El regreso del forajido
Sinopsis de la película
Con motivo de la creación del Estado de Oklahoma, se celebra una gran carrera de libre participación cuyo premio es la porción de tierra que el corredor consiga en las vastas praderas del territorio en juego. El ganadero y antiguo Marshal, Vance Cordell (Randolph Scott), participará en la carrera para lograr un buen terreno en la nueva ciudad de Guthrie, destinado al banco de su futuro suegro, John J. Pettit (George Gabby Hayes). Pero esta circunstancia será aprovechada por el forajido Bill Doolin (Robert Armstrong), quien piensa ir vaciando de uno en uno los pequeños bancos de los alrededores, rebosantes de dinero en metálico por el gran traslado. Para ello, Doolin reclutará a algunos de los forajidos más famosos de la historia: Sundance Kid (Robert Ryan), Billy the Kid (Dean White), los hermanos Dalton (Lex Barker, Walter Reed y Michael Harvey)… Secuela de Badmans Territory (1946)
Detalles de la película
- Titulo Original: Return of the Bad Men aka
- Año: 1948
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
5.4
50 valoraciones en total
Se ha dicho, con cierta razón que, <> (El Regreso del Forajido), es la segunda parte de una trilogía que, sobre algunos de los más famosos bandidos del oeste estadounidense, hiciera la productora RKO. ¿Qué tienen en común? Dos de ellas, Badman’s Territory (Tim Whelan,1946), y la que ahora nos ocupa, fueron protagonizadas por Randolph Scott, pero, representando a dos personajes muy diferentes, en historias bien distintas. En el tercer título, Best of the Badmen (William D. Russell, 1951) el protagonista es, Robert Ryan, representando a Jeff Clanton, y en el filme de, Ray Enright, es Sundance Kid. En la primera y segunda película, Jack Natteford y Lucie Ward, fueron los principales responsables del guion, pero, en la tercera nada tuvieron que ver… y en definitiva, su principal asidero -amén de que las produce la RKO- en que, en ellas, están las famosas pandillas de los Clantons, los Daltons, los Youngers o los James, una serie de bandoleros que dieron mucho de qué hablar -y qué hacer- en el wild wild west del siglo XIX.
>, el director, Ray Enright, pensó más en su película previa, Badmen of Missouri (1941), en la que los personajes protagónicos son los hermanos Younger, regresando al estado de Missouri en plan de venganza contra un banquero despojador de tierras.
>, es un agradable pasatiempo.
>
Sin embargo, creo que al momento de realizar, <
Estos forajidos vuelven a aparecer en la nueva película, y junto a los Dalton, pero con mayor protagonismo, serán el dolor de cabeza del nuevo sheriff, Vance Cordell, quien parecía dispuesto a salirse del nuevo infierno en que se ha convertido, Guthrie, con la llegada de miles de inmigrantes, para meterse en el purgatorio matrimonial en una tierra en paz… pero, cuando le dicen que entre aquella gentuza anda, Sundance Kid (mucho menos simpático que cuando lo interpreta, Robert Redford), Cordell acepta que le coloquen la estrella de plata… y adiós al himeneo.
La película resulta bastante entretenida, pues, tiene diálogos muy simpáticos y bastante fluidos, los personajes están bien contrastados y es fácil empatizar con los que se suman al ejercicio de la ley, las escenas de acción resultan aceptables… y Sundance (muy bien representado por el notable actor, Robert Ryan), será un malo-malote con serios signos de psicópata.
Entre las chicas (representadas por las atractivas, Anne Jeffreys y Jacqueline White), se hace un ejercicio de rehabilitación bien interesante… y también habrá un juego de celos que dará cuenta de su madurez. Como es de esperarse, el sheriff de turno (el buenazo, Randolph Scott), será el agraciado con el corazón de ambas mujeres.
Necesario mencionar a, George Gabby Hayes, un actor que se ha llevado muy bien con Scott, y quien hace las veces del divertido, pícaro e irascible anciano desdentado, como el que representara, con mayor éxito, Walter Brennan, en Red River,Rio Bravo y otros tantos títulos. El director, Enright, lo tendría en otras de sus películas, pero, siento que aquí tiene su mejor representación.
En fin que, <
Título para Latinoamérica: <
Inicio a cuyo rebufo inicia también Cimarrón (1960), los colonos van apropiándose de territorio virgen, justo hacia el Oeste.
Pero como en todos lados la prosperidad atrae a los bandidos porque ellos, los pobrecitos, no son prósperos. El plantel de históricos forajidos es de primera: Bill Doolin será el jefe, el encargado de imponerse y sujetar a su banda. Entre ellos están: Mason, los hermanos Dalton, Sundace Kid, Billy el Niño y la rubia Cheyenne. Todos juntos atracando bancos. La película no se molesta mucho en destacar las habilidades de cada uno.
Como siempre en estos casos, la rubia dará problemas al crear el apartado romántico de la historia. No se le ocurrirá otra cosa que enamorarse del enemigo, Randolph Scott, el recién estrenado sheriff del condado.
Película entretenida a pesar de dar la impresión de una precipitación continua de la historia. Apariencia total de película antigua con secuencias poco vistosas que no aporta más que la actuación de viejos actores conocidos clásicos en películas del Oeste.
Muy entretenido western, quizás menor en cuanto a ambición pero rico en situaciones afortunadas, que hacen pasar un buen rato.
Supone una feliz traslación al cine de varios de los más famosos pistoleros y bandidos del far west, que en la realidad existieron pero que, me temo, estén aquí algo sacados de contexto.
Pero dejando esto aparte, está dirigido por el eficaz artesano Ray Enright de forma ágil. La acción, abundante, está brillantemente filmada y los intérpretes, tanto hombres como mujeres, lo hacen estupendamente.
El resultado es una cinta muy amena, que deja un agradable sabor de boca, haciéndonos recordar el excelente cine que se hizo en los cuarenta. Este es un buen ejemplo, y eso que es una cinta casi olvidada, que se podría considerar de serie B si no fuera por el elenco interpretativo, con un joven pero maravilloso Robert Ryan en un papel de malo malísimo.