El asesino está al teléfono
Sinopsis de la película
Una mujer cuyo marido fue asesinado cinco años antes es acosada por el asesino, que quiere eliminarla porque teme que haya sido testigo del crimen. Lo que ignora es que a la viuda el shock le ha causado amnesia y no recuerda nada.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lassassino... è al telefono
- Año: 1972
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
4.3
86 valoraciones en total
De repente un escabroso acontecimiento trastoca tu vida, tus recuerdos, y te deja marcado con un trauma tan potente que toda tu realidad se desbarata ante tus ojos, borrándote de la mente sucesos que han acaecido pero que jamás podrán volver si no haces el esfuerzo de recuperarlos…
y a toda costa antes de morir.
No es una situación muy corriente, pero es en la que está metida Eleanor, una actriz de teatro a la que el asesinato de su prometido Peter le dejó una importante secuela, y todos los recuerdos posteriores a dicho incidente se le han borrado de la memoria. Y será de eso mismo de lo que se aprovechará el desalmado asesino a sueldo que ha vuelto para eliminar todo rastro de aquel crimen, y a cualquier testigo. Por aquí iban los derroteros de la película que a principios de los 70 sacaba Alberto de Martino, un especialista en cine de explotación, sobre todo en spaghetti westerns y thrillers de acción, que antes de la que nos ocupa parió clásicos como Sangre sobre Texas , Roma como Chicago , Yo soy Trinidad o Las Familias de las Víctimas no serán Avisadas .
Este artesano, siempre atento a las propuestas que el mundo cinematográfico ponía de moda para aprovecharse del éxito y explotarlas, se percató de que si en su Italia natal había un género que estaba pegando bien fuerte en aquellos iniciados 70 era el giallo .
Efectivamente, Martino se unió, como otros muchos de sus coetáneos, a la larguísima e interminable nómina de realizadores que siguieron los pasos del maestro Mario Bava y aquel influyente Dario Argento que rompió esquemas en 1.970 con El Pájaro de las Plumas de Cristal . Pero aunque El Asesino está al Teléfono , cuyo título me estaré eternamente preguntando por qué sería elegido, saliera en esa década y compartiera algunos rasgos con sus parientes italianos más contemporáneos, no creo que se deba enmarcar dentro del giallo como tal. Este film es un thriller de suspense que juega con unas claves distintas, hay asesinatos, sangre y desnudos, y todo eso forma parte del imaginario intrínseco al género, pero su trama va por otras direcciones.
Tenemos a una mujer atormentada por un crimen que presenció, y durante toda la película su trastorno la va confundiendo, sacando de la realidad, olvidando datos tan importantes de su vida como que ha estado casada con otro hombre por tres años y que es una actriz consumada de teatro. Pero aquel suceso ha vuelto para atormentarla y ya no puede liberarse de él, y lo único que desea saber es quien es el criminal que mató a Peter y por qué ha regresado.
La verdad es que todo el film se maneja dentro de una atmósfera de extrañeza. La trama, urdida al alimón por Adriano Bolzoni y el propio Martino, avanza cronológicamente, poco a poco, usando un suspense de pura vena hitchcockiana y la acción en ciertas ocasiones, no obstante está atravesada de paranoicas elucubraciones del personaje de Eleanor, así como de algunos reveladores flashbacks , giros de guión inesperados y de momentos que algunas veces rayan lo surrealista. Los protagonistas parecen sacados de una película del más genuino cine negro: el asesino a sueldo cínico y de pocas palabras y la clásica mujer fatal, manipuladora, engañosa, infiel, pero en esta ocasión aparece torturada por ese incidente que no la deja recuperar su memoria, y la cual se muestra asustada, desconfiando de todos los que la rodean, incluso de su marido actual.
La verdad es que el argumento es jugoso, no se puede negar, pero lo que le hace perder interés es lo mal planteado que está, porque llega un momento en que no avanza, se estanca, la prota intenta recordar y recordar mientras que nos vamos enterando de que es una zorra de mucho cuidado, y mientras tanto el asesino, Drasovic, deambula por todas partes, o matando a quien no debe o peleándose con la gente que le contrató…así durante mucho tiempo.
Lo que salva totalmente a la película de Alberto de Martino son los veinte últimos minutos que le vuelven a dar ese impulso y fuerza los cuales paulatinamente se habían estado perdiendo por el camino. Poco más de un cuarto de hora de puro y frenético suspense donde no cesan los giros y que consigue desconcertar con ese final tan increíble como morboso. Ay, si todo lo demás hubiera estado al mismo nivel…
La hermosa Anne Heywood interpreta un personaje a la vez repulsivo y que transmite fragilidad para que inevitablemente sintamos compasión por él, pero en mi opinión se hace muy odioso en tanto en cuanto avanza el metraje, el duro de Telly Savalas va y viene y no destaca realmente hasta el tramo final de la película, a Rosella Falk le va muy bien el papel de esa fría Margaret que esconde un secreto que dejará atónito al espectador. Sólo diré que merece la pena todo lo anterior para llegar hasta él.
El realizador Joe DAmato se encarga de la fotografía. Y diría que se nota bastante, la verdad.
Flojo argumento que tiene que recurrir a la presencia de Telly Savalas en su reparto, para conseguir una notoriedad, que no consigue otra cosa que decepcionar a los seguidores del actor, ya que su participación no deja de ser presencial.
Apenas hay diálogos, todo se compone de escenas visuales acompañadas por una música de espera letárgica y por momentos eterna, que hacen insostenibles los minutos de un largometraje falto de ritmo, vacío e irregular, que corresponde a los Giallo del cine Italiano, pero que no resulta convincente en ninguno de sus puntos, muy floja y decepcionante, a pesar de contar con un desenlace sorprendente, no convence.
Extraño giallo del todoterreno Alberto De Martino, artesano italiano que coetáneamente cultivó una filmografía con la eclosión del cine de géneros en Europa (desde el spaghetti al exploit descarado, pasando por el thriller o las aventuras), que sin pasar a ser una pieza clave del movimiento sí que guarda curiosos planteamientos formales que los distinguen de sus contemporáneas.
De Martino prescinde del diálogo por dar relevancia a la narración visual, que aunque de discretos resultados (a pesar del digno empaque en la fotografía de Joe D´Amato) sorprende por lo atrevido del planteamiento. Anne Heywood interpreta a una mujer que sufre amnesia tras el asesinato de su marido, el homicida que perpetró el crimen perseguirá a la mujer de manera hitchckoniana , es decir, construyendo una trama que focaliza su desarrollo en el impacto psicológico que el suspense provoca en los personajes. Thriller ensalzado con drama, suspense avalado por el buen hacer de la cámara. Lamentablemente aunque De Martino logra dar cierto potencia visual al film (algunas secuencias se antojan muy acertadas a pesar de su pretenciosidad) la historia sufre de un estiramiento algo desmedido, perdiendo identidad y quedando reducido a un puñado de buenas maneras. Sabias intenciones eso sí, que quedan para el recuerdo junto con la dura y tosca presencia de Telly Savalas, cuya construcción del villano se presenta como lo más remarcable del film sobretodo en su tercio final, la parte más meritoria del metraje.