Pajaritos y pajarracos
Sinopsis de la película
Un hombre mayor y su hijo deambulan por campos y caminos, donde tendrán insólitos encuentros, entre otros se les aparece un cuervo que habla, y también San Francisco de Asís, que les manda predicar a halcones y palomas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Uccellacci e uccellini
- Año: 1966
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
Película
6.9
47 valoraciones en total
Comedia ácida y socarrona en torno al comunismo. El planteamiento es interesante. Una fábula de un viejo y un muchacho recorriendo el mundo, de camino hacia no sabemos dónde, y un cuervo negro que les acompaña y se convierte en una especie de Pepito Grillo. Pasolini aprovecha el tirón de Totó como actor de comedia costumbrista italiana para retorcer aún más el significado de la historia. Todo es irónico y burlesco, pero también simbólico. El comunismo y la utopía de la lucha de clases es un cuervo negro que no hace más que incordiar. Sin embargo, y aunque algunas ideas son verdaderamente originales (me quedo con los franciscanos predicando a pajaritos y pajarracos), la peli no ha terminado de engancharme. El paso del tiempo ha ido en contra de este film, su significado se apoya demasiado en la política y la cultura italiana del momento, y a día de hoy el film ha perdido fuerza. Y en cuanto al sentido del humor… Ejem, la comedia es destacable por lo grotesco y absurdo de algunas situaciones, pero gracia hace más bien poca. Al final se hace un pelín larga, porque una vez plasmado el mensaje ni los personajes ni la trama avanzan demasiado. Pasolini no podía hacer una comedia convencional, eso es evidente, pero el resultado de Pajaritos y pajarracos resulta a día de hoy irregular.
Si se entra a valorar simplemente esta película en el año 2019, fuera de ser de quien es y de su valor histórico y cultural, es una película que no respira la acidez con la que, supongo, rodaría Pasolini. Me cuesta creer que a alguien le pueda conmover esta fábula crítica y política, más allá de que uno se quiera conmover con esta obra al pensar quién la dirigió. Para comprender esta película bien habría que conocer el contexto social y político italiano de esa época, o haber vivido en aquella Italia. Esta película, tan particular, enmarcada dentro de un contexto tan concreto, sí es un ejemplo de que para entender perfectamente lo que cuenta deberías haber estado allí. No ocurre lo mismo con otras películas que sí pueden ser comprendidas en cualquier época y sociedad.
Obra aclamada por los expertos, es una muestra social humorística muy personal, como de teatro popular, improvisado.
Está llena de interpretaciones políticas, las más directas se encarga de proclamarlas el cuervo que acompaña al padre y al hijo, en una absurda caminata por campos y caminos.
El estilo teatral tiene que gustar al espectador para valorarlo, en este comentario cabe y se respeta a aquellos que logren captar los símbolos y las gracias, y que les guste la labor del protagonista, Totó, y, en general, esta especie de fábula.
Personalmente la gracia brilla por su ausencia, las situaciones son kafkianas pero sin ahogos, más bien ridículas.
Los pobres que se comen los nidos de golondrinas porque no tienen otra cosa y al recaudador, por tanto, le echa los perros el terrateniente, es de un humor muy patético.
Los horizontes sin finales, las líneas de gente que terminan en manifestaciones de duelo aparecidas porque sí, los diálogos tan memos, la muchacha en la cuneta como objeto de deseo… puede que tenga su público… Pero…
Cuando uno aconseja se compromete con declarar una intención hacia otro y pretender mostrar aquello que ha aprendido. También hay algo de soberbia en el consejo, pues se presupone la ignorancia (nunca lo suficiente). Y es entonces cuando un consejo consiste en pasar por encima, sobrevolar al otro.
Coloquialmente conocemos esa actitud como un repaso, un rapapolvos. Pero a éste le connotamos ciertas gratitudes alza-barbillas y suculentos delirios.
Pasolini, sin esta variedad discursiva de fanatismo y superioridad, nos da un repaso acerca de la historia y sus singulares pasos por fracasadas ideologías. A ello contrapone una comunidad de intenciones racionales a las que llamaron Comunismo por su inefable significación de totalidad.
En Pajaritos y pajarracos verás una comedia de profundo calado pero de simple eficacia. Un repaso ideológico con diferentes situaciones. Unos personajes que podemos ser todos. Sin embargo, no hay mucho de poesía en este camino que bastante tiene que envidiar a Fellini, Delibes o Machado.
Un consejo: prepárate para el repaso.
Película clave en la filmografía de Pasolini y un título célebre del cine de los 60. Un viejo y un hijo van caminando por las carreteras italianas encontrándose en su camino a un simpático cuervo quién comenzará a predicar un discurso filosófico y les expone un ideología marxista.
En un tono de abierta comedia, Pasolini efectúa más que una sátira, una destacable burla tal es el tono socarrón e iconoclasta del film. Al igual que Fellini, a Pasolini le gusta burlarse de los más trascendentales temas que conciernen al individuo, poniendo especial y divertido, también original, ensañamiento en la religión, concretamente la cristiana.
Ahora bien, esta fábula que divierte y provoca interés, en su burla filosófica e intelectualista, propone una desencantada reflexión acerca de la muerte del marxismo, de la concreción de la bella y utópica esperanza del triunfo de los humildes, de la llegada del reino de los pobres y parias. Excelentes interpretaciones del genial Totó y de Ninetto Davoli,