Paisaje después de la batalla
Sinopsis de la película
La Segunda Guerra Mundial ha terminado, pero los supervivientes de un campo nazi descubren que, en esencia, nada ha cambiado: el totalitarismo nazi ha sido simplemente sustituido por otro totalitarismo de distinto signo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Krajobraz po bitwie aka
- Año: 1970
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
6.6
96 valoraciones en total
Se trata de un film situado en el mismo momento histórico que un film previo de su director como Cenizas y diamantes (Popiól i diament, 1958), esto es, en la inmediata posguerra, sólo que trasladando la acción de la Polonia liberada a los polacos que vivían en los campos de concentración nazis en Alemania, luego trasladados a otros campos gestionados por los aliados.
Sin embargo, es un film que ni de lejos llega a la altura de Cenizas y diamantes : hay demasiado diálogo, demasiada poca acción, y no queda bien explicada ni la situación de los protagonistas, ni el contexto histórico en el que transcurre la acción. Paisaje… es como un episodio de la vida del protagonista que necesita un manual de instrucciones para entenderlo bien, sin que Wajda lo proporcione al espectador. El personaje protagonista, un joven poeta, es interesante, pero el entorno creado a su alrededor es plano y aburrido. En suma, es una obra interesante que no llega a la altura a la que podía haber llegado.
Es de esas películas, que a pesar de los muchos años que hace de su visionado, siguen teniendo una gran validez.
Para mí es una de las más notables de este director, con una interpretación memorable de su protagonista.
De las que se tendrían que pasar en los coles.
138/22(20/05/20) Interesante y sugestivo drama polaco dirigido por el combativo políticamente por Andrzej Wajda, un tema prometedor sobre cómo vivieron la ‘liberación’ los presos de los campos de exterminio. Basado en la historia La batalla de Grunwald del polaco Tadeusz Borowski, basado en una de las pocas historias cortas de Borowski, quien durante la Segunda Guerra Mundial fue prisionero de los campos de Oswiecim (en alemán Auschwitz), Dachau y Dautmergen. Borowski en sus libros describe la vida inhumana en los campos nazis desde el punto de vista del vorarbeiter (capataz) Tadek que también estaba en posición privilegiada entre los prisioneros. En la película, Wajda cambia el punto de vista del Vorarbeiter Tadek (personaje ficticio) por Tadeusz Janczar) solo juega un papel secundario. La historia se centra en el poeta, destruido, quemado por la guerra y el encarcelamiento, y su relación amorosa de un día con Nina, joven judía que escapó de la Polonia comunista, aunque en realidad odia la vida y la mentalidad judía. Se trata de un film situado en el mismo momento histórico que un film previo de su director como Cenizas y diamantes (Popiól i diament, 1958), esto es, en la inmediata posguerra, sólo que trasladando la acción de la Polonia liberada a los polacos que vivían en los campos de concentración nazis en Alemania, luego trasladados a otros campos gestionados por los aliados. Un relato cargado de amargura existencial, de pesimismo, de desesperanza, de dolor por lo vivido, donde se habla del patriotismo polaco, del catolicismo, del comunismo, del judaísmo, de los nazis, del miedo al futuro, de la cultura (representada en los libros), ello en medio de una conmovedora historia de amor de dos almas heridas. Pero tiene entre sus defectos que parece demasiado artificiosa, por momentos acartonada en su dramatismo, donde los personajes son un tanto difusos en sus maneras de comportase, esto resta capacidad de hondura.
La acción tiene lugar en las instalaciones de un antiguo campo de concentración en Alemania Occidental, liberado por las tropas estadounidenses. El campo de concentración por decisión estadounidense se transformó en un campo de refugiados, pero los prisioneros aún no pueden abandonarlo. El ambiente entre los prisioneros es tenso, hay constantes disputas y disputas. El personaje principal de la película, el poeta Tadeusz (Daniel Olbrychski), experimenta una fuerte crisis psicológica e ideológica después de su estadía en el campo y no puede comunicarse con los ex prisioneros. Un día las mujeres vienen al campamento. Entre ellos se encuentra una joven judía polaca, Nina (Stanislawa Celinska), con quien traba una amistad. La mujer lo insta a escapar con ella.
Tiene un bello inicio con esa visión de ese campo de concentración nazi (la típica imagen que tenemos en nuestra imaginario) nevado, vemos a los prisioneros acercarse en masa a la valla, no hay guardias en las torres, los alemanes han huido, los presos con picos y azadas echan abajo el alambre de espino y salen de allí entusiasmados con su libertad, llegando a otro campo donde hay otros presos a los que se abrazan alborozados, y ello adornado por la hermosa música de Vivaldi y sus Invierno de las Cuatro Estaciones. Hacen un fuego donde queman sus vestimentas de presos en medio de una fiesta alegre. Vemos como se toman cumplida venganza contra un guardia nazi al que entre todos hunden el fango helado. Pero poco después nos damos cuenta que su agonía aún no ha terminado, sus liberadores estadounidenses no saben qué hacer con ellos, y deciden volver a encerrarlos en un campo de refugiados, ya no serán esclavizados, pero su libertad sigue coartada, incluso tienen castigos. En el centro del relato está Tadeusz, joven polaco escritor, obsesivo lector de libros. Con él paseamos por diferentes situaciones donde se arremete contra los americanos caricaturizándolos, hay debates políticos en los que deja entrever una actitud crítica hacia la Polonia que se avecina, hay un hambre atrasada que arrasa con toda dignidad humana. Subyaciendo en la historia un antisemitismo rancio, ello reflejado en el trato condescendiente a los hebreos en el campo.
Tiene claros defectos en la ambientación, pues estos prisioneros no responden al imaginario de cuerpos endebles que todos tenemos en mente al pensar en campos de exterminio liberados, esto va en contra de que nos creamos su desesperación. Como tampoco me resultan realistas las bellas mujeres que aparecen, con sus cabellos largos que vuelan al viento. El colmo es la ‘amarillista’ escena en que vemos como los presos atosigan a una mujer alemana hasta casi desvestirla, dejando al aire su pechos, esto me es un acto innoble en el modo que parece querer mostrar algo de erotismo en medio de la barbarie, pues la mujer es una beldad con unos senos perfectos, yendo en contra del propio mensaje asceta de la película, me chirria muchísimo esto, acrecentado por que quien se supone la va a proteger pasa de taparla (puaj!), También es una película que terminan por hacerse pesada en algunos tramos que pretende más de lo que da, con muchas conversaciones ‘paja’, Hay buenos momentos, como la misa que se da en la plaza del campo de refugiados. Tiene estremecedoras historias de los campos de exterminio nazi (incluso de canibalismo). Tiene la venganza de los prisioneros contra un guardia nazi ahogándolo en el fango. Tiene la quema de un muñecote de las SS. El gitano que toca música al arpa. Pero le falta ‘chicha’, una historia orgánica que te haga removerte para escapar de los lugares comunes que todos esperamos. Incluso final me resulta además de previsible muy manufacturado para manipularte emocionalmente. Aunque lo que ocurre después si queda muy bien para definir al protagonista que parecía sin sentimientos.