El próximo Oriente
Sinopsis de la película
Caín es gordo, tímido e invisible para las mujeres. Trabaja como carnicero en el barrio madrileño de Lavapiés, rodeado de inmigrantes marroquíes, bangladesíes, chinos, senegaleses, búlgaros, peruanos… Pero Caín se encuentra solo. Su familia se reduce a su hermano Abel, que tiene todo lo que Caín envidia: es guapo, seductor, está casado con una mujer de bandera y es padre de dos preciosas gemelas. Cuando Caín descubre que su hermano Abel ha dejado embarazada a Aisha, una atractiva vecina, hija de inmigrantes de Bangladesh, de religión musulmana, sorprende a todos cuando decide hacerse pasar por el padre y asumir el mantenimiento y la educación de la criatura.
Detalles de la película
- Titulo Original: El próximo Oriente
- Año: 2006
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
5.6
22 valoraciones en total
Esta palabreja se refiere a la tendencia de determinados comunicadores (ya sean directores de cine, periodistas, etc.) a pintar realidades sociales muy complejas de un simplón colorido pastel, con el mensaje nada oculto de que la tolerancia, el respeto entre culturas diferentes, el poder de ser bueno en una palabra, son capaces de terminar con cualquier problemilla o problemón de las sociedades contemporáneas.
No hace falta decir que las cosas desgraciadamente no son así, y desde luego Lavapiés no es un ejemplo de multiculturalidad exitosa, si no más bien de convivencia tensa, por mucho que los vecinos del barrio aparezcan en la peli encantados del lugar donde viven (una parte de Madrid con una emergente vida cultural, sí, pero también famoso por su chabolismo vertical, marginalidad, menudeo de drogas y delincuencia).
He visto en esta película buenismo a toneladas, montones de topicazos y un continuo acontecer de gags de un simple que asusta.
A estas alturas, ya debería estar Colomo algo más curtido en cuanto al acabado de sus trabajos. Ya tiene cierto bagaje, que si bien no es el de un prolífico incansable, si que tiene ya algunos tiritos pegados. Y digo esto, porque ‘El próximo oriente’ es una película interesante (ojo con el término), con buenos mimbres, pero también con algunos agujeros por los que hace más agua que el Titánic.
Un petimetre (Caín/Javier Cifrián), bonachón, torpe y simpático busca sin éxito novia y matrimonio, y encuentra su oportunidad de oro en el desplante que su hermano, crápula, oportunista y mujeriego, le da a su vecina musulmana (Aisha/Nur Al Levi), dejándola embarazada. Con esta excusa, y la complicidad de la vecina para no humillar al padre de esta, simula la autoría de la paternidad y la consiguiente boda.
La historia está bien, es intensa, y casi vertiginosa, tanto que en el minuto 10 ya ha terminado la exposición, y dado el guión el giro necesario y convincente para meternos en el nudo con interés. Este guión, firmado por el propio Colomo y por Joaquín Oristell, retrata con gracia y soltura algunas de las diferencias y coincidencias entre las religiones y culturas islámica y cristiana, poniendo de manifiesto que la relevancia de ambos conceptos no es más que la que cada uno le quiera dar. Curioso el nombre de algunos de los personajes: Caín, Abel, Milagros, Cristo, Adán, Fátima…
La trama, comedia de enredo, no cae en la simplicidad, y teje correctamente la sensiblería necesaria en este tipo de argumentos con un rigor y un respeto que no le dejan que se desmonte, salvo en algunos momentos finales, con artimañas reblandecedoras para terminar de atar (con nudos algo flojitos) los cabos sueltos. Con los minutos, la historia avanza incorporando nuevos elementos, o retomando algunos aparcados, de forma que ni aburre ni cansa.
Donde la película flojea, y bastante, es en la interpretación de los actores, sobre todo la de ella, Nul Al Levi, pésima ante la cámara, tanto por ella como por (sobre todo) la labor del director en este aspecto. El resto del elenco también realiza un trabajo muy pobre en ese sentido, salvándose tal vez Laura Cepeda, y especialmente Javier Cifrián, que se echa todo el peso interpretativo de la película a sus espaldas, con un personaje que lo permite y lo requiere, y aunque está nominado para el Goya al actor revelación, y puede que lo merezca, tampoco es para echar cohetes.
Una película sin pretensiones, y si las tenía Colomo, mejor que no lo diga, pero que es resultona gracias a su honestidad y simpatía, recomendable para cuando se está dispuesto a no exigir demasiado.
Dentro de sus convenciones de comedia romántico-costumbrista (que imponen la suavización de una realidad seguramente más áspera) funciona perfectamente sin que nada desentone, aunque Nur Al Levi no acabe de enamorar (me ha sorprendido, eso sí, lo bien que canta)
La ignorancia del protagonista acerca del Islam es un poco la de todos (creo que en general sabemos muy poco), y es mérito de la película conseguir hacernos próximo ese desconocido Oriente, y además de forma amena, entrañable y divertida.
Javier Cifrián está perfecto, y me gustaría que se llevase el Goya revelación, pero creo que lo va a tener difícil ante Alberto Amarilla (suele premiarse más el drama que la comedia) y Walter Vidarte (suele premiarse más la veteranía que la juventud)
Sobre Fernando Colomo, ninguna de sus películas figura entre mis favoritas, pero casi todas desprenden un encanto que hace que su visionado merezca la pena (de las que he visto me quedo con Los años bárbaros y Al sur de Granada, películas en las que el choque de culturas también estaba muy presente)
Ya tardaba en hacerse en España una de estas comedias interculturales (con tanta tradición entre los británicos) que retratan los conflictos derivados de la convivencia de gentes de diferentes países, en clave de humor.
El variopinto barrio madrileño de Lavapiés es el escenario escogido por Colomo para dar su visión del tema. No falta ningún ingrediente: las relaciones entre miembros de comunidades distintas, los problemas de adaptación del inmigrante, la lucha generacional entre el tradicional patriarca y sus descendientes…
El problema es que esta película se sustenta en un guión deficiente, con situaciones que ponen muy en peligro la credibilidad de la historia, y donde prima en exceso el espíritu cómico y verbenero, frente a la verosimilitud. No hubiera estado mal un mayor equilibrio entre estos dos componentes, lo que le hubiera dada mayor enjundia al resultado, que se ve lastrado por un exceso de licencias cómicas y algún que otro esperpento.
Aun así, la película mantiene el tipo, gracias a otros momentos más afortunados, y, sobretodo, a ese descubrimiento llamado Javier Cifrián. Una brillante interpretación, tan hilarante como tierna , que consigue los mejores momentos del filme. Asombrosa su naturalidad y desparpajo a la hora de abordar su Caín (curiosamente, Asier Etxeandía, que interpreta a su hermano Abel hace un lamentable trabajo).
Una simpática película que se deja ver con facilidad. No alcanza unos resultados notables en su disección de esto de la multiculturalidad, pero lo hace con honestidad y sin muchas pretensiones. Y, además, nos ha descubierto un nuevo valor para la interpretación.
El próximo oriente no es más que la habitual comedia de enredo romántica española pero con algunas diferencias con todas las anteriores.
Todas las pelis de este tipo suelen tener un hombre protagonista, simplón, con poco atractivo y con bastante mala suerte. Eso sí, un pedazo de pan. Luego está el alter ego, guapo, con suerte y muy malo con las mujeres. También está la protagonista femenina, guapa, inteligente y con la mala suerte de fijarse en el hombre equivocado. A parte, en segundo plano, están las familias de éstos apoyando el desarrollo del film. Y por último una situación drástica que provocará un gran cambio en la vida de todos.
Aquí el protagonista se llama Caín, su alter ego es su hermano Abel, y la chica es una mujer musulmana. La familia de ellos está muerta y la de ella es una mezcla entre hindús y árabes, siendo todos de religión musulmana muy estricta, que serán claves en el desarrollo. La situación que propicia todos los cambios es un intento de suicidio, no diré de quien ni porque.
La mezcla étnica ,aunque sea tratada de forma frívola, mantendrá tu atención donde ni el final, por simple y típico, ni la evolución del film serán algo que te enganche.
Película sin más aportación que un entretenimiento vacío donde se debería haber creado una reflexión sobre la inmigración española y su situación en el país.
Si te coincide en la televisión, puedes darle una oportunidad pero si te vas por ahí no te habrás perdido nada.