The Rutles: All You Need Is Cash
Sinopsis de la película
Siga las vidas de cuatro jóvenes británicos con horribles cortes de pelo, a quienes el escoger los pantalones adecuados (estrechos) les lleva a firmar el contrato musical de sus vidas, a pesar de no tener ninguna aptitud musical. A parte de este pequeño problema, gran históricos álbumes como St. Rutter´s Only Darts Clubs Band y su popularidad se dispara, consolidando la dominación mundial de la música pop. Pero sus diferencias artísticas y otros problemas variados amenazan seriamente el futuro de la banda. Esta parodia de los Beatles es una creación del Monty Python, Eric Idle. Emitido originalmente como un pequeño capítulo en el programa Saturday Night Life, el éxito de público fue tan inmenso que se decidió producir un largometraje.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Rutles: All You Need Is Cash
- Año: 1978
- Duración: 76
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Opinión de la crítica
6.7
23 valoraciones en total
Comedia británica presentado bajo la estructura de falso documental y que a modo de parodia exacerba en la trayectoria discográfica y personal de los miembros de una banda de rock llamados The Rutles (paralelismo descarado a los Beatles y aquí radica la intencionalidad de la cinta de llevar a cabo su transgresor reflejo cómico). Dispuestos a llevar su empresa a buen puerto. Es decir, a golpe de talonario.
Un Eric Idle que interpreta a un ansioso reportero que recorre por todos los escenarios en que han tocado la banda (también apreciamos a Michael Palin interpretando brevemente a un abogado especializado en demandas) es el principal narrador de este reportaje o falso documental cómico que refleja claramente como un grupo musical empieza de cero, inicia su exitosa subida a la fama hasta acabar con una irreparable separación, aquí con matices al desastre. Incluso intervienen para dar su opinión, en plan burlesco dejándose ññevar por la simpática broma, cantantes como Mick Jagger o Paul Simon. El humoe es tan ácido que incluso presenciamos a uno Yoko Ono con uniforme de las SS.
La aportación norteamericana de esta comedia fue llevada a cabo por unos entonces desconocidos John Belushi, Dan Aykroyd y Bill Murray, recién destetados del programa Saturday Night Live.
Irreverente, cáustica y divertida parodia en torno a The Beatles desde su fundación hasta la celebración del mítico concierto en la azotea de Apple Corps en Londres, el 30 de enero de 1969.
Es magnífica la recreación humorística y burlesca de sus entrevistas, la imitación cuidadosa de sus gestos, de sus poses y de sus ademanes, la versión pachanguera y ridícula de sus canciones, el sentido iconoclasta de la visión de su mundo y la mofa de su estética.
Incluso para quienes amamos al conjunto de Liverpool, la película resulta extraordinaria y su perfil cómico pero inteligente, sagaz y certero demuestra el extraordinario trabajo que hay detrás.
Cuanto más se les conoce más se aprecia la agudeza y perspicacia del largometraje.
Yo soy la morsa.
Después de que un pequeño sketch sobre Los Rutles sufriera un inimaginado éxito en el programa Saturday Night Live, Eric Idle decidió que podría convertir esa idea en un documental escrito, dirigido e iterpretado por él mismo, en el que rendir homenaje a la famosísima banda inglesa además de crear una parodia deliciosa que no debería perderse ningún fan.
De la mano de un reportero dicharachero y bastante peculiar al que da vida el propio Idle, asistimos a un reportaje sobre la trayectoria cronológica de la famosa banda de Liverpool, The Rutles, que revolucionaron el mundo de la música a principios de los años 60 y se hicieron famosos por sus cortes de pelo y sus pantalones estrechos.
Son muy numerosas las caras famosas que hacen su aparición en este falso documental, muchas de ellas consagradas estrellas del humor salidas también de Saturday Night Live como John Belushi y Dan Aykroyd, aunque también se dejará ver por aquí hasta el mismísimo George Harrison, quien compartía una gran amistad con los miembros del grupo cómico Monty Python y, como suele ser habitual en él, procura estar bien disfrazado para que te vuelvas loca buscándolo en las diferentes escenas de la película.
También otras grandes figuras del mundo de la música, como Mick Jagger, dejan su testimonio en este divertido documental, hablando de hasta qué punto Los Rutles influyeron en su trayectoria artística. No obstante, aunque siempre es agradable reconocer alguna cara conocida en este tipo de películas, lo mejor que tiene All you need is cash son sus momentos de copio absolutamente el estilo de Los Beatles en tal canción, en tal videoclip o en tal momento de su vida, lo hago genial y eso te saca una sonrisa porque te estás dando cuenta del paralelismo .
Si conoces un poco a Los Beatles o te ríes un poco con los Monty Python, no puedes dejar pasar esta locura maravillosa.
No estamos ante la genial La Vida de Brian , pero esta divertida parodia de la vida de los Beatles tiene mucho del humor Monty Python. Siguiendo la estructura de un falso documental, vemos el auge y declive de la banda de pop de ajustados pantalones The Rutles. Incluso algún exbeatle como George Harrison se prestó a la broma.
Lo mejor, las canciones, como la genialmente absurda Cheese and Onions .
El humor británico es EL HUMOR. Nos gusté o no, su capacidad de abofetearnos el cerebro con una elegancia exquisita no tiene parangón, y aunque aquí no están los Monthy Pyton al completo no cabe duda de que Eric Idle se defiende la mar de bien. The Rutles es básicamente una coña de proporciones épicas a costa de los Beatles: no hablamos de una parodia, o un homenaje, sino de una sátira inmisericorde que plagia con tronchantes resultados toda la estética, sonido y peculiaridades de los cuatro de Liverpool. Ver las versiones delirantes (que por cierto tienen la calidad musical suficiente como para haber sido editadas) que se hace de los ñoños pero absolutamente geniales temas de The Beatles es toda una experiencia. Lo grande de The Rutles es que a pesar de dinamitar un Símbolo Nacional, tiene tanta elegancia y tanta chispa que nadie sale herido, y de hecho George Harrison hace un cameo. Desde un punto de vista cinematográfico es una comedia estimable, pero para aquel que le guste la música es imprescindible, aunque solo sea por ver a Mick Jagger y a Paul Simon haciendo el canelo. Pues eso, gags memorables, ocurrencias desternillantes y mucho ye ye ye y Oh baby hold my hand .