El sabor de la venganza
Sinopsis de la película
Corre el año 1875. Louise (Gloria Milland), vive con su marido y sus tres hijos en una cabaña situada en un selvático lugar próximo a la frontera Mejicana. Un día en que Louise está sola con los pequeños llegan cuatro forajidos, huidos de la justicia. Intentan robar unos caballos propiedad del matrimonio, e incluso uno de ellos pretende abrazarla. Cuando lucha y forcejea para defender su honor, llega Chris Walker (Claudio Undari) su marido, a quien matan los intrusos, después de entablarse un tiroteo en el que también pierden la vida dos de los asaltantes, escapando los otros. Louise desde ese momento solo piensa poder vengarse algún día. Para conseguirlo fomenta en sus hijos el odio y la sed de venganza.
Detalles de la película
- Titulo Original: El sabor de la venganza
- Año: 1963
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
5.9
61 valoraciones en total
Esta frase que escucharemos a lo largo de la obra, expresa perfectamente el nudo argumental de la misma.
Efectivamente, en la sinopsis se explica muy bien el trauma que padecen tres niños que contemplan el asesinato del padre y la agresión a la madre, Louise Walker (Milland), por parte de unos facinerosos. Así como la educación que ésta da a sus hijos a los que inculca la necesidad de vengar la afrenta. Como suele ocurrir la respuesta de los retoños va a ser variada, mientras Chris (Hundar) es partidario de tomarse la justicia por su mano, Jeff (Harrison) prefiere que se apliquen las leyes, quedando en un punto intermedio Brad (Palenzuela). Un mismo tipo de enseñanza para obtener comportamientos tan distintos.
El carácter violento y pendenciero que empieza a manifestar Chris le llevará enseguida a vivir huido al margen de la ley y a tener un comportamiento parecido al de quienes persigue, mientras Jeff prefiere combatir la injusticia con las armas de la ley en la mano.
No es muy original utilizar la venganza como argumento central en el western, pero hay en este una serie de circunstancias que lo hacen muy interesante. Para empezar tiene una digna presentación de los créditos, buena banda sonora con un par de piezas que interpreta un músico country, y excelente fotografía en la que destacan unos cuantos planos generales mostrando a lo lejos el movimiento de los personajes.
Notable ambientación paisajística almeriense, y de agradecer el intento de recrear en nuestras latitudes un típico rodeo americano como no habíamos visto nunca.
Interpretaciones con alguna sobreactuación en los protagonistas. Entre los secundarios el sempiterno mexicano Pedro Ramírez (Sancho) trata de poner con escaso éxito unas gotas de comicidad, destacando sin embargo la presencia rotunda del juez Klem (Sanz).
Estamos pues ante un western mediterráneo muy digno, que nada tiene que ver con tantos otros hechos sin otra meta que rellenar carteleras y aprovechar subvenciones. Se nota y se agradece el esfuerzo del director para conseguir una obra notable.
Y como la venganza es un plato que debe tomarse frío , no pasa nada a estas alturas por dar un vistazo a esta interesante y poco conocida película de comienzos de los 60.
Película dirigida por el gran director Joaquín Luís Romero Marchent que nos dejo otras joyas como Antes llega la muerte. El Sabor de la venganza tiene clara inspiración en el western clásico. Nos cuenta la historia de cómo tres hermanos siendo niños contemplan el asesinato de su padre y como su madre les va inculcando el odio y la obsesión de encontrar a los culpables. El estupendo guión nos va mostrando el perfil de los personajes y cuenta con magníficos diálogos sobre la justicia, la ley y el odio. En cuanto a los protagonistas tenemos a un correcto Richard Harrison interpretando a Jefff que es reflexivo y partidario de hacer justicia por medio de la ley y el orden. Robert Hundar interpretando a Chris que esta a muy buen nivel en su papel reconcomido por el odio y deseo de venganza. Tendrá problemas con la ley y se volverá un pistolero. Miguel Palenzuela interpretando a Brad en el papel menos interesante logra la estabilidad cuidando del rancho y casándose. En papeles secundarios tenemos a varios actores que se harían habituales en el género Luis Induni, Aldo Sambrell y el siempre estupendo Fernando Sancho. También es destacable la fotografía de Rafael Pacheco y la banda sonora de Riz Ortolani. En definitiva película muy recomendable y lamentablemente poco conocida.
Buen guión y dirección. Con una producción atípica para este tipo de películas. Romero Marchent supo enganchar una historia de tópicos del género. Lo único que decepciona un poco es el escaso acierto en el maquillaje de Gloria Miland que interpreta a la mujer que envejece inculcando el odio en sus hijos por el asesinato de su padre.
El sabor de la venganza es un correcto western de mediados de los sesenta, cuando las producciones americanas habían bajado las producciones de dicho género. Bajo la bandera mexicana, se nos presenta una historia típica del western más puro, la venganza.
La historia arranca con un día cualquiera donde cuatro forajidos llegan al rancho familiar a por caballos y provisiones, pero uno de ellos intenta propasarse con la esposa y se desata una situación incómoda, cuando llegan su esposo y cuñado, son asesinados por los cuatreros, muriendo a su vez dos de estos también. A partir de ese día la esposa y madre solo tendrá entre cejas, preparar a sus hijos para que puedan vengar la muerte de su padre.
Iremos viendo como a medida que pasan los años, los tres hermanos crecen con unas personalidades muy diferentes, Jeff tiene como ideología de vida la justicia y el buen hacer y en esto choca mucho con su hermano Chris, quien es de revólver fácil. Brad es el que se mantiene más neutral y que termina llevando la vida más normal de los tres hermanos.
La trama nos conduce especialmente tras la vida de los hermanos Jeff y Chris, porque cada uno escoge el camino más alejado del otro, mientras uno se hace agente de la ley, el otro se convierte en un pistolero. Y llegará el momento en el cual se tengan que encontrar. La historia funciona muy bien, muy predecible eso sí, pero se deja ver con entretenimiento. El desenlace es bastante interesante y deja al espectador muy contento, al menos a mi si.
La industria del western almeriense produjo películas como churros, la mayoría auténticos bodrios. El sabor de la venganza es de lo mejor que se ha rodado, al nivel de las producciones emblemáticas de Sergio Leone. Joaquín Romero Marchent logra una obra de impecable factura, con al colaboración de su hermano Rafael (también director) en el guion. Incluso los consabidos desiertos de Tabernas dan el pego gracias a la soberbia realización. Las escenas de acción en exteriores están espléndidamente rodadas, con una impactante fotografía y profusión de extras especialistas. El director maneja muy bien la elipsis. Ilustra el paso del tiempo con las canas de la protagonista. Hay algún perdonable fallo de raccord , como los postes de tendido eléctrico que aparecen en un encuadre o la guitarra de un cantautor country que suena, en algún compas, sin tocarla. Por lo demás, los actores están muy bien, incluso Fernando Sancho, en su habitual papel de mejicano, esta vez mostrando su lado humano. Hay que destacar la inolvidable música de Riz Ortolani. El film mantiene sus cualidades cuarenta y cinco años después. Para ver y revisar.