Videoclub (C)
Sinopsis de la película
Antes de la era Internet, el videoclub era el único templo del cine, el único lugar donde encontrar todas aquellas películas con las que habías soñado: clásicos, rarezas, pelis de culto… Hoy son pocos los que resisten, y los que quedan sobreviven a duras penas. Pedro (Álex Odogherty) trabaja en uno de los pocos que se mantienen. Para Nacho (Nacho Vigalondo) es el definitivo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Videoclub (S)
- Año: 2015
- Duración: 8
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Opinión de la crítica
Película
6.5
99 valoraciones en total
Nacho Vigalondo entra en un videoclub donde le atiende Pedro. Éste le asegura que aquí podrá encontrar todas las películas que busque.
Bonito homenaje a esos templos que guiaron la educación cinéfila de muchos. Con sentido del humor y final sorpresa. Me he acordado del videoclub de mi pueblo, donde mis amigos y yo solíamos ir de críos, cuando Internet era todavía el futuro y la gente aún no vivía pendiente de sus móviles, nos gustaba perdernos por los pasillos, ojear carátulas, discutir qué películas íbamos a ver, si El imperio contrataca era mejor que El retorno del Jedi , si la tercera de las Tortugas Ninja merecía la pena, si Tiburón daba tanto miedo como decían, o si, de producirse un combate a muerte, ganaría Robocop o Terminator. Tiempos ingenuos y felices. El corto juega con la nostalgia, revive parte de nuestro pasado, reconoce la importancia que tenían esos lugares cargados de promesas, invita a soñar. El guion es inteligente, la historia deja buen sabor de boca. Muy recomendable.
Hay muchas razones para ver una película, ver mundos increíbles, desconectar de la realidad, aprender, y a veces solo revivir tiempos pasados, no me refiero a conflictos bélicos o la Europa medieval, sino algo más cercano y mundano, ese lugar que fue una parte importante de mi infancia, que a pesar de los grandes momentos que nos ofrecieron ver uno de ellos abierto es como ver un dinosaurio, es fascinante, pero sabes que su época ya paso. Y la verdad que este corto logra que rememorar los detalles que hacían al videoclub único en muy poco tiempo, esa sensación de búsqueda de los nuevos títulos o las viejas joyas, y ese final que logra hilar todo y sorprendente en partes iguales. Es de esos títulos que sigues disfrutando tras ver los créditos por ese efecto de reavivar recuerdos de tiempos, puede que no mejores, pero para mí si más sencillos.
Solo recomendado para aquellos que vivieron ese época donde para ver una película había que perderse en pasillos llenos de títulos, juntar a toda la familia y amigos para aprovechar el alquiler lo máximo posible y llevarla a tiempo para que no te cobraran el recargo. A ese lugar que ya solo ocupa un lugar de la memoria, llamado Videoclub.
Cuando algo se hace con amor, es complicado de juzgar. Podríamos decir que el corto Videoclub tiene algunas cosas que no convencen, pero son insignificantes con relación a lo que ofrece. Y además son propias del formato que usa (cortometraje). Seas nostálgico o no, este corto es una gozada en todos los sentidos. Primero las noticias malas: la parte técnica deja algo que desear, la historia es tan breve que no da para un corto (y se limita a repetir lo mismo una y otra vez: ¿tienes tal película? ) e incluso podríamos decir que a todos nos cae bien Nacho Vigalondo, pero su capacidad actoral deja mucho que desear para enfrentarse a Alex ODogherty en un mano a mano.
¿Y qué? Videoclub no pretende ser Las puertas del cielo de Cimino (de la que hace un chiste con sus versiones), tampoco pretende concienciarnos de nada ni tan solo respecto al auge y caída de los videoclubs. Es más sencillo: ¿amas el cine? Entonces el videoclub donde Nacho va a parar es lo mejor que te puede pasar.
Una corto simple, correctamente ejecutado y que te deja un magnífico regusto en la boca.
Esta original historia de Raja es la historia de un videoclub. Rodada en el Videoclub ficciones en la calle Relatores (Actualmente en la calle Juanelo). Es la historia de un negocio maravilloso que por desgracia desaparece pero Raja no se detiene en esa nostalgia plantea una historia que nos atrapa hasta que al final ya sabemos lo que pasa porque es una historia extraña y extrañable. Vigalondo va a un videoclub y quiere alquilar algo. El dependiente insiste en que tiene todas las películas incluiída las que no están hechas. Con un planteamiento dinámico y certero Raja construye un film solo para nostálgico y a la vez no pretende ser pretencioso.
Me lo recomendaron. ¡Que suerte! Realmente es un maravilloso corto. Homenaje a aquellos videoclubs que fueron los reyes del ocio doméstico durante dos décadas y a los pocos que sobreviven. Acompañas a Nacho Vigalondo visitando un curioso local que tiene todos los filmes… todos. Cualquiera que se te ocurra. Álex ODogherty interpreta- ¡y de que manera! – a un empleado del mismo. Es sorprendente la naturalidad de Álex, habla igual que cualquier dependiente de cualquier tienda, los mismos gestos, expresiones, silencios … diríase que ha trabajado atendiendo al público. Y luego está el tercer personaje del corto, el videoclub. Perderse por esos pasillos estrechos con Vigalondo, como si estuvieras en un videoclub de los años 80, uno de barrio, con aquellos estantes que te permitían ver la carátula de la cinta o el DVD y fantasear con su contenido …. ¿será un buen filme o una imitación italiana? ¿y ese otro de terror? ¿será muy cutre? ¿Y esa de Maciste?. Recuerdos. Nostalgia de otros tiempos. Amor al cine. A un oficio centenario. Mensajeros del séptimo arte. Como una pastelería, pero de fotogramas, cintas y carátulas.
Pero también puede ser un homenaje a La Dimensión Desconocida . Porque no todo es lo que parece …o quizás sí.