Detective a la fuerza
Sinopsis de la película
Divertida comedia, de la que W. C. Fields tuvo el control casi absoluto. Aparte de ser el protagonista, el actor firmó el guión con el curioso seudónimo de Mahatma Kane Jeeves. En realidad la trama es completamente disparatada, casi mera excusa para acumular gags sobre el personaje de Egbert Sousé, una especie de alter ego de Fields, o al menos de la imagen que tenía de él el gran público. El actor da vida a un borrachín, que por casualidad detiene a un atracador de bancos. A partir de ahí nace una fulgurante carrera de detective, prácticamente a su pesar, pues él incluso intenta participar en una estafa.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Bank Dick
- Año: 1940
- Duración: 72
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Opinión de la crítica
5.9
79 valoraciones en total
Obra maestra según Stanley Kubrick. El protagonista es un personaje Dickensiano de comedia, pícaro, alegre, vividor y borrachín pero de buen corazón. Una especie de Homer Simpson. Un comedia brillante en su ironía con buenas interpretaciones.
Por cierto, la escena en la que se mira al espejo con el arma bien se parece a la de Rober de Niro en Taxi Driver, y la persecución de coches mejor que muchas actuales.
Curioso el cartel promocional de la Universal con esas dos chicas en bañador rojo con gorro y porra de policia y que nos dan una imagen que poco o nada tiene que ver con la película presentándonos a un Fields como un antecedente del sátiro Benny Hills, aunque me imagino que el público de la época conocía de sobra al personaje misántropo que encarnaba con éxito desde comienzo de la década de los treinta, este malabarista excéntrico reciclado en el cine silente con aires de vagabundo, en la época dorada de Sennett con quien trabajó.
William Claude Dukenfield (1880-1946) o W.C. Fields nombre que acabó por imponerse artísticamente a otros anteriores y que alternaba con los etramboticos seudónimos con que firmaba sus propios guiones. En esta película como Mahatma Kane Jeeves que alude a un juego de palabras relacionado con la frase muy repetida en las obras teatrales de la época: Mi sombrero (hat), mi bastón (cane), Jeeves . Fields, abandonó sus aires de vagabundo y se recicló desde los 30 en este personaje borrachín, egoísta y pícaro de traje y canotier. Personaje con el que los estudios y quizás el mismo cuidaron en hacerlo indisoluble de si mismo de cara a la galería. En lo que desde luego coincidían persona y personaje era en su afición por el alcohol y su marcado carácter independiente , que le apartaron una buena temporada de las pantallas y que a la postre (el alcohol) acabó con su vida.
Tras recuperar su fama gracias a la radio, el cine volvió a llamarle. Fields, no estaba dispuesto a rodar siguiendo un guión estricto aunque lo hubiera escrito él o estar a las ordenes de un director que le hiciera sombra, así que se trajo a Edward F. Cline con el que ya había trabajado anteriormente y este le dejo hacer. Cline es recordado por su estrecha colaboración y co-dirección en muchas cintas de Buster Keaton.
The Bank Dick (Policía de Banco) es su trabajo más popular. Una cinta que ha sido muy considerada y que personalmente no me entusiasma demasiado. La sombra de Chaplín, Keaton o Lloyd hace que la sucesión de gags en que Fields convierte este banal argumento y su personaje quede a mucha distancia en el podio de los cómicos magistrales de su periodo. Se ve no obstante con simpatía y en su parte final, Fields cede su pausado protagonismo a una vertiginosa carrera de coches en la mejor tradición del slapstick con algunas escenas como la del motorista en la zanja de obreros que habían sido concebidas anteriormente por la dupla Keaton-Cline.
cineziete
Fields no es de mi agrado. He visto unas pocas películas de él, y esta parece ser uno de las más importantes. Bueno, me dormí…
No digo que sea mala para el resto de los cinéfilos, pero igual que a mí me encanta Martes y 13, a otros les puede resultar vulgar. A mí este no me gusta su humor, no le cojo el gustillo.
Pero lo cortés no quita lo valiente. Esta película está muy bien valorada por la crítica de entonces, y gracias a dos éxitos anteriores a esta película, en esta tuvo control total.
W.C. Fields y su bar. Ese es el argumento de The Bank Dick . Un montón de situaciones disparatadas y bañadas en bourbon. Y con eso basta para provocar un dolor abdominal a los que conecten con el particular sentido del humor de Fields y su nariz de croqueta. No hay más, habrá quien odie al bueno de Fields y no encuentre nada gracioso en su particular mezcla de slapstick y humor alcoholizado, pero desde luego yo me encuentro del lado del bueno de Kubrick, que consideraba esta una de sus películas favoritas en una lista hecha en los años 60 (más adelante tambien salió en su lista esa joya del absurdo llamada The Jerk). Divertida y entrañable hasta la médula, además de ser poseedora de un encanto e ingenio en sus gags que por desgracia es difícil de ver en estos tiempos.
Por cierto, una vez más, imprescindible verla en versión original: el acento y la forma de hablar de Fields haría que me carcajease aunque estuviese presentando la información bursátil.
Otra más, y que sea doble…