Mis queridísimos hijos
Sinopsis de la película
Chantal y Christian viven una jubilación tranquila. Pero desde que sus hijos Sandrine y Stéphane abandonaron el nido, no los ven demasiado. Las oportunidades de reunirse en familia son cada vez más escasas. Cuando sus hijos les anuncian que no vendrán a celebrar la Navidad, ya es demasiado para Chantal y Christian. Entonces deciden hacerles creer que les ha tocado la lotería.
Detalles de la película
- Titulo Original: Mes très chers enfantsaka
- Año: 2021
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
Película
5.4
48 valoraciones en total
Las relaciones entre padres e hijos es una temática que ha dado multitud de comedias a lo largo de la historia del cine. En algunos casos con muchísimo acierto (al estilo de Pequeña miss Sunshine, por ejemplo) y otras con un nivel mucho más bajo y que todos nos hemos encontrado más de una vez en las películas de sobremesa de algún canal de televisión pensando en por qué estábamos viendo eso.
En esta ocasión, nos llega desde Francia Mis queridísimos hijos, película que llegará a los cines de nuestro país el 1 de julio, y que se sitúa en una muy buena posición en lo que a divertimento se refiere (De hecho, tengo la sensación que es la típica película que Santiago Segura podría convertir en remake en no mucho tiempo).
La cinta parte de una premisa bastante sugerente: Unos padres, cansados de que sus dos hijos pasen de ellos y que sólo les llamen por interés, deciden fingir que han ganado muchísimos millones en la lotería para conseguir que sus hijos se acerquen a ellos de nuevo y volver a retomar el contacto.
Como os podéis imaginar, esta broma irá muchísimo más lejos de lo que debería ir en condiciones normales y acabará provocando multitud de situaciones cómicas, malentendidos y problemas de distinta índole tanto para los hijos como para los progenitores.
Sinceramente, creo que el largometraje francés controla francamente bien cómo manejar las situaciones cómicas. Hasta el punto que durante gran parte de la cinta vas encadenando sonrisas y/o carcajadas mientras avanza la historia de la familia. El retrato de esos hijos parásitos, tan absolutamente interesados, caricaturizados y materialistas está muy bien trazado y cuando el guion se ríe de ambos personajes es cuando mejor funciona. Además, el dúo de actores que los interpretan sabe mantenerse en esa fina línea entre el patetismo y el egoísmo exacerbado, hecho que permite al espectador reírse bien a gusto de las desgracias que les puedan ir ocurriendo.
Por otra parte, la pareja que interpreta a los padres (Josiane Balasko, Didier Bourdon) está de diez en todo momento. Tanto en la química entre ellos como en las escenas que comparten con sus hijos. Ambos funcionan a la perfección y, claramente, me parecen lo mejor de la película entregándonos momentos desternillantes y en los que fácilmente nos pondremos de su parte.
Huelga decir, eso sí, que si para mí tiene un pero esta película es que, quizá, yo habría agradecido algo más de profundidad dramática. Está bien que quieran darnos una comedia sin más pretensiones. Y yo, particularmente, me lo he pasado fenomenal en el visionado. Pero si que debo reconocer que, en algunos momentos, el trasfondo dramático de algunas situaciones pedía ponerse más serio y profundizar más en algunos aspectos realizados con los vínculos familiares que dejan un poco en el aire.
En definitiva: Creo que Mis queridísimos hijos es una buena y muy divertida comedia francesa. Cuyos gags funcionan francamente bien y con la que es sencillo pasar una hora y media riendo y desconectando ante la pantalla sin más pretensiones que el mero entretenimiento y el de vivir un rato agradable de cine. Podría haber sido más, es cierto, pero lo que ha acabado siendo es suficientemente divertido e interesante como para que valga la pena su visionado. Si os apetece una buena comedia familiar, esta es una más que aceptable propuesta.
Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv
Técnicamente una buena comedia, con una historia detrás, con humor, con buenos personajes e interpretaciones. En nuestro país vecino nunca han dejado de moverse bien en un género en el que nosotros con buenos comediantes no sabemos brillar con la misma intensidad.
Historia y guión. Y humor. Y secundarios que, aunque sobreactuados, roban sus escenas enteras (hablo del jefe del hijo).
Creo que en España se abusa del factor de actores de cierto renombre para tapar la falta de guión. Aquí no.
Y añado, no es una película llamada a hacer historia, pero creo que es imprescindible apoyar este tipo de cine para que siga habiendo cine en salas aunque no venga firmado por Disney.
Recomendable sobretodo para un público de 30 para arriba (posiblemente el que hoy no pisa tanto las salas de cine). Y si pueden verla en cine, mejor: en pantalla grande siempre se disfruta más una película.
Último comentario, ¿tendrá remake español? ¿Y será ese el problema, el no hacer nada original?
… no les toca a esta familia de gorditos, ¿o sí?
El cine francés cultiva el subgénero comedia amable sobre los conflictos familiares actuales y en ese campo consigue a veces notables frutos, esta no es una de esas veces.
Aunque resultan simpáticos los personajes, el cuadro resultante es de trazo demasiado grueso, las situaciones repetitivas y el final (que aproximadamente podemos todos imaginar) algo tramposillo.
Pero es una buena película para sestear, agradable, sin estridencias y sin exigencias. Puedes verla sin recelo, amigo filmaffinitista.
El cine galo sabe brillar en el género de la comedia. Como otras semejantes, esta cinta cuenta con un buen guion, personajes divertidos, humor y actores veteranos. Por eso, aunque no destaca especialmente ni es desternillante, funciona para gran parte del público.
La trama exprime el ya conocido síndrome del nido vacío y crea situaciones cómicas alrededor del matrimonio que lo padece. Sin embargo, no es un film de bromas ligeras, sino que además propone una reflexión acerca de la codicia y la balanza entre los valores del dinero y la familia.
Es de agradecer también que no haga chistes de mal gusto ni se exceda en el metraje, aunque quizá hay escenas sobreactuadas y coyunturas que no complacerán a todos. Básicamente, Mis queridísimos hijos es una película para pasar un buen rato sin más pretensiones.
http://www.contraste.info
*El síndrome del nido vacío
El síndrome del nido vacío es la sensación que tienen los padres de anhelo y pérdida cuando los hijos se independizan del hogar familiar. Algunos padres, claro. Otros lo celebran como si no hubiera un mañana y merecido se lo tienen.
En Mis queridísimos hijos, Christian y Chantal no consiguen desprenderse de su tristeza y deciden que les toque la lotería. O sea, se inventan que han sido premiados con 18 millones de euros y al olor de la posible herencia, sus hijos, Sandrine y Stéphane, se vuelven muy, pero que muy cariñosos. Los dos pájaros comienzan a preguntarse qué podrán hacer con la millonaria cifra.
*Comedia elegante y costumbrista
En lo personal, me gustan las historias familiares, siempre que no sean trilladas y no suenen falsas. Mis queridísimos hijos es un caso muy a la francesa y además la premisa me ha parecido irresistible y bien construida. Unos padres, que además son jubilados, se ríen de sus pequeños para poder verlos más a menudo. El dinero es el cebo para intentar que los hijos vuelvan al nido familiar.
Los personajes se dibujan como extravagantes, un poco fuera de la realidad, e incluso un poco penosos, en diversos grados. Pero al mismo tiempo, todos ellos son frontales, van de cara, sin nada de astucia, lo que hace que resulten conmovedores y el espectador se ría un poco con ellos y un poco de ellos. El vestuario en la transición de la clase media a la clase alta es hilarante así como el uso de todo tipo de estratagemas para dar una lección a sus dos pequeños.
*Reparto y aspectos adicionales
El reparto, bien equilibrado, está compuesto por Josiane Balasko como la madre y por Didier Bourdon como el padre de las criaturas. Sandrine, la hija, es interpretada de manera jovial por Marilou Berry, actriz francesa. Ben -cómico francés- hace del desesperado e ilusionado hijo que se siente un hombre feliz por la nueva riqueza de sus padres. ¿Qué harán ante el chasco previsto? Como es lógico el espectador tiene más información que los propios personajes de Mis queridísimos hijos. La cineasta tira de ese hilo casi hasta el final para ganar la complicidad del público.
Fabienne Katany, jefa de vestuario, y Carlos Conti, escenógrafo son decisivos en la técnica. La dirección artística es adecuada en la recreación de la casa de Chantal y Christian que no se ha movido un pelo desde que sus hijos se fueron.
*Conclusión
Mis queridísimos hijos entretiene y me parece una comedia aceptable, colorida y bien planteada. La idea de mostrar los muchos excesos de los que ganan millones en la lotería es muy divertida. Asimismo en el tercio final del filme aparece una gran sorpresa en forma de billete de lotería realmente premiado. Con ello, Alexandra Leclère consigue una nueva vuelta de tuerca y enreda más una comedia ya bastante bien enredada.
Escrito por Miguel Pina