Nada que declarar
Sinopsis de la película
El 1 de enero de 1993 se creó la Eurozona. Dos agentes de aduanas -un belga y un francés- se enteran de que sus puestos en la frontera están a punto de desaparecer. Para Ruben Vandervoorde (Poelvoorde), el agente belga, la francofobia es una tradición familiar. El agente francés Mathias Ducatel (Dany Boon) es enemigo declarado de Ruben y está secretamente enamorado de su hermana. Para sorpresa de todos, Mathias y Ruben olvidan sus antiguas rencillas y deciden trabajar juntos, peinando las carreteras rurales fronterizas con un vehículo especial de las aduanas internacionales: un Renault 4L a punto de ir al desguace.
Detalles de la película
- Titulo Original: Rien à déclarer
- Año: 2010
- Duración: 108
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Opinión de la crítica
6
96 valoraciones en total
Divertida película del cómico francés Dany Boon. Digo cómico y no director aposta, ya que es claramente más lo primero que lo segundo. El planteamiento inicial es curioso y el desarrollo posterior bastante digno. Todo va fluyendo sin grandes estridencias para llegar a un resultado final que te deja con la sonrisa suspendida en la boca. Sin embargo, el resultado final es inferior a la anterior película de Boon de tan agradable recuerdo. Hay una evidente exageración del papel del aduanero belga, como xenófobo belga-antifrancés que es permisible como licencia artística, pero que a la larga le resta al film de una mayor consideración por parte de quien la juzgue.
Esta exageración es más chocante si tenemos en cuenta que se obvia por completo el conflicto flamenco-valón. Quizás en la versión doblada al castellano no nos demos cuenta, pero si la vieramos en su francés natal se entendería mejor lo que digo. De todas formas ya para acabar y retomando el espíritu con el que comenzaba, una película que te devuelve el dinero pagado por la entrada, que ya es mucho viendo como está la cartelera. No por repetido es menos cierto.
Grata sorpresa me da el cine francés con esta curiosa y simpática oferta cómica que utiliza a la enemistad franco-belga como ingrediente principal.
El contexto de la unificación europea en 1993 sirvió como excusa perfecta para que Dany Boon nos cuente una ingeniosa y delirante historia acerca del crudo racismo y la xenofobia que existe entre países limítrofes como son Francia y Bélgica. La creación de la Eurozona obligaba a actuar en forma conjunta y a pensar en común, ello obviamente que sería un gran obstáculo para aquellos que veían a sus vecinos como enemigos invasores.
Así, en forma jocosa y con un tono muy desvergonzado se traza una comedia disparatada, donde dos cuidadores de aduanas, uno francés (Dany Boon) y otro belga (Benoît Poelvoorde), deberán adaptarse a actuar en forma cooperativa para contrasrrestar a los contrabandistas y narcotraficantes que pasan por las rutas donde ellos tienen ahora jurisdicción conjunta (allí radica gran parte del humor, en ver cómo dos personas que tienen sus serias diferencias por el sólo hecho de vivir en países distintos y ahora deberán vencer la rivalidad y el odio para actuar cooperativamente).
Es una comedia con mucha chispa, ingeniosa, ocurrente. Yo sinceramente no creía que el tema de las aduanas y el odio entre países limítrofes pudieran tener mucho potencial para hacer reír al espectador. Pero me equivoqué, porque la cinta es muy divertida y pícara, a lo cual además se suma el enorme carisma de los actores protagónicos, los cuales están todos geniales en sus interpretaciones.
Eso sí, no es una película para todos los paladares, el humor es bastante grueso, por tanto quienes gusten de comedias sofisticadas no encontrarán muy apetecible a esta propuesta.
Aún así creo que es un filme destacado, con bastante inspiración en los gags y encima no se rebaja a soltar moralinas baratas en contra de la xenofobia y el racismo, sino que en muchos casos acentúa y perpetúa en forma jocosa lo que indirectamente critica (ello no deja de ser arriesgado y valioso por ende).
Como dije antes, las disputas fronterizas y la enemistad franco-belga son los ingredientes principales de esta comedia que también tiene algo de buddy movie con enredos, otro poco de romance con amores prohibidos y bastante de humor gráfico grueso y disparatado.
Me divertí de principio a fin, no se me hizo larga, me gustó el saludable ritmo narrativo y la enjundiosa puesta en escena, el tema musical de la banda sonora es muy pegadizo, la ambientación y los paisajes del filme son muy bellos, además de que me cayeron muy simpáticas las actuaciones todas.
Por ello se gana justamente mi 7 de valoración.
Voy a explicar qué NO te encontrarás en esta película:
-originalidad: la trama principal es un enredo de corte sentimental y el envoltorio una buddy movie (peli de colegas), para colmo dos policías que se llevan mal.
-diálogos a lo Woody Allen.
-Bajezas a lo Torrente.
-Grandes mensajes y profundas charlas después de la película en torno a un café.
Y ahora qué es lo que hay:
-Una comedia que te hace reír y pasar un buen rato.
-Gags muy variados, desde el slapstick (golpes, caídas, etc.) hasta los juegos de palabras, imitaciones de acentos (por eso sería ideal verla en versión original) y situaciones comprometidas para el protagonista.
-Un argumento previsible, que, milagrosamente, no empaña el resultado final.
-Personajes secundarios bien definidos. Obviamente, exagerados, pero muy marcados y reconocibles desde su primera aparición.
-Una estupenda actuación del coprotagonista, Benoît Poelvoorde, que parece un trasunto de Antonio Recio, el pescadero maligno de la maltratada serie de Telecinco La que se avecina.
Y he aquí el secreto: el director no se complica la vida. Hace de la escasez, virtud, y te llena la pantalla de principio a fin con momentos divertidos.
Ni más ni menos.
Si te gustó Bienvenidos al Norte, ésta te gustará más, pero ojo… la estructura del guión es, en el fondo, bastante parecida.
Sorprende, además, que casi sin proponérselo Dany Boon haya conseguido universalizar la rivalidad entre belgas y franceses. No hace falta licenciarse en Historia para reconocer en sus infundadados estereotipos y puyas esa afición que todos tenemos a buscar enemigos entre los vecinos, porque, y puede que éste sea el mensaje de la película, es más fácil culpar a los demás que mirarnos al espejo.
No sufras, porque la película no se pierde en filosofías de bolsillo ni por un instante. Esto es cosa mía.
Conste en acta que es un gran cumplido el título. Considero a Ibáñez uno de los genios inimitables de nuestro país, y a sus agentes de la TIA, dos de los tipos que han forjado todo el sentido del humor de una generación. Así pues, las peripecias de los protagonistas son totalmente extrapolables al cómic del genio del lápiz. De hecho tiene un toque muy P.Tinto en otros tramos. Hecha la aclaración…
Para mi gusto es la mejor de Boon. Más cercana y sencilla. Llevando el absurdo a un punto de inteligencia nada enrevesado (en esto mejora) y sobretodo muy humano.
Una historia con un protagonista (Poelvoorde) en un papel sublime. Un personaje que presumo podría ser el Walter de Big Lebowski que el Ibáñez al que hacía alusión dibujaría. Una parodia constante, que usa como excusa el racismo para regalar humanidad con sentido del humor. (la escena con el niño y la luna es deliciosa por ejemplo).
El film es ligero, simpático y con humor gabacho . Le pierde el querer tener algo de comedia romántica (y eso no nos engañemos, pero no es algo que los franceses dominen), el hacerse bastante obiva y predecible en ocasiones, y sobretodo la poca fuerza del resto de personajes.
Aún así, lo pasaréis bien.
Después de haber visto Bienvenue chez les Chtis me obligué a ver esta película ya fuera porque siguiera la misma línea o, lo que era más probable, que después de una gran película esta no tuviera tanto gancho. Nada que ver, sin querer despreciar a las otras películas de Dany Boon ésta me ha parecido genial, se desarrolla de manera muy ligera y combina el humor inteligente con el tipico humor gráfico un poco chorra que siempre te arranca una carcajada. Si bien la historia sigue una línea bastante predecible es narrada de una manera que no se hace nada pesada.
Para las personas que les guste el cine francés en versión original esta película es mucho más sencilla de comprender que Bienvenue chez les chtis .