Samouraïs

Japón. Época feudal. En pleno corazón de un bosque de bambú, se desencadena un feroz combate entre varios monjes guerreros, que acuden al rescate de una joven embarazada, y el padre de ésta, un general caído en desgracia, que está decidido a dar muerte a su hija y a su peligrosa descendencia. Al morir en el combate, el general no logra evitar el nacimiento del demonio Kodeni. Época actual. La historia se repite. Kenji X, un joven programador de videojuegos se suicida ante los ojos de un grupo de asesinos que lo persiguen sin tregua. Con su muerte, se lleva a la tumba el secreto de un misterioso microprocesador ansiado por Kodeni, que cuenta ahora con 500 años de edad y es líder de una poderosa secta dedicada a la venta de videojuegos de combate. Entra en escena el comisario Morio Fujiwara. En el curso de las investigaciones sobre la muerte del joven Kenji X, el inspector Morio se ve atrapado en esta espiral mortal cuando, durante un interrogatorio, Kodeni enloquece y abre fuego en la comisaría de Morio, causando la muerte de un gran número de sus compañeros. Kodeni se dispone entonces a abandonar su anfitrión humano para reencarnarse en el cuerpo de la joven Akemi, la única hija de Morio, que reside en París. El espíritu del general medieval visita a Morio y le advierte de la maldición que ahora le acecha. Entonces, Morio decide irse a Francia. Afueras de París. Marco y Nadir son colegas hasta la muerte . Mientras Marco se pasa la vida en el gimnasio practicando artes marciales, Nadir no deja de meterse en líos. Sin embargo, estos dos insólitos héroes lograrán arrancar a Akemi de las garras de los hombres de Kodeni cuando éstos intentan secuestrarla. Sin darse cuenta, Marco y Nadir, tan patoso como siempre, se ven envueltos en la tragedia y deberán aliarse con Morio para luchar contra las fuerzas malignas de Kodeni antes de que sea demasiado tarde.