Deadwood: La película (TV)
Sinopsis de la película
Ubicada argumentalmente 10 años después del final de la tercera temporada de la serie Deadwood , que finalizó su emisión en 2006, las rivalidades pasadas se reinician, las alianzas se ponen a prueba y las viejas heridas se reabren, ya que todos se quedan para navegar por los cambios inevitables que la modernidad y el tiempo han provocado.
Detalles de la película
- Titulo Original: Deadwood: The Movie (TV)
- Año: 2019
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
6.5
68 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Anna Gunn
- April Audia
- Brad Dourif
- Caleb Thomas
- Dayton Callie
- Ego Mikitas
- Franklyn Ajaye
- Gerald McRaney
- Geri Jewell
- Hal Dion
- Ian McShane
- Jade Pettyjohn
- Jeffrey Jones
- Jerry Cantrell
- John Hawkes
- Keone Young
- Kim Dickens
- Molly Parker
- Noelle E Parker
- Paula Malcomson
- Robin Weigert
- Sean Bridgers
- Timothy Olyphant
- Tony Curran
- W. Earl Brown
- William Sanderson
Volver a disfrutar de Al Swearengen, por última vez, es como volver de un sueño maravilloso… Al terminar la película se me queda una extraña sensación de irrealidad, de pertenencia y, sobre todo, de nostalgia… La nostalgia de saber que ya no disfrutaré de Ian McShane interpretando a ese pedazo de personaje. Deadwood me marcó a fuego, y si venimos del barro yo me abrazo al lodo hediondo de las Black Hills.
Es cierto que es imposible condensar en cien minutos largos de metraje lo que se hizo en 3 temporadas sublimes, pero David Milch- diagnosticado con alzhéimer al acabar la película, ha sido FIEL a su historia, a sus personajes, a su estilo- como esos estupendos juegos de planos con el Grand Central Hotel y el balcón del Gem Saloon, a esa tensión magníficamente sostenida que inmortalizan los mejores momentos de la serie, solo al alcance de unos pocos elegidos. El canto del cisne de un genio cuyas ideas valen oro.
Sin duda, es una película hecha para los fans, para los que ya conocían el sucio y depravado universo de Deadwood, y los guiños autorreferenciales se suceden casi a cada minuto. Quien espere ver algo parecido a Sin Perdón, que se lo quite de la cabeza. Quien espere ver una trama totalmente cerrada, también. He leído en muchos sitios que lo suyo hubiera sido acabar la historia en una miniserie de 4 o 5 capítulos, ojalá… Deadwood fue víctima de los índices de audiencia y de un elevadísimo coste de producción. Si se hubiera hecho allá por 2007- 2008 pues bueno, pero ¿asumir una inversión colosal al amparo de un público fiel pero minoritario tras 13 años de abandono? No fucking way… Si ni siquiera han sacado en DVD la tercera temporada. Aquí, como en cualquier negocio, los números mandan. De todas formas, que HBO y su creador hayan decidido revivir este proyecto después de tanto tiempo para darle un final digno es todo un hallazgo. De acuerdo, la película es un poco Frankenstein, no funciona como desearíamos todos: algunos acontecimientos se precipitan sin justificación alguna, muchos personajes secundarios solo aparecen en cameos o como meros acompañantes sin ningún peso argumental y la utilización del flashback me parece innecesario. Pero, amigo, lo que se ha hecho en 3 años de duro trabajo no se puede igualar en 3 meses de rodaje. Creo que la intención de Milch y su equipo, más allá de intentar cerrar los cabos sueltos de la tercera temporada, ha sido respetar la esencia de la serie, los códigos que la hicieron inconfundible. Y para mí, eso era lo más importante.
Sin embargo, la muerte en 2015 de Ralph Richeson- el entrañable e inclasificable Richardson, y la ausencia de Titus Welliver- Silas Adams, me dejan cierta sensación de vacío, un vacío que se agiganta y se hace insoportable al no contar con el grandísimo y genial Powers Boothe- Cy Tolliver, fallecido en 2017. Sin el carisma hipnótico de Al pero con una presencia imponente, Cy era el antagonista perfecto, una pieza indispensable en el devenir de este pueblo fronterizo de Dakota del Sur.
Se pueden recuperar los decorados, el vestuario o a la mayoría de esos actores y actrices que formaron un elenco espectacular, incluso se pueden recuperar los diálogos shakesperianos que desaparecieron hace 13 años. Pero lo que nunca se podrá recuperar es el tiempo perdido. Powers Boothe, Ralph Richeson, ahora sí, descansen en paz. Larga vida a Deadwood.
Deadwood: The Movie funciona muy bien como ejercicio de nostalgia. Es un lujo volver a disfrutar de casi todo el reparto. Este planteamiento sería aceptable si no fuera porque la serie fue cancelada, quedándose en un to be continued como una casa. Y desde esa perspectiva, este capítulo no ha sabido cerrar la historia satisfactoriamente.
No me refiero al reto que supone que esta historia se plantee 10 años después. De hecho, la sinopsis me parece acertada. Tampoco a los nuevos roles de algunos de sus protagonistas (el de Al Swearengen me ha encantado). Pero sí considero un error el haber optado por un formato de largometraje y no por el propio de la serie.
Esto ha supuesto que el guion desperdicie una primera media hora en volver a presentar a los personajes, que para colmo en muchos casos se reducen a innecesarios e irrelevantes cameos. Tampoco ayuda el uso del flashback (un recurso narrativo nunca antes utilizado en Deadwood), así como las autoreferencias, el ritmo y unos diálogos más simples.
¿La película funciona para aquel que vio la serie hace muchos años? Seguramente. Incluso le tocará la fibra en ciertos momentos.
¿Funciona para aquel espectador neófito, ansioso por descubrir qué ocurre después del episodio 3×12? Lo dudo. Notará el bajón de calidad debido al ritmo y montaje.
Han tenido que pasar trece años para poder darle un final a Deadwood, un final que siendo satisfactorio para mí no es convincente del todo. La dificultad de aglutinar en 110 minutos la narrativa a la que nos tenía acostumbrados el formato de la serie es el mayor lastre de esta película, aunque se veía venir.
El antagonista esta vez es un nuevo personaje que sin quererlo se apropia del discurso, el tiempo.
Al hacer esta nueva historia en este formato de película se pierde por el camino muchos personajes que en la serie eran indispensables porque por supuesto no hay tiempo.
David Milch el creador y guionista escoge el arco argumental donde lo dejó el capítulo final de la última temporada, teniendo esta historia una presencia indudable. Me ha dado la impresión de que Deadwood se ha quedado en una pausa donde todo esta igual y lo que ha cambiado y envejecido son sus personajes.
Aun así sigue teniendo una calidad como la tenía la serie de donde viene y es un placer volver a ver a todos estos pícaros, heroes, rastreros, cobardes, asesinos, buenos y malvados juntos de nuevo.
Al fin, la despedida que todos nos mereciamos para esta gran historia.
La película de Deadwood reúne gran parte de las virtudes que convirtieron a la serie en una de las más grandes obras de la televisión. Lo hace para decir adiós adecuadamente a sus personajes con una elegante carta de amor al western y a la propia serie.
Tal vez en muchos sentidos no se trate de un desenlace a la altura de la fuente original, pero es probablemente el más satisfactorio que podía brindársele sin estropearla.
Milch escribe un guion sobrio y muy inteligente, que sabe recuperar las tramas abiertas para construir a partir de ahí la narración y disponer los principales conflictos dramáticos mientras reencuentra a sus personajes. Hay tensión, emotividad, algo de justicia, tierna grosería y un palpable sentimiento de cariño por el pueblo y sus almas perdidas, rediminadas por la camaradería de un sueño compartido.
Al final, gracias a HBO, hemos vuelto a llenarnos las botas de barro una última vez.
Queda el regusto agridulce de una conclusión -seguramente- idónea, que da su último suspiro con un diálogo magistral del eterno Al Swearengen. Como debe ser.
Una película del montón para dar final a una de las mejores series que recuerdo haber visto. Decepcionante.
Deadwood: the movie adolece de varios defectos, de los cuáles algunos se veían venir dado el tiempo transcurrido desde el final de la serie a esta continuación y el formato en que se presenta. La limitación de tiempo de varios capítulos a una hora y cuarenta y cinco minutos o el paso del tiempo en el rostro de los actores son un ejemplo. El problema viene, a mi parecer, en que otros eran salvables sobre todo con 13 años de preparación.
Desde mi punto de vista este film podría haber tenido sentido hecho uno o dos años después del final de la serie con el correspondiente paso de tiempo en la línea temporal de la ficción. Es absolutamente continuista: la venganza contra Hearst, un ejercicio puramente nostálgico.
Sigo con spoilers…