La venganza esperó 10 años
Sinopsis de la película
Jim (Leonard Mann) es el único superviviente de una masacre perpetrada por indios americanos. Su familia entera fue asesinada, y él crece con un gran rencor y odio hacia esos indios. Pero ese sentimiento cambia cuando salva a una mujer india de ser humillada en un pueblo. Gracias a ella y a un pícaro doctor, descubrirá la verdad acerca del asesinato de su familia, perpetrando así su venganza.
Detalles de la película
- Titulo Original: La vendetta è un piatto che si serve freddo aka
- Año: 1971
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
Película
4.6
20 valoraciones en total
El mayor logro de Pasquale Squitieri en esta vida ha sido, sin la menor duda, emparejarse con Claudia Cardinale, a quien tuve el gusto de saludar (y besar) en París este diciembre pasado. Una señora estupenda, con todas sus arrugas y su sempiterno cigarrillo. Pero volvamos con Pasquale. Su carrera como director cinematográfico deja bastante que desear, y no hablemos ya de este ínfimo spaghetti, el segundo y último que acometió antes de abordar otros géneros con desigual fortuna. Al descuidado guión, la inexistente dirección, la odiosa música y la destartalada producción hay que sumar unos actores en estado de (des)gracia). Klaus Kinski emplea sus dos miradas: la torva y la lujuriosa. Por suerte, sale poco. Mann y Rassimov compiten en inanidad, y los demás están a la altura de las circunstancias, es decir, del betún. Una película absolutamente inútil, que bien podían haberse ahorrado.
Según la reseña de la Guía del Vídeo Cine, 17.500 películas que poseo como libro de cabecera para leer sus comentarios una vez vista por mi mismo cualquier película, se trata este western europeo (spaguetti, para más señas), de uno de los peores spaguettis que se han hecho nunca . Bueno, bueno, un pelín exagerado me parece.
Porque, en efecto, es mediocre la película, pero se puede ver perfectamente. No es que las haya peores, que por supuesto, las he visto infumables e incluso ya van un buen número de ellas que las he comenzado a ver y al cabo de un cuarto de hora las he abandonado.
Pero esta cinta tiene algunas escenas que tienen cierta personalidad y todo resulta curioso en verdad. No está bien narrada y se nota la torpeza de Squitieri, que nunca fue buen realizador pero que en otros géneros lo hizo mejor. Pero al menos logra conservar la intriga de la historia, aunque todo resulte finalmente previsible.
Pero hasta se puede decir que es positiva en cuanto a su mensaje, que no es otro que el odio no lleva a ninguna parte amén de que muchas veces no sabemos las razones verdaderas que nos llevan a él.
El final está bien y casa honestamente con el planteamiento del filme.
En resumen, que se puede ver aunque ciertamente no es una buena película pero, vamos, uno de los peores spaguettis que se han hecho nunca tampoco, conste.
Ah, y Klaus Kinski sale poco más o menos para hacer bulto y el protagonista Leonard Mann no puede ser más soso.
https://filmsencajatonta.blogspot.com
También habíamos pensado encabezar la reseña como Toda la verdad sobre el caso Bridget , cabecera que aparece al final en el ¿ Tuckson Herald ?, explicando de pe a pa todo lo sucedido a esta desgraciada familia y a otras de la zona.
Y es que el malvado Perkins (Rassimov) con la ayuda del no menos malvado periodista Prescott (Kinski), no encuentran otro modo de quitarse de encima a los pobres rancheros que les estorban que matarlos y pegarles fuego a sus bienes. Los encargados de las matanzas son sus esbirros disfrazados de los indios de la zona (en este caso con rasgos muy orientales). Y, claro, el odio en la comarca contra los pieles rojas es implacable como se aprecia en la tarifa citada, o en el emplumamiento a la brea que sufre en sus carnes una belleza indígena (Eversfield). Lo malo es que se entera de la jugada el hijo de un ranchero, Jim Bridget (Mann), que se salvó milagrosamente de la muerte y que, lógicamente, prepara la consabida venganza.
Para nuestra satisfacción en su ayuda acude un médico, cirujano, dentista, veterinario y ginecólogo, además de borrachín. Primero le extrae una bala previa desinfección del campo operatorio y del instrumental (un cuchillo alargado por todo bisturí) con el consabido whisky, por anestesia el paciente debe morder con fuerza un palo colocado entre los dientes (así se evitan de paso sus gritos). Como de costumbre el éxito acompaña la intervención. No tuvo tanta suerte otro paciente al que arrancó una muela de oro cuando trataba una careada … El instrumental es aquí por el estilo, tenazas, lima y martillo de carpintero.
Por lo demás la película es muy floja. Parte de una idea buena, pero el desarrollo deja mucho que desear en cuanto a guión, diálogos, dirección y, sobre todo, interpretación.