Rape Zombie 2: El éxtasis de los muertos vivientes
Sinopsis de la película
Un extraño virus provoca que los zombis se conviertan en violadores, cuyas víctimas se convierten también en muertos vivientes mediante el sexo. Los supervivientes deberán luchar para sobrevivir en un Japón apocalíptico.
Detalles de la película
- Titulo Original: Reipu Zonbi: Lust of the Dead 2 aka
- Año: 2013
- Duración: 70
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Opinión de la crítica
Película
3.1
54 valoraciones en total
Tras una exitosa primera entrega, al menos en Japón (y entre un público muy concreto, pero muy dado a gastarse los cuartos en este tipo de productos), el señor Tomomatsu creyó necesario ampliar este universo de sexo y terror chuscos con una doble secuela, porque sí, amigos míos, si una bazofia como ésta tiene éxito (seguramente por su narrativa y no por las domingas, por supuesto), ¿por qué buscar dinero fácil con una segunda parte cuando puedes hacer dos?
Rape Zombie 2 cuenta con menos sexo y terror (¿de verdad se le puede llamar terror a esto?) y se centra más en contar una historia, cutre, sí, pero una historia al fin y al cabo.
La historia en sí es muy simple. La mayoría de la población masculina del planeta se ha convertido en zombies ávidos de sexo, y no hacen otra cosa que violar a toda mujer que se les pone a tiro. Así pues, las mujeres deben unirse para defenderse de semejante escoria. Hasta aquí, el argumento puede resultar idéntico al de la primera parte. La novedad la encontramos en la presencia en dicha historia de un tipo de hombre al que no afecta este mal: ¡¡Los otakus!! (No diré nada más, ya que esto se explica muy bien en la peli. Si sois otakus, como yo, disfrutareis de la imagen que se ofrece de los amantes del manga y la animación japonesa en el film. Desternillante)
La película puede definirse con un solo adjetivo: cutre. Esta cutrez predomina en todos y cada uno de los aspectos del film (interpretaciones, efectos, personajes, etc.) Prestad atención a los movimientos de los actores cuando deben hacer como que caminan entre los escombros de una ciudad que no existe (el famoso fondo verde). Creo que nunca antes había visto unos movimientos tan estúpidos y poco creíbles: Andar sin avanzar un centímetro. Ridículo.
Se agradece que la película cuente con una pequeña banda sonora, ya la primera parte prácticamente carecía de ella. Igualmente se agradece la recuperación de algunos personajes de aquella, aunque apenas tengan relevancia (no será así en la tercera entrega, tal y como se muestra en el tráiler que aparece al final de la película).
También hay que agradecer que el sexo no inunde la pantalla cada cinco minutos tal y como ocurría en la película original, aunque hay tetas y culos más que suficientes para que los fans de la primera entrega no se sientan defraudados.
Poco más se puede decir de esta película. Apenas una hora de duración que no se hace demasiado pesada siempre y cuando te la tomes como lo que es: Una peli de serie Z hecha con cuatro duros, un ordenador de oficina, un guión de 6 páginas y unas chicas bastante agraciadas que muestran todos sus atributos para mantener al espectador pegado a la pantalla. Un entretenimiento pasajero con el que echar unas risas (mucho mejor en compañía).
Después de Ver Rape Zombie me dije a mi misma ?a que no hay huevos de ver la trilogía?. Era domingo y llovía, era mi mejor opción. No puede ir a peor la cosa, pensé. Ay! ilusa de mí.
Parecía que la cosa empezaba con una nueva historia. Un matrimonio entre las ruinas de Tokio intentando sobrevivir. Parecía que los efectos especiales habían mejorado: primera muerte zombie. Parecía que las Mujeres se habían organizado y controlaban a la masa. Parecía que EEUU acudía en su ayuda con un cyborg… Espera, un cyborg?? Mierda, ya se lió la cosa. Mi batidora hace menos ruído que este robot de última generación (En Cortocircuito, nº5 hacia menos aspavientos que este robot, actriz con peluca a lo Rocío Jurado).
Gastaron todo el dinero para los efectos especiales en los primeros 10 minutos de cinta. Ver a los pobres actores y actrices corriendo en el sitio sobre un fondo verde, es para cortarse las venas. Recupera a los personajes de la primera parte, algunos con más papel (el evolucionista que aún no sé si va de buenas o de malas), otros sacados de la manga por arte de magia y algunos nuevos que dan muy mal rollito (vease la doctora). Ah! y los malos malísimos esta vez no son los hombres-veneno sino los Otakus, dibujados como pobres marginados pajilleros y misóginos, ávidos de poder.
Más escenas lésbicas si es que ello era posible, y unos hombres-veneno mucho más asquerosos con un estilo más hentai (vease a Takeshi y su aparato), y una mejor banda sonora salvan un poco una cinta que podría desaparecer de la trilogía (¿y no podría desaparecer toda la trilogía), pero que aún así no evitaron que continuara con la tercera y última parte.
Lo mejor: la BSO más cañera y los hombres-veneno más grimosos. Y por supuesto, el esqueleto -venenoso en la cama dando lecciones de moral… OLÉ!
Lo peor: todo lo demás, para qué negarlo… Lo peor de lo peor, en spoiler
Los zombies violadores controlan la tierra del futuro. ¡Entra en acción la robo-guerrera ninfómana! , rezaba así en el DVD de la segunda entrega de Rape Zombie , subtitulada como El Éxtasis de los Muertos Vivientes , que mi amigo Fran alquiló para ver con un servidor y otros dos colegas más una noche fin de semana junto a unas cocas y unas hamburguesas…
…y vaya espectáculo presenciamos que casi se nos atraganta la cena. Yo, por mi parte, ya había visto la primera película (también con amigos, porque si no esto no se disfruta de ninguna de las maneras) de esta inclasificable, gamberrísima e infame saga que degenera como nunca el género de los muertos vivientes, una delicia de frikada grindhouse llena de gore de mal gusto, efectos CGI que hacían daño a la vista, maquillaje de barraca de feria, argumento que cabe en una servilleta de papel, diálogos ridículos a más no poder y peores actores…
¿Aunque todo eso importaba algo cuando teníamos a un montón de guapas japonesas medio desnudas o haciendo cosplay zurrando, disparando o cortando a unos zombies locos por violarlas? Aquello era puro cine Z de mazmorra, de cachondeo, para dejar la mente en stand-by poco más de una hora y diez minutos e intentar disfrutar de las chorradas que nos planteaba el mediocre Naoyuki Tomomatsu, quien, para no variar en su carrerón, siguió brindando a los amantes de lo bizarro otra producción de dos duros con todo lo que éstos deseaban ver: sangre y cuerpos femeninos.
Tanto es así que Rape Zombie tuvo su cierto éxito gozando de una buena distribución (lo puedo asegurar, que la he visto más de una vez en los estantes del Corte Inglés), y puesto que el abierto (e increíblemente patético) final ofrecido dejaba muchos interrogantes, el director decidió proseguir con las aventuras de aquella enfermera suicida y tortillera llamada Nozomi en una Tokyo (recreada en un espantoso croma) llena de zombies y devastada por aquel ataque nuclear de Corea (tranquilos, tendremos un buen puñado de flashbacks recordatorios antes de pasar a la acción)…o eso parece, ya que ahora la historia se desliga de ella presentándonos nuevos personajes y situaciones.
Por si fuera poco con los muertos-cachondos rondando por ahí, unos otakus chiflados (en posesión de un asqueroso super-monstruo con un miembro desproporcionadísimo) han tomado la ciudad con la idea de establecer un nuevo orden mundial, libre de mujeres, una pobre pareja, acorralada por éstos, será salvada por unas militares y llevada a un centro donde se han organizado un grupo de científicas y soldados mientras que una especie de cyborg (también mujer) ha llegado de EE.UU. para explorar el panorama y ayudar, supuestamente, a los heridos ( supuestamente porque se dedica a matar más que otra cosa). Y ya está dicho todo.
Tomomatsu reduce el nivel de sexo y aumenta el gore y los efectos especiales cutres (no sé si eso es bueno o malo) y nos obsequia con algo que no le hacía falta a una película como ésta: más diálogos y más trama , sobre todo en base a la organización tan imbécil que han creado los otakus , de hecho se nos explicará muy bien sobre los orígenes del anime y el manga y la peligrosidad de aquellos que lo siguen. De por medio sólo nos queda contemplar un montón de situaciones absurdas centradas en las relaciones amorosas entre las militares y en los experimentos realizados en el centro, donde veremos a un indescriptible ser hablando sobre la esencia de los muertos vivientes violadores (cosas que no nos interesan en absoluto).
En dicha onda sigue este sinsentido cuando, pasada casi una hora de metraje, hace su entrada Nozomi (en una escena espectacular ) recordando a Momoko, que se ha convertido en una especie de virgen salvadora de la Humanidad adorada por los otakus . Vuelven las explosivas Alice Ozawa y Yui Aikawa, ésta última con peluca rubia y convertida en el cyborg asesino con supuestas buenas intenciones, además del bueno (el único actor del que merece hablarse) Yuya Takayama y la guapa Saya Kobayashi, quien, para su desgracia, tuvo que hacer de idol (algo que ella odiaba), pero lo más interesante de todo es que el propio Tomomatsu aparece dando vida al cabecilla de los otakus (quizás la gente del equipo técnico).
Para rematar la faena, el director nos regala algunas escenas en plan avance de la siguiente entrega (las dos se rodaron juntas). Es decir, que Rape Zombie II actúa sobre todo de puente entre la primera y la tercera, sin aprovechar tan bien sus cualidades (alguna tendrá…) como la original y metiendo de por medio a un montón de personajes inútiles que tendrán mejores funciones en el futuro.
Todo sigue por el mismo camino pero al querer darle un toque más serio , en cierto modo, el resultado es muchísimo peor. A las risas de diversión las sustituyeron ceños fruncidos, medias sonrisas de incredulidad y manos delante de la cara para no presenciar tamaña sucesión de disparates…
pero tranquilos, que lo realmente malo está aún por llegar.