El sexto sentido
Sinopsis de la película
El doctor Malcom Crowe es un conocido psicólogo infantil de Philadelphia que vive obsesionado por el doloroso recuerdo de un joven paciente desequilibrado al que fue incapaz de ayudar. Cuando conoce a Cole Sear, un aterrorizado y confuso niño de ocho años que necesita tratamiento, ve que se le presenta la oportunidad de redimirse haciendo todo lo posible por ayudarlo. Sin embargo, el doctor Crowe no está preparado para conocer la terrible verdad acerca del don sobrenatural de su paciente: recibe visitas no deseadas de espíritus atormentados.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Sixth Sense
- Año: 1999
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
7.6
80 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Angelica Page
- Bruce Norris
- Bruce Willis
- Donnie Wahlberg
- Firdous Bamji
- Glenn Fitzgerald
- Greg Wood
- Haley Joel Osment
- Hayden Saunier
- Heidi Fischer
- Jeffrey Zubernis
- Jose L. Rodriguez
- Kadee Strickland
- Lisa Summerour
- M. Night Shyamalan
- Mischa Barton
- Olivia Williams
- Patrick McDade
- Peter Tambakis
- Samia Shoaib
- Sarah Ripard
- Tom McLaughlin
- Toni Collette
- Tony Donnelly
- Trevor Morgan
Imagina que vives con un terrible secreto que pesa sobre ti como una losa y que te marca con un estigma aterrador. Imagina que te sientes asustado día y noche porque tu pesadilla no descansa y no puedes librarte de ella. Y lo peor de todo es que tu problema repercute en tu vida normal y los demás se dan cuenta de que algo no marcha bien en ti. Ese problema siempre te acecha y altera tu comportamiento de tal modo que todos piensan que estás pirado. Aguantas una tensión continua e insoportable. Pero lo más frustante es que no puedes contárselo a nadie, porque sabes que no te creerán. Tu demonio personal te transforma en un ser alienado, te hace traspasar el muro donde termina lo tranquilizador y comienza todo lo que te da pavor. Estás solo, completamente solo, anhelando una mano comprensiva que se aferre a la tuya y te dé fuerzas. Nadie puede ayudarte. ¿O tal vez sí? Cuando entra en tu vida un hombre especial, un psicólogo infantil que es el único dispuesto a escucharte y tratarte de igual a igual, empiezas a vislumbrar una salida… Esa mano amiga que podría caminar a tu lado y ayudarte a sacar la fuerza que llevas dentro. A desempolvar al ser valeroso que se agazapa en algún rincón de tu interior.
Shyamalan se pasea por la pura esencia de los miedos, por el bloqueo que el terror provoca en nuestra capacidad de razonamiento impidiéndonos tratar de hallar una solución en medio de la crisis. Analiza con su característica sensibilidad, con su elegancia y sus sorprendentes trucos narrativos las bases del fracaso y las frustraciones personales y su repercusión en todos nuestros actos y nuestra calidad de vida.
Tenemos ante nosotros un poético estudio del proceso de aceptación de todo aquello que más nos cuesta asumir, aprender a vivir con ello y crecer interiormente buscando el modo de resolverlo.
Maravilloso Bruce Willis en el papel del psicólogo infantil entregado por completo a su labor, que pese a sus grandes logros siempre queda algún asunto pendiente que se cobrará su tributo… Y el gran profesional que hay en él no le permite aceptar la derrota y verá una segunda oportunidad en Cole, un niño cuyos antecedentes le recuerdan sobremanera a su único caso fracasado… Le prestará su oído atento, lo tratará con la dulzura y la comprensión que su vocación le imprime por instinto, y tratará de meterse en su mente y su corazón, esforzándose al máximo por desentrañar el conflicto. Mientras tanto, su vida personal está envuelta de distanciamiento y soledad, entre su mujer y él se ha abierto una brecha cada vez mayor…
Soberbio drama de suspense e intriga psicológica que va evolucionando impactantemente hacia uno de los mejores desenlaces de la historia del thriller.
El sexto sentido (1999) es la primera obra conocida del director y guionista de origen indio M. Night Shyamalan, tras Praying with anger (1992) y Los primeros amigos (1998), estrenada en España unos meses antes que El sexto sentido, también con un protagonista infantil, y que no vio casi nadie. Sin embargo, en 1999 todos fuimos al cine en masa atraídos por el argumento y salimos fascinados. Y esto sólo era el principio de un genio.
Un hombre con un problema por resolver que ve en un niño su tabla de salvación. Un niño con un secreto y con miedo que ve en el hombre alguien en quien confiar. El roce entre ambos es mínimo. De hecho, literalmente inexistente. Pero se necesitan el uno al otro para sobrevivir. Un Bruce Willis fuera de sus papeles habituales. Tan serio y distante, excelente. Un niño, Haley Joel Osment, atemorizado, anonadante.
M. Night Shyamalan, ahora convertido en director de culto, asombró al mundo con este inquietante relato sobre los unos y los otros, que se ha convertido por méritos propios en una obra maestra. Su terror psicológico, compuesto con los sustos y efectos especiales justos, vuelve los ojos a aquellos directores como Jacques Torneur, que practicaban aquello de sugerir en vez de mostrar con grandes resultados. El director, además, escribió un estupendo guión que recupera un imaginario que, aunque vestido con prendas del género de terror, remite a lo religioso.
Desgraciadamente, muchos no supieron apreciar al talento del cineasta (con influencias de Hitchcock, Spielberg y otros tantos a las espaldas) hasta El protegido, obra más madura, pero menos redonda y eficaz. Y las obras maestras continuaron con Señales, El bosque y La joven del agua. Y las que quedan…
La música merece un párrafo aparte. Las películas de Shyamalan no serían igual de mágicas si no fuera por el trabajo de James Newton Howard. En este caso no hay un tema central contundente que sirva para conducir a la historia, pero la música se acopla de tal forma a las imágenes que el resultado es grandioso. Newton Howard, siempre correcto, con multitud de bandas sonoras que son obras menores, nos regala sonidos maravillosos.
El sexto sentido es una lección de cine permanente, de una profundidad pasmosa. Más allá de los momentos estremecedores, la escena del atasco, un prodigio de concisión que le permite a la madre, una estupenda Toni Collette, comprender por fin el drama de su hijo, resume las virtudes de un guión que soporta una y otra revisión, cuando la mayoría de las películas recientes se desmoronan a la primera. Verdadero revulsivo del género, su éxito tampoco radica en la sorpresa de un final ingenioso, sino en un saber hacer que queda patente en cada minuto de metraje. Dichosos los que todavía no la han visto. Disfruten del genio.
Casi he empezado esta crítica con Érase una vez un hombre… .
Pero a punto de escribirlo no he sabido muy bien si quería referirme a Bruce Willis o a M.Night Shyamalan.
Tengo que echar marcha atrás y recordar lo que sucedió cuando El sexto sentido irrumpió en las carteleras españolas hace más de diez años. Su éxito y su famosísimo final generaron un hype descomunal que se convirtió en tema recurrente de conversación durante pausas del café, recreos de instituto y reuniones de amigos. ¿Has visto la de Bruce Willis de los fantasmas? , ¡Ssssh! ¡Que ésta no la ha visto! . Mi hermano fue a verla antes que yo y me anduvo amenazando con soplarme el final hasta que le perjuré ir a verla, esfuerzo en vano puesto que al final sí me lo sopló antes de entrar en el cine.
En fin, una vez vista me gustó, le puse un 6 o un 7, recuerdo, me aburrí un poco eso sí también lo recuerdo y a otra cosa mariposa. Tiempo después estrenó Shyamalan El protegido y El bosque que me fascinaron y me descubrieron a una auténtica rara avis del mundo del cine: el autor con poderes para unificar criterio y masas. Pensé que, debido a esto, le debía una revisión a El sexto sentido y hace unos días se me presentó la oportunidad de hacerlo. Lo que no sospechaba es que aquel olvidado primer visionado me prepararía el terreno para un fenómeno mucho más sorprendente que mil sorprendentes giros finales y que llamaremos, por ejemplo, el fenómeno del segundo visionado .
La primera vez que la vi, digamos que no era consciente de lo que era. La segunda vez que la vi, era consciente de lo que era y sabía que estaba viendo una diferente película. Redescubrí la perspectiva desde la cual debía verse esta película. Y donde había creído ver un simple discurrir de intriga con algunos sustos poco afortunados, encontré algo nuevo, algo que me provocó emociones, sentimientos, conmociones, estupor y temblores: todas esas cosas que debe provocar una buena película. Pero para llegar a esto tuve que saber que los espectros no son los espectros y que la única respuesta válida para todas las preguntas que nos interesan de la llamada otra vida es algo así como: Todos los días .
Recordaba una lejana película de intriga y me encontré con la historia de fantasmas más triste del mundo.
Estarán de acuerdo conmigo en que esta frase, forma ya parte de la historia del cine sin lugar a dudas. El sexto sentido es de esa clase de películas, en las que el espectador sale burlado después de verla y es el director el que gana, ya que durante el transcurso de la misma, se va configurando una opinión y se va creyendo aspectos, que luego resultan ser de otra manera, hasta el punto de comprender que hemos sido engañados completamente.
A mí particularmente es el género cinematográfico que más me gusta, pues me maravilla que me hagan pensar, además de entretenerme y que poco a poco, vaya descubriendo que nada es lo que parece. Por todo ello, el trabajo del señor Shyamalan me parece un derroche de imaginación y de originalidad en todos los sentidos.
La pena es que después de ponerse el listón tan alto, el director no ha vuelto a dar la talla de esta manera y se ha perdido en artificios, que cada vez son menos sorprendentes. Pero bueno, eso es ya otro tema, pues de lo que estamos hablando es de uno de los mejores trabajos en la carrera de Bruce Willis y en el descubrimiento de Haley Joel Osment, como estrella de este mundo y es que sin él, la película no hubiera sido lo mismo.
En fin, poco más queda por añadir, prepárense para asistir a una gran historia, a pasar miedo, a inquietarse por desentrañar la intriga y sobre todo, a quedarse con la boca abierta con el final de la película, pues esos segundos en los que todo se pone patas arriba, son simplemente una obra de arte y una fiel expresión, de lo más puro que representa el mundo del cine. Además, cada vez que la vean descubrirán nuevas facetas de la trama y le irán encontrando explicación a todo, con lo que no esperen más y a ver si también ustedes logran ver a los muertos que nos rodean.
Genial aproximación al género fantástico, que recupera en este film el pulso de las historias de atmósfera absorbente, sobre las últimas muestras del género, centradas en el efectismo y el sobresalto.
Shyamalan destaca por la escasa artificiosidad y el clasicismo de sus planos, así como por una excelente dirección de actores, en la que destaca la labor de Haley Joel Osment, capaz de despertar por igual, la ternura y el deseo de protección, como la inquietud más sobrecogedora ( en ocasiones veo muertos ).