Mi hermana Elena
Sinopsis de la película
Las hermanas Sherwood llegan a Nueva York para probar fortuna. Mientras que Elena quiere ser actriz, Ruth, que es escritora, confía en encontrar un editor que crea en su talento. Elena es guapa y tiene mucho éxito con los hombres,en cambio, Ruth, que no se considera nada atractiva, cree que acabará siendo una solterona.
Detalles de la película
- Titulo Original: My Sister Eileen
- Año: 1955
- Duración: 107
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes obtener una copia de esta película en formato 4K y HD. Seguidamente te mostramos un listado de fuentes de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
6.4
58 valoraciones en total
Entretenida comedia musical sobre dos hermanas que llegan a la gran ciudad y sus esfuerzos para salir adelante solas lejos de su pueblo.
Ruth, Betty Garrett, la hermana mayor, es escritora y siente celos de su hermana menor, la guapa Janet Leight, que sin quererlo atrae a todos sus pretendientes. Ruth se enamora del editor, Jack Lemmon, de una revista literaria, donde se presenta para publicar sus cuentos, y esta vez no está dispuesta a que la cosa acabe mal. Añadamos unos vecinos excéntricos, dos pretendientes que persiguen a la bella Elena, junto con unas situaciones disparatadas, aderezado todo ello con numeros musicales bastante buenos, y la película consigue un bonito entretenimiento.
Por cierto, Jack Lemmon canta, y no lo hace nada mal. Acaso lo dudaban.
Richard Quine es un cineasta de mil caras distintas. Productor, guionista, director y también, en su niñez, actor (en títulos como Jane Eyre, de 1934), reúne una carrera irregular pero muy interesante. Su mejor época tras la cámara tuvo lugar en los cincuenta, con títulos como la fenomenal cinta negra La casa número 322(1954), con Fred MacMurray y Kim Novak, las entretenidas comedias, Me enamoré de una bruja (1959), de nuevo con Novak, Lemmon y James Stewart, o La indómita y el millonario (1959), en la que Jack Lemmon sufre en el reparto a Doris Day, y el estupendo musical que hoy nos ocupa Mi hermana Elena (1955), por cierto, elegido por Godard como una de sus diez películas favoritas de 1956 en su lista de Cahiers. En los años sesenta dirigió títulos como Encuentro en París (1964), con Audrey Hepburn, William Holden y Tony Curtis, La pícara soltera (1964), con Henry Fonda, de nuevo Curtis, Natalie Wood o Lauren Bacall, o Cómo matar a la propia esposa (1965), otra vez con Lemmon, aunque sus películas más recordadas de aquella década son El mundo de Suzie Wong (1960), con el protagonismo de William Holden y Nancy Kwan y, sobre todo, la excelente Un extraño en mi vida (1960), con Kirk Douglas y una Kim Novak que nunca ha estado mejor, artísticamente hablando.
Mi hermana Elena es la versión musical de un popular relato de Ruth McKinney que ya fuera llevado al cine por Alexander Hall en 1942, aunque en su composición se antepuso la parte musical a los elementos de comedia inherentes a la historia. Al inventarse el Scope se rehízo con una versión colorista en la que nos encontramos con grandes figuras al frente del reparto: Janet Leigh, entonces actriz de moda, Bob Fosse, futuro director de Cabaret que en la presente película trabaja como actor y bailarín, su paso a dos con Tommy Rall es lo mejor de todo el metraje, el gran Jack Lemmon al que hasta incluso lo escuchamos cantar una canción, y Betty Garrett, famosa actriz cómica que vio truncada su carrera a causa de las represalias políticas del senador McCarthy.
Una entretenida comedia musical escrita por el propio Quine que contó para la ocasión con la estrecha colaboración de nuestro querido y eternamente amado Blake Edwards. Diálogos ágiles e ingeniosos y un buen ritmo, en una película adecuada para pasar un buen rato. Realmente divertida y entrañable.
Esta película sería perfecta sin algunas secuencias, en especial musicales (si exceptuamos la hilarante parte final con los marineros en la casa). En la película se desatan muchos equívocos entre hombres y mujeres, con un toque sexual muy de Quine y de Edwards, sofisticado y profundo (las chicas del film sufren problemas menos genéricos de lo que pueda parecer), como en las mayoría de pelis del director, los decorados cobran mucha relevancia (el patio del decorado principal recuerda al de la coetánea Rear Window), como siempre en su director, domina un punto de vista aéreo, en los que se relaciona a los personajes con su espacio y que dejan cierta distancia al espectador, además, son fotogénicos. Buenas actuaciones (bellísima Janet Leigh) y estupenda fotografía en scope, contrastada y colorista, muy de la época.
Comedia musical, remake de Los caprichos de Elena (1942), basada en un relato (1948) de Ruth McKenney. Richard Quine fue el realizador. Se rodó en los Universal Studios. Producida por Fred Kehlman, se estrenó el 22-IX-1955 (EEUU).
La acción tiene lugar en NYC, a lo largo de 30 días, en 1954/55. Narra la historia de las hermanas Ruth (Betty Garrett) y Elena Sherwood (Janet Leigh), nacidas en Columbus (Ohio), que llegan a NYC para conseguir fama y fortuna. Ruth, la mayor, es tímida, se considera poco agraciada, teme quedar soltera, escribe cuentos y es portadora de una carta de recomendación para Robert Bob Baker (Jack Lemmon), editor de la revista LAmour . Elena es rubia, extrovertida, guapa, simpática y desea triunfar como actriz de teatro. Ambas se instalan en un semisótano destartalado de Greenwich Village, rodeado de vecinos excéntricos.
La película incluye canciones y bailes, con bonita música de George Duning y una excelente coreografía a cargo de un joven Bob Fosse, imaginativo y brillante, que interviene como actor en el papel del periodista Frank Lippincott. Un motivo adicional de interés viene dado por el hecho que es coguionista del film el que llegaría a ser renombrado director, Blake Edwards. La obra se desarrolla en términos de comedia disparatada, de enredos, malententidos, confusiones y engaños, que dan lugar a lances cómicos de humor superficial y festivo, de corte netamente americano. El arco dramático se apoya en las grandes ambiciones iniciales de las protagonistas, las dificultades a las que se han de enfrentar en una ciudad que se muestra poco acogedora y en la que no abundan las oportunidades de trabajo. Elena, con el apoyo de dos admiradores, consigue que le ofrezcan trabajo en el teatro, pero las condiciones que se imponen las considera inmorales e inaceptables. A Ruth le ocurre algo similar con el editor de la revista, que se interesa por ella más de la cuenta. La acción tiene lugar en un contexto de miseria material y de escasez de recursos económicos, que informan los decorados, la ambientación, el paisaje de la ciudad y el interior de la vivienda. La obra es un musical urbano que se desarrolla en un medio deprimido economicamente, del que emerge alegría, optimismo y satisfacción porque la vida es una invitación a cantar y bailar.
La música es grata y emocionante, aunque no memorable. Incluye canciones originales tan atractivas como Atmosphere , Theres Nothin Like Love , Im Great y canciones añadidas como La conga . La fotografía, de excelente colorido, destaca las figuras sobre el decorado. Realza la coreografía, de la que destaca el baile acrobático de los dos amigos de Elena mientras esperan el resultado del casting en el teatro. El guión crea una excelente cobinación de música y humor. La interpretación de Leigh es sobresaliente. Jean-Luc Godard la eligió como una de sus 10 películas preferidas.
La obra constituye un canto a la juventud y a la vida.
Probablemente no sea éste el mejor ejemplo de cine musical aunque tiene todos los ingredientes clásicos: un guión divertido y no muy profundo, música alegre y danza.
Para los amantes de este tipo de cine tiene algunas curiosidades, por ejemplo es una de las pocas películas que hizo Bob Fosse como actor antes de pasar a la dirección. Las coreografías son suyas y ya se advierte el peculiar estilo que ahora podemos apreciar en Cabaret o Chicago.
Queda para la posteridad el número que interpreta junto al otro actor-bailarín, Tommy Rall (el casi invisible Flor de Siete novias para siete hermanos ).
Vale la pena ver la peli aunque sólo sea para disfrutar de estos pocos minutos de danza genial, para quitarse el sombrero.