Sierra prohibida
Sinopsis de la película
Año 1870. Matt Fletcher (Marlon Brando) es un solitario cazador de búfalos que regresa a su pueblo, en la frontera de Río Grande, con un semental appaloosa. Su intención es dejar su vida nómada, asentarse y dedicarse a la cría de caballos. Por ello cuando un bandido mexicano, Chuy Medina (John Saxon), le roba el caballo, Matt hace todo lo posible para intentar recuperarlo.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Appaloosa
- Año: 1966
- Duración: 98
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Opinión de la crítica
Película
5.9
55 valoraciones en total
La película parte de un argumento interesante: a un gringo cansado y arrepentido de su pasado (Brando) le roban su precioso caballo unos sicarios mexicanos. Este es el desenlace que hace que su arrepentimiento se difumine y vuelva a emprender una lucha en busca de su propio orgullo.
Es la típica situación del hombre que no quiere sino que lo dejen en paz y al que las circunstancias obligan a la acción. La película se queda, sin embargo, en eso: meramente interesante. Furie peca de pretencioso y asume peor que mejor notables influencias del spaghetti western del genio Leone. Las interpretaciones son desacertadas y la película va decayendo a medida que avanza, resultando un western raro, un híbrido mal enfocado entre crepuscular y el film de autor.
Atípico western que mezcla a la perfección los elementos del género y que añade algo difícil de encontrar en una producción de este tipo: la poesía.
Poesía que transmite cada encuadre, cada plano escondido y que otorga veracidad y compromiso a la historia. Con un Brando que se sale del papel al interpretar a un americano al que los mexicanos roban el caballo.
Lucha entre los más arraigados tópicos del western, batalla entre la mujer que no quiere ser esclava del hombre, amores prohibidos y contumbres adaptadas por el apellido de dicha familia. Para nada convencional, aunque sí un poco el final, que deja un sabor agridulce. Se le podría haber sacado muchísimo más partido.
En fin, western mágico y obra maestra del género, que abdica en su obsesión por mostrar más de lo mismo. Sin premura y con ritmo pausado y exacto, dejando a un lado el típico mata indios o mata lo que sea, y que se centra más en las emociones, sensaciones y moral de los protagonistas. Una joya.
Estamos ante una película cuyo trasfondo ha sido visto en reiteradas ocasiones. Una situación no deseada que impulsa a alguien, que solo quiere que le dejen vivir tranquilo, a buscar venganza/revancha/justicia. Pero no es Sierra prohibida , a mi juicio, el mejor exponente de este subgénero y hay varias razones para ello:
1.- A Marlon Brando nunca me lo acabo de creer en estos papeles de vaquero o aventurero a los que pretende dotar de unas aristas morales que van más allá de la propia épica de la historia.
2.- Como ya se ha apuntado en otra crítica, el personaje interpretado por John Saxon me traslada que es un pobre desgraciado al que no quiere ni su madre, no por malo sino por tonto. Su novia, su ejército , su maldad…nada de esto es creible. Más parece la caricatura de un malo de película tópico que otra cosa.
3.- ¿y que decir del amigo Mateo/Marlon Brando?. No he visto a nadie más torpe en su intento de recuperar lo que era suyo. La trama es un continuo quiero y no puedo y me escapo porque lo dice el guion que acaba aburriendo y, por lo menos a mi, me sacó de la trama. Amigo Mateo, no se que hicieste con los confederados pero quizás influiste seriamente en que perdieran la guerra.
En definitiva es una película que no niego que pueda ser agradable de ver pero que a pesar de su metraje a mi me resultó lenta, y que acabé viendo con altas dosis de sarcasmo ya que más parecía una aventura de Pierre nodoyuna que otra cosa. Para mi está lejos de otras películas que pueden tener cierta similitud como la valorable Que viene valdez .
Marlon Brando siempre ha sido Marlon Brando, al menos en todas las películas que ví protagonizadas por él, siempre me ha dejado ese mensaje casi imperceptible que refleja su rostro, su mirada, su pose, y con los que parece no decir nada pero trasmite la esencia del alma misma del personaje que interpreta. En este western no hizo la excepción: no necesitó poner cara de malo para que conocieran su enojo y hasta donde sería capaz de llegar en la defensa de sus derechos abonados por la dignidad y sentimientos. Una vez más Brando aparece al lado de los marginados, sean estos indígenas, aborígenes, indios o mexicanos indigentes como en este film que, además por si faltara algo son su propia familia. Brando no es aquí el clásico y provocador pistolero que se encuentra con bandoleros y asesinos a los que hay que aplicarles la única receta posible como lo hizo siempre Clint Eastwood y otros en demostraciones épicas con excesiva hombría asumiendo la defensa de causas justas, este western muestra realismo de principio a fin, y mantiene la tensión y suspenso de un thriller. El director Furie juega con algunos primeros planos de rostros, precisamente buscando eso con lo que el espectador se deleita, y, si entre esos rostros está el de Marlon Brando el éxito queda asegurado. Muy recomendable para aquellos que gustan de los westerns sin adornos ni ornamentos.
Film realizado por el canadiense Sidney J. Furie ( Ipcress , 1965). El guión, de James Bridges y Roland Kibbee, se basa en la novela The Appaloosa (1963), de Robert MacLeod. Se rueda en color y technoscope, en exteriores y en los platós de Universal Studios. Producido por Alan Miller, se estrena el 14-IX-1966 (NYC).
La acción tiene lugar en Ojo Prieto (Texas) y varios lugares de Sonora (Méjico), en la década de los años 70 del s. XIX. Matt Mateo Fletcher (Brando), natural de Ojo Prieto, criado en una granja de Sonora, veterano del bando confederado de la Guerra de Secesión, regresa a su tierra natal para establecerse como criador de caballos.
La película combina los géneros de western, aventuras y ladrones. Explora los sentimientos profundos que el ser humano asocia a sus sueños y ambiciones, por los que es capaz de luchar realizando esfuerzos y asumiendo riesgos muy grandes. La codicia, el poder, el amor, el resentimiento, la venganza, el fanatismo y otros factores, son capaces de movilizar en el ser humano respuestas que tensan todas sus energías psicológicas, físicas y emocionales. En pocas ocasiones se ha tratado la relación entre sueño o proyecto con la movilización de respuestas apasionadas y enérgicas. Ante los estímulos exteriores, la persona humana tiende a generar respuestas que reproducen la percepción subjetiva del nivel de peligro, amenaza o riesgo. Esta percepción puede verse alterada por circustancias diversas: falta de información, información errónea, prejuicios, falsos supuestos, obsesiones, etc. Más allá del relato, el film desarrolla un inusual y seductor análisis de la condición humana y de su complejidad. Se inspira en Sergio Leone, John Ford y Howard Hawks. El ritmo narrativo es pausado y la narración traspira un tono histriónico y manierista. Las interpretaciones son notables, en especial la de Brando. El realizador despliega en la obra un estilo denso, barroco y personal, que reitera en su film posterior ( Atrapado , 1967). El fracaso comercial de los dos films, le obliga a buscar nuevas formas y nuevos caminos, dentro y fuera del western .
La música, de Frank Skinner ( Horizontes lejanos , A. Mann, 1952), aporta una hermosa partitura instrumental de aires criollos, que acompaña la acción con pasajes festivos, intimistas, fúnebres (contabajos), de suspense y otros, con un tema central alegre y pegadizo. La fotografía, de Russell Metty ( Espartaco , Kubrik, 1960), crea una atmósfera de congfianza e intimidad entre los personajes, en especial entre Mateo y Trini (Anjanette Comer), y el público, que se refuerza con primerísimos planos de rostros, encuadres de proximidad, escenarios escasamente iluminados, potentes contraluces, figuras aisladas y confesiones sinceras. Ofrece planos de magníficos paisajes. Western singular, correcto e interesante.