Así mueren los valientes
Sinopsis de la película
El pacífico dueño de un comercio, que se convirtió en héroe local por haber matado al cabecilla de una banda de ladrones de bancos, es abandonado por sus conciudadanos debido al pánico que sienten ante la amenaza del regreso de los vengativos bandidos.
Detalles de la película
- Titulo Original: At Gunpoint
- Año: 1955
- Duración: 81
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Opinión de la crítica
Película
5.7
66 valoraciones en total
Así mueren los valientes es el título de la versión española de Gunpoint . Pues bien, en la cinta apenas veremos unos pocos tiroteos de resultas de los cuales mueren varias personas en la pequeña localidad de Plainview, pero tampoco tantas. Así que menos muertes y menos valientes.
El argumento es sencillo y a la vez interesante. El clásico atraco al banco frustrado por la reacción de los vecinos, uno de los cuales, el tendero Jack Wright (MacMurray), acierta a gran distancia a uno de los asaltantes con la pistola del sheriff que yace muerto. Inmediatamente alcanza la consideración de héroe entre el vecindario que lo obsequia y homenajea contra su voluntad.
La prensa, una vez más el sensacionalismo imprudente americano, publica inmediatamente su foto y destaca con grandes titulares su acción y su oficio. Y, claro, los compinches del muerto buscan vengarse del tendero heroico. En ese preciso momento asoma la cobardía y todos sus antiguos amigos y admiradores le vuelven la espalda al darse cuenta del riesgo que corren en su compañía. Incluso le llegarán a proponer que abandone el pueblo.
En unas cuantas frases vemos la decepción reflejada en la familia Wright: No estamos solos, pertenecemos a una comunidad y todos están de nuestra parte , Es asunto de Jack y no nuestro , Soy un tendero, no un pistolero , Un pueblo es tan bueno como su gente . Únicamente el viejo médico Doc Lacy (Brennan) apoyará con decisión al tendero frente al resto de vecinos.
Se trata efectivamente de un Solo ante el peligro en versión menor, pero con un análisis de las reacciones de los personajes impecable, de sus egoísmos y de sus cobardías.
Buena ambientación, donde destacan escenas como la tormenta de viento que se desencadena cuando el pueblo aterrorizado aguarda la llegada de los bandidos, con interpretaciones bastante correctas.
Una banda de asaltantes -de esos a los que la hombría no les da sino para asaltar pueblos mal vigilados y gente indefensa- decide que, Plainview, es un buen objetivo y sus pasos se dirigen entonces al banco… pero, la respuesta de algunos habitantes del pueblo los hará huir sin el dinero y dejando el cadáver del hermano del líder de la banda, a quien elimina una certera bala disparada por el tendero, Jack Wright, a más de 60 yardas. Adviértase aquí que, una de las acepciones de Jack es, en los naipes, la sota, y Wright suena como Right > Recto, justo, lo que podría indicar: la carta correcta. De hecho, el tendero y su familia son gente pacífica y solidaria, apreciados por todo el pueblo… pero lo que acaba de ocurrir los pondrá en peligro, y entre la gente, cundirá el temor ante las claras intenciones de los bandidos de cobrar venganza.
>, es una valiosa película.
Evidentemente inspirada en el excelente filme que, Fred Zinnemann, realizara tres años atrás con el título, High Noon, esta nueva historia, escrita por Daniel B. Ullman, pretende ser una intencionada revisión de la moral americana que, en el filme de Zinnemann, no quedara bien parada. Sin embargo, Ullman consigue incluir nuevos elementos sociológicos y personajes bastante interesantes, lo que lleva a que, el filme dirigido por ese buen artesano que fuera, Alfred Werker, resulte auténtico y muy valioso.
En primer lugar, aquí no hay un sheriff ni -aparentemente- un hombre que sepa disparar con experticia, pues, lo de Wright fue, como decimos en Colombia, de pura chepa (suerte, casualidad)… y tampoco el tendero pretende convertirse en un pistolero, pues, por su formación repulsa de las armas, aunque sigue guardando una en su cajón por si las moscas.
Por otro lado, aquí los bandidos consiguen ejecutar parte de su cometido, lo que dará clara cuenta de la indefensión en la que se encuentra un pueblo donde, como suele ocurrir, la presencia del estado es siempre fugaz y no propicia cambios, y, por otro lado, también cabe resaltar la especial presencia del anciano médico del pueblo, quien, conocedor directo de la alta moral y la generosidad de Wright –ya que asiduamente juega ajedrez en su tienda- decide acompañarlo cuando más lo necesita.
Como si viéramos por los ojos del doctor -quien todo lo capta-, la posibilidad de empatizar con Wright, con Martha su esposa y con su hijo Billy, se solventa con atinados detalles, y Werker consigue que sintamos una emotiva conexión con ese hombre, recto hasta las últimas consecuencias.
Con esa figura de tipo bueno y simpático, Fred MacMurray, consigue un personaje bastante creíble, y en general podemos sentir que, el director, ha acertado plenamente en la elección de ese reparto que complementan, Walter Brennan, Dorothy Malone, Skip Homeier, Whit Bissell y Tommy Rettig, el chiquillo a quien siempre recordaremos por, The 5.000 Fingers of Dr. T, y por la serie Lassie (1954-1957).
No tenemos, pues, ninguna reticencia para decir que, <
Título para Latinoamérica: LOS CUATRO JINETES VENGADORES
La película posee empaque, solvencia y una buena dosis de prestancia cinematográfica.
Y desde ñas primeras imágenes se apoya en una soberbia ambientación y en una severa atmósfera que genera tensión y dramatismo a partes iguales.
Al espectador le da la impresión de hallarse involucrado en la vorágine de la acción y enseguida advierte que el director -A.L.Werker- combina con habilidad las espinas de la tragedia con cierta gentileza que suaviza la crueldad de la trama.
Utiliza una narrativa elocuente, una elegante estrategia en las transiciones entre escenas y una brillante línea en la ejecución argumental.
También la interpretación por parte de todo el elenco -no sólo F. MacMurray y D. Malone- aporta credibilidad y solidez a la historia
Este discreto western es una especie de Solo ante el peligro venido a menos y esta claro que la inspiración de la película es la legendaria película que Fred Zinnemann dirigió pocos años antes.
A pesar de esto, la película mas o menos entretiene aunque el final resulta excesivamente ingenuo llegando a resultar hasta un poco vergonzoso.