Una vida por otra
Sinopsis de la película
En el estado de Texas la ley del más fuerte la encarnan dos hombres violentos a los que une un fuerte vínculo: José Esqueda, el cabecilla de una banda de forajidos, y su lugarteniente Río (Robert Taylor). A esta tierra llega King Cameron con su mujer Cordelia (Ava Gardner) para dedicarse a la cría de ganado.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ride vaquero!
- Año: 1953
- Duración: 91
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Opinión de la crítica
Película
6.1
69 valoraciones en total
Filme desconocidísimo entre cinéfilos y amantes del western, Una vida por otra (cuyo título original fue Ride Vaquero) constituyó para mí una muy grata sorpresa, de esas sorpresas alegres sólo pertenecientes a momentos en que te sientas a verla porque no tienes nada que hacer y, de repente, terminas pensando que estás pasando las dos mejores horas del día sin esperarlo siquiera. Por lo tanto, me incluyo, evidentemente, entre los desconocedores de esta cinta, hasta que me la recomendaron en un foro (agradezco al usuario alfie).
Se trata de un buen western, consistente y en ningún momento pretencioso, rodado y narrado de forma sencilla y clásica, que contiene en algunos de sus fotogramas ese romanticismo encantador de los míticos bandoleros outlaw, cuando vemos el escondrijo de José Esqueda, una suerte de pequeña aldea poblada de indeseables y vándalos siempre borrachos tocando música mexicana.
Ride Vaquero, es, a primera vista, la historia eterna del emprendedor que se lanzó al Oeste en busca de prosperidad, en busca de una nueva vida, en este caso, tras acabar la Guerra de Secesión, un hombre con (quizá demasiada) fe en sus posibilidades llega a una tierra dominada por una suerte de cacique fuera de la ley (el mencionado Esqueda), una especie de caudillo de una turba de pobres diablos, bandidos y truhanes, a los que, en un remanso humorístico, les increpará el inconmensurable Anthony Quinn cuando asaltan el banco (de una forma inédita y cómica al mismo tiempo) y una señora reclama su dinero para invertirlo en una escuela, a lo que responde Esqueda:
Señora, con mis respetos (devolviéndole el dinero), Burton (a su esbirro), aprende educación, qué gran cosa es, ¡si alguien hubiera hecho ésto por vosotros, hoy no seríais lo que sois! .
La lucha por la propiedad rural que, sólo en primera instancia, es el trasfondo temático, la defenderá el rebelde José Esqueda alegando que es la lucha de los fuertes contra los débiles: ¿Los débiles no poseerán nunca la tierra?, le pregunta la bellísima Ava Gardner, a lo que responde resolutivamente el bandido: Sólo diez palmos de ella.
Pero esa tierra, a la que poco a poco va llegando el orden y la civilización, se tornará hostil, peligrosa e imprevisible para los nuevos ganaderos que en ella se quieran asentar: En esta tierra, señora, lo único cierto respecto al mañana es que ha de llegar, le dirá el protagonista a la esposa del ganadero.
[sigo en spoiler sin desvelar nada]
Una vida por otra destaca ante todo por estar enmarcada en un auténtico paisaje de Western. Hay que evitar los sucedáneos, esto es puro Western. Auténtico.
Robert Taylor es uno de los grandes aunque tenga mala prensa, o, a lo mejor lo es por eso. En este caso, su personaje es además de los que convencen. Convence porque es un pistolero sin ánimo de filosofar. Pasa de hacerse el listo y carece de ambición. Se llama Rio. Es un pistolero muy claro, no engaña, no se las da de nada. Dice que hay gente que ha nacido para mandar, y otras para obedecer. Él ni para una cosa ni para otra. Como ves, se desmarca del vulgo para situarse en una clásica figura de pistolero solitario. Como no puede ser de otra forma, viste de oscuro y en su pistolera brillan los remaches.
Anthony Quinn está en el papel que más le va. ¿Qué decir? Un clásico imperecedero. Pistolero también pero a lo mejicano, a lo revolucionario. Ambos, Rio y él, tienen su pasado, pero la vida… tiene sus caminos. Anthony Quinn es Esqueda y… lo enmarca. En cuestión de personajes, Una vida por otra lo clava.
-¿Cómo me ha llamado, señora?
-Puerco.
-Eso. -Y se queda pensando. Tiene su punto Anthony Quinn, sí señor. Los bandidos del viejo Oeste no tienen un vocabulario finolis ni es muy extenso.
Ava Gardner no sé si cautiva más o menos… Lo que sea. Es la mujer que quiere imponer la cordura, de ahí que se llame Cordelia. A veces, ese tipo de mujer, tienen muy claro unas cosas, pero no logran que su corazón se aclare.
Por recordar, en el spoiler consta algún ejemplo de los buenos diálogos que adornan este magnífico Western. Hay categoría en el guión. Un ritmo preciso y un argumento clásico. Una vida por otra es una obra escrita… de verdad. Bien hecha y con unos diálogos fabulosos.
-Tal vez hayamos cabalgado juntos alguna vez. ,)
Uno de los innumerables westerns que se hicieron en esa década fantástica para el género que fueron los 50, esta vez de la mano de un especialista del western como John Farrow (California, Hondo) que curiosamente fue más en el cine negro donde nos dejó sus mejores películas, el que fuera el padre de la actriz Mia Farrow.
El argumento no es especialmente atractivo ni novedoso, pero cuenta con los ases en las interpretaciones, una pareja de protagonistas como Robert Taylor y Ava Gardner no son para tomarlo a broma, y sobre todo ese papel de Anthony Quinn como José Esqueda, vale por sí sólo ya un visionado.
Tiene las virtudes de este tipo de películas, como es el equilibrio entre la acción y los diálogos, siempre concisos, directos, carentes de todo adorno floral pero llenos de autenticidad, escritos por el propio Farrow y el gran Frank Fenton (guionista de obras tan increíbles como Río sin retorno o Escrito bajo el sol).
No les voy a vender la burra, no es ni mucho menos un western imprescindible, pero tampoco despreciable. Estamos ante hora y media de cine clásico de los que hay que recuperar. Y como digo siempre, una película normalita como esta de antes, está al nivel de una casi buena de las de ahora.
Una producción Metro poco conocida y que merece verse, especialmente por la interpretación de Anthony Quinn y de un reparto excelente, con la intervención de Robert Taylor, tal vez demasiado frío y de Ava Gardner con su espléndida belleza y su buen hacer, seguidos por actores conocidos que cumplen adecuadamente en el desarrrolo del film. El ambiente de este producción está bastante bien conseguido, y la filmación es más que correcta a cargo de John Farrow, y que con un guión adecuado hace mantener el interés del espectador, seguido de una excelente fotografía en color, en una historia que no da para mucho más de lo que se ve.
La versión española del DVD mantiene el doblaje de su estreno en 1955, a cargo de los estudios Metro de Barcelona, lo cual da a la película un tono de calidad y nostálgia de aquellos films de hace años que nos cautivaron, aunque el sonido se resienta por el paso del tiempo, especialmente en los diálogos.
José Antonio ZG
Una pequeña sorpresa. Aunque de Ava Gardner, Robert Taylor y Anthony Quinn juntos se pueden esperar trabajos mas que interesantes. Además en el reparto figura Jack Elam al que probablemente identificarán más por sus ojos que por su nombre y que siempre fue un habitual en eso de los westerns. Todos ellos dirigidos por un director australiano, John Farrow, poco conocido pero que a la vista de la realización de este film lo menos que puede decirse de él es que resulta cinematográficamente atractivo.
En realidad la película es un tanto atípica si la comparamos con lo que estamos acostumbrados. Ava Gardner, sigue siendo el animal más bello del mundo pero, como esposa de dudosa fidelidad, parece algo fuera de sus registros habituales. Por su parte Anthony Quinn ha interpretado muchísimos papeles de mexicano, recordemos sin ir más lejos Viva Zapata de Elia Kazan, pero pocos con el dedo tan nervioso y despiadado. Que decir de Robert Taylor acartonado hasta las cejas y con más pinta de ninot fallero que de duro pistolero. Y como guinda, un curita de armas tomar, absolutamente literal. Por ello el único que se parece, en la foto, es Jack Elam, bandido de mirada aviesa y feo donde los haya.
Pero, seguramente, por ese desencaje de papeles respecto de lo que estamos acostumbrados, la película resulta francamente interesante. Ver a una Ava Gardner desenfrenada arrojándose a los labios de Robert Taylor, especialmente si vimos su aparente integridad en La condesa descalza de Mankiewicz, resulta francamente sugerente y si además Quinn, capaz de llorar al ser bendecido por el Father Pistolas es asimismo defensor implacable de la ley de la bala y generoso en su aplicación, pues que quieren que les diga…
Una fotografía de calidad en tecnicolor, con escenas de caballos, galopadas y cargas de la brigada ligera a toque de corneta, juntamente con un guión lo suficientemente sólido como para mantener nuestra atención, hacen que este trabajo de Farrow no nos deje impasible y se vea con interés.