El último sol
Sinopsis de la película
El sheriff de Gunlock pretende ahorcar a un hombre llamado Hall, acusado de matar a tres granjeros. La gente desea linchar al asesino antes de que sea rescatado por sus amigos, pero el sheriff quiere antes sonsacarle información y enterarse de quien lo contrató para cometer el crimen.
Detalles de la película
- Titulo Original: Star in the Dust
- Año: 1956
- Duración: 80
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Opinión de la crítica
Película
5.6
86 valoraciones en total
El sheriff de una pequeña ciudad tiene encerrado en su celda a un peligroso asesino a sueldo. Sólo con la ayuda de dos viejos ayudantes, el sheriff deberá enfrentarse a un grupo de ganaderos y a otro de agricultores, unos pretenden colgarlo y los otros quieren liberar al asesino.
Estamos ante un buen y desconocido western dirigido por el también desconocido Charles F. Hass. Buen guión (un pelín enrevesado), buena fotografia y buen pulso narrativo. Richard Boone -siempre de malo- los secundarios y, sobre todo, las tres actrices protagonistas, rayan a gran nivel. John Agar sólo logra mantener el tipo. La historia parece una mezcla de Solo ante el peligro y Río Bravo y, aunque parezca mentira, El último sol no sale muy malparada en la comparación. Lo cierto es que va más allá de un mero entretenimiento aunque sólo sea por el complejo tratamiento que Charles F. Hass da a los personajes. Como colofón elogiar la tremenda pelea entre el sheriff y el malísimo extraordinariamente filmada por Hass.
Por su novela, Lawman (1953) -la cual firmó con su más habitual seudónimo, Lee Leighton-, el escritor estadounidense, Wayne D. Overholser (1906-1996), se hizo merecedor del Spur Award por Mejor Novela Western, premio que volvería a ganar, al año siguiente, con otra exitosa novela titulada, The Violent Land. Estos reconocimientos, harían que los productores de Hollywood se interesaran en sus obras y, Lawman (su quinta novela entre las casi cien que publicaría luego), fue la elegida para su primera adaptación cinematográfica, siendo, Oscar Brodney, quien se encargó de llevarla a guion, y la dirección se puso a cargo de, Charles F. Haas, un nombre de amplia participación en famosas series televisivas.
>, se convierte en otro de esos filmes que hicieron grande al cine hollywoodense.
Todo parecía dado para obtener otro western de serie B sin mayores pretensiones que el entretenimiento… pero, ¡Oh, sorpresa!, Haas resulta tremendamente inspirado y, <
¿Y qué lo hace tan valioso? Lo más relevante es que tiene a un grupo de personajes muy bien definidos, los cuales logran interesarnos con sus conflictos internos y sus muy humanas contradicciones. Aquí nadie es demasiado bueno ni demasiado malo, y estos matices nos permiten conectar con el ser y la idiosincrasia de cada uno, al punto de que podemos ver, incluso a los malos, con cierta consideración.
Por otra parte y con una relevante fotografía, la trama recrea, desde lo sociológico, el frecuente enfrentamiento entre los modestos granjeros y los arrogantes ganaderos… siendo, estos, capaces de asesinar a cualquiera para satisfacer sus intereses en el uso de las tierras… ¡Nada que no esté sucediendo todavía hoy!
También, el filme demuestra criterio y visión de futuro, al recrear a un trío de mujeres de fuerte carácter: Ellen, la enamorada del sheriff Jorden, Nellie, la querida del sereno Sam Hall, y Nan Hogan, la esposa del soberbio Lew, las cuales harán cualquier cosa para defender a sus seres queridos.
¡Y cómo no aplaudir las eficaces escenas de acción, donde parecemos ver las balas entrando por las ventanas… Lo que cae por un tejado es un hombre de carne de hueso que rueda hasta el piso y no hasta un colchón… y las golpizas tienen impacto por los riesgos que asumen los actores, sin contar con doble alguno!
En fin, que se queda bien, pero bien complacido, con este western que se merece un alto sitial en el historial de la eterna Hollywood. Mención final para el calificado reparto: John Agar, Richard Boone, Mamie Van Doren, Coleen Gray, James Gleason, Randy Stuart, Leif Erickson…
P.D.: El joven alto que se cruza con el sheriff Jorden al comienzo del filme (minuto 6:25), sería pronto una gran estrella con el nombre de Clint Eastwood… y Howard Hawks, para su Río Bravo, es seguro que también bebió de esta fuente.
Título para Latinoamérica: ESTABA ESCRITO
Memorable western psicológico y de intriga sobre las temáticas del cumplimiento del deber, de la venganza, de los rencores entre rancheros y granjeros y del sentido de la lealtad y del amor, en el que un sheriff deberá iniciar una investigación para encontrar al hombre que contrató a un asesino a sueldo antes de que este sea ahorcado –linchado o liberado– al atardecer.
Personajes cargados de progresión psicológica, interpretaciones de altura, muy solventes actores y actrices, fotografía deslumbrante, guion sin fisuras, magnífico ritmo narrativo y un argumento pleno de tensión y de suspense, hacen que esta obra, del poco prolífico en el ámbito cinematográfico Charles F. Haas, que es más un thriller que una película del oeste, de donde beberán Río Bravo , de Howard Hawks, y también –por el tono y la estética del film– algunos de los posteriores westerns crepusculares de los años 60 del siglo XX, llegue, en mi opinión, a la calificación de notable.
Muy recomendable, en verdad, su visión.
Interesante, básico, endeble, mediocre, previsible, confuso, irregular, reiterativo y decepcionante western que llega a ser muy aburrido.
Nos encontramos ante el típico western de serie B, en el que sus responsables intentan desarrollar una trama de acción y suspense, sin conseguir resultados satisfactorios.
Las interpretaciones no resultan muy convincentes y el apartado técnico no llega a ofrecer una calidad completamente satisfactoria.
El empleo constante de diversas canciones a ritmo de guitarra por parte de uno de los secundarios, puede tener algo de gracia de una forma puntual, pero acaba por saturar.
El último sol, queda como un western que promete mucho más de lo que llega a ofrecer.
Amanece en la ciudad de Gunlock, llega una carreta con tablones y maderas para levantar el cadalso donde van a ahorcar a Sam Hall, un pistolero culto y de finos modales que ha asesinado a tres rancheros por orden de los ganaderos, el sheriff Bill Jorden (Agar) da una ronda, en el saloon las apuestas están 8 a 3 a que se impedirá el ahorcamiento, un espectador con su guitarra canta una bonita balada.
Al fondo el enfrentamiento entre los poderosos ganaderos, capitaneados por George Ballard, y los modestos granjeros que bajo la influencia del maestro de la localidad, Jack Ripton, pretenden por todos los medios vengar la afrenta. Todos están dispuestos a todo.
En primero plano las relaciones personales entre el sheriff y Helen Ballard, entre el convicto y su prometida Nelly y entre Ena Hogan, antigua amante de George Ballard, con su esposo Lew. Todos están también dispuestos a todo con tal de defender a sus respectivas parejas.
En medio un puñado de actores de reparto que rayan a gran altura, como alguno de los protagonistas principales (soberbio Hall).
A destacar las escenas del tiroteo final, la pelea entre el sheriff y su futuro cuñado, el intento de asalto a la comisaría con sus tres defensores que tanto recuerda a Río Bravo , pero sobre todo la que también tiene al sheriff como protagonista ahora contra el maestro en la misma escuela (cerrada para que los alumnos asistan a la ejecución), donde ruedan pupitres y se destroza el mobiliario, en lo que nos parece un símbolo del estado en que yace la educación cuando los maestros no dan el ejemplo adecuado.
Concluye la obra cuando atardece ese mismo día. El reo pronuncia la frase que colocamos en la cabecera, mientras el modesto juglar desgrana con su guitarra los preciosos sones de la balada Sam Hall . Magnífico momento.