Buck y el farsante
Sinopsis de la película
Después de la Guerra de Secesión (1861-1865), Buck (Poitier), un sargento de caballería del ejército de la Unión, recorre la frontera de Colorado buscando esclavos para liberarlos, acompañado por una mujer y un maestro de la estafa: El Predicador . Durante el viaje son atacados por un grupo de cazadores de recompensas que quieren devolver los esclavos a sus antiguos amos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Buck and the Preacher
- Año: 1972
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
5.1
60 valoraciones en total
Después de terminada la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865), la ley a concedido libertad a todos los esclavos negros, pero del dicho al hecho, va un gran trecho.
Buck (Sidney Poitier) un ex militar negro de la Unión, se dedica ahora a guiar a los esclavos liberados hacia el estado de Colorado para una nueva vida de libertad, pero una banda de criminales racistas los persigue para devolverlos a recoger algodón en Louisiana.
En el camino Buck conoce a un particular predicador (Harry Belafonte), que junto a su esposa Ruth (Ruby Dee) llevan a cabo una serie de aventuras para salvaguardar a los nuevos liberados de la esclavitud.
El tema del film en su momento fue un hecho histórico, cuando los negros sureños empezaron a emigrar hacia los estados del centro y norte de la nación buscando nuevas fronteras de libertad y respeto para su raza.
Para esa época existieron unos grupos de criminales blancos racistas, cuya misión era evitar que los negros se marcharan hacia el norte. De ese modo, pretendían conservar la mano de obra barata para sus tierras.
El film tiene toques de comedia en el personaje del falso predicador de Harry Belafonte, además su esposa para aquel entonces, Julie Robinson, protagonizo el personaje de Sinsie, la esposa del jefe indio (Enrique Lucero 1920-1989).
Este film también marco el debut del actor Sidney Poitier como director, pero sin abandonar la actuación.
Conseguir la libertad no suele ser suficiente para alcanzar la dignidad como persona. Por eso, concluida la guerra civil en América, muchos antiguos esclavos emigran al Norte en busca de oportunidades. No lo van a tener fácil por los bandidos que quieren obligarlos a volver a las plantaciones de algodón. La guerra no ha hecho cambiar a muchos , la esclavitud Es un veneno que ha penetrado profundamente .
Un ex sargento nordista, Buck (Poitier), pone su experiencia militar para ayudarlos, pero se le junta como una lapa el Predicador de la Santa Iglesia de la Persuasión (Belafonte). Como suena. Este último es un simpático sinvergüenza que pone la nota cómica a la cinta.
El resto son las fechorías de los malvados que comanda otro ex militar, Deshay (Mitchell), contra las caravanas de negros que marchan al Oeste y al Norte. También nos encontramos con grupos de indios para que haya un poco de todo.
El tema, desde luego, daba para mucho más que para este guion desvaído que el director Poitier no es capaz de levantar. Los negros se muestran siempre medrosos y crédulos, incapaces de ofrecer una respuesta adecuada a las palizas que reciben. También los indios tienen sus problemas pero al menos, dado su número, imponen un poco más de respeto y saben jugar sus bazas.
Los personajes de Buck y del farsante centran en todo momento la atención del espectador y son los mejor perfilados. El resto, con buenas interpretaciones en general, quedan demasiado en segundo plano. Una pena porque el tema daba para mucho más juego dramático.
El ritmo de la cinta es sosegado y cansino pese a las aventuras y las cabalgadas que se suceden, con algunas escenas como el asalto al correo y al banco que no tienen mucho sentido.
Entre la música, las escenas nocturnas, el protagonista y la calma chicha, por momentos nos ha recordado vagamente En el calor de la noche (Jewison, 1967).
En fin, una película pasable, buena para entretenerse un rato sobre todo los aficionados al western. También es recomendable para quienes sientan la curiosidad por conocer a Poitier como director.
Bisoño estreno del señor Poitier a la dirección que aunque parezca correcto, el conjunto es una película anodina: Un mesías que quiere llevar a su pueblo a la libertad. Y esa es la opinión sobre esta misión libertadora que queda a falta de sal y pimienta, lo que hace que el final no llegue a convencer como debiera. Las actuaciones han sido buenas y las escenas de acción aceptables con la música de fondo a base de diapasón y armónica, pero el film no llega a profundizar ni transmitir la tensión que quiere, por lo que se deduce que la dirección no supo exponer con la fuerza necesaria el carácter de los personajes.
Un ir y venir a caballo, incluso situaciones repetidas que en vez de hacer avanzar la trama no hacen más que vueltas y revueltas haciendo esperar sentimientos que no llegan. Y eso que el empiece a cargo del siempre efectivo Cameron Mitchell prometía, pero habrá que esperar a Denny Miller (que fue Tarzán de los Monos) para que uno despierte del letargo durante unos momentos. Igual que se espera que la atractiva Julie Robinson se moje algo más que en sus simples apariciones como traductora oficial del gran jefe indio. Esbozos de un conjunto que debiera haber sido mucho más agresivo, más profundo, más poético, tal vez más lento buscando el miedo en los personajes. El aprobado va por esos secundarios.