por ello dar un vistazo a esta Ruta de Denver que tiene varios alicientes, como es contemplar a un jovencísimo y melenudo Lee Van Cleef, escuchar una bonita balada de fondo o comprobar cómo los nuevos tendidos de diligencias del Oeste cumplían los mismos parámetros que los ingenieros romanos disponían en sus sistemas de comunicación a través de las calzadas, con sus postas para el cambio de caballos y para servir de alojamiento a los viajeros. En esto, como en tantas cosas, no habíamos adelantado mucho.