Desmadre vacacional
Sinopsis de la película
Tres amigas treintañeras, Gayle (A. Poehler), Becky (P. Posey) y Judi (R. Dratch), sueñan con ser populares y fabulosas. Así que cuando a Becky se le presenta la oportunidad de acompañar a Ashley (A. Tamblyn), la hija adolescente de su jefa, a pasar unas vacaciones universitarias en una isla, las chicas deciden cambiar sus aburridas vidas de perdedoras por bikinis y desmadradas fiestas en la playa. Después de varios barriles de cerveza, alguna que otra cita y fiestas de espuma, Becky, Gayle, Judi y Ashley empiezan a darse cuenta de que quizás no sea esa la mejor forma de vida posible.
Detalles de la película
- Titulo Original: Spring Breakdown
- Año: 2009
- Duración: 84
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Opinión de la crítica
3.3
64 valoraciones en total
Superficial comedia de incomprensibles intenciones perpretada por las mentes pensantes y ejecutoras de la actual edición del programilla Saturday Night Live, clásico televisivo neoyorquino en declive perpetuo para pijoprogres.
El contenido de sus gags es lamentable, aunque no del todo vulgar como podría esperarse. Tiene un guión flojo, flojo, flojísimo sin buenas ni malas intenciones, movido por la idea de que ciertas situaciones son graciosas y que los listos las disfrutarán. Pues no. Soy listo, veo lo que pretenden y no lo consiguen: hay bromas que hacen reír en una charla entre copas, pero que nunca funcionarán en pantalla. Es una Ley No Escrita de la Comedia que sorprende que desconozcan estos profesionales.
Para que se hagan una idea, lo más divertido del film recae en el personaje secundario interpretado por Seth Meyers, que interpreta a un joven prometido de actitudes claramente gays. Ese es el listón.
SNL es lo más. Uau. C+. Calidad.
Un nuevo vano intento de mostrarnos la diferencia (guerra) entre las populares y las nerds.
En esta ocasión los guionistas se ponen del lado de las nerds, aunque fallidamente ya que se ven mejor las populares, incluso en el concurso de talentos del final.
Las protagonistas son: una mujer liberal similar al personaje de Sandra Bullock en Two weeks notice pero sin la Bullock (no da ni media gracia), una instructora de perros que se la pasa a dieta (genera una risa en todo el film), y una mujer a punto de casarse con un gay por pura desesperación (genera menos de media risa).
Por esta razón la mayoría de (las pocas) risas son generadas por Jane Lynch que interpreta nuevamente a una mujer fuerte y poderosa y Missi Pyle interpretando a una barwoman que no se entiende muy bien cual es el objetivo de que exista su personaje pero al menos genera algunas risas.
La película en si es todo lo gamberra que puede ser, y las situaciones pasan de inverosímiles a humillantes.
Sólo para fanáticas de sagas como American pie, digo fanáticas porque en el fondo tiene unos tintes feministas (aunque yo como mujer no veo ningún modelo a seguir). Los hombres sólo verán mujeres desnudas (que las hay y muchas).
Lo mejor: la presentación del personaje de Jane Lynch con la escopeta y demás.
Lo peor: que muestre a las nerds como unas desesperadas perdedoras incluso en los momentos donde deberían verse como triunfadoras.
Para mí, Spring Breakdown es una de las mejores películas de comedia de 2009.
El trama está muy original, algunos momentos que te hacen morirte de la risa sin la intención forzada como en películas de parodia estadounidense.
La vi ya que soy fan de Amy Poehler pero Posey y Dratch también me mataron de risa aunque no las hubiera visto nunca en mi vida.
Si quieres pasar un buen rato, mírala, te reíras demasiado.
Seré sincero: estaba cansado y elegí esta película por el único motivo de que dura solamente 80 minutos.
Con esa disposición por mi parte y ese metraje, amén del titulito de la película, imaginad el resto.
Al comenzar la película cruzaba los dedos pidiendo que no empezara con la típica música rock adolescente tan común en este tipo de obras. Quizás fue el único deseo que la película me concedió, porque el resto es un montón de celuloide mal gastado en contar una historia vacía, con situaciones ya repetidas hasta la saciedad en otros productos similares y con un par de momentos brillantes en los que sí surge la tan ansiada risa, risilla o carcajada, en función de tu grado de exigencia y del número de pelis del género que hayas sufrido.
Nada destacable, porque incluso la rubia que presentan como un cañón me pareció fea con avaricia.
La próxima vez me acostaré a dormir en lugar de tragarme este tipo de películas.
No merece ni spoiler.
Arranca con tres inseparables amigas, Gayle (Amy Poehler, Becky (Parker Posey) y Judi (Rachel Dratch), que tras graduarse en la universidad en 1992, se conjuran para llegar a ser en el futuro tres brillantes y triunfadoras mujeres.
Tras los títulos de crédito vemos a las tres amigas 15 años después, Gayle convertida en una adiestradora de perros para ciegos a la que un invidente rechaza ante la invitación de ella (tras palparla la cara), a un concierto de Amy Grant, Judi, que cuando estaba haciendo los preparatorios para la boda sorprende a su prometido masajeando en libidinosa e inequívoca actitud, a un tal Juan Carlos, un apuesto mozalbete latino, y Becky, deprimida por la muerte de su compañero de piso (un gato llamado Honey), como una de las ayudantes de la senadora Kay Bee Hartman (Jane Lynch), a la que esta le ha encargado vaya a una paradisiaca isla llamada South Padre a vigilar el comportamiento de su hija Ashley (Amber Tamblyn), una muchacha responsable y juiciosa que ante su madre se hace pasar por libertina y fiestera para no defraudarla y que tras abandonarla el novio por aburrida decide, en compañía de sus amigas Truvy (Millie, la amiga cristiana de Linda Cardellini en la adictiva serie de Judd Apatow: Freaks and Geeks) y Lydia (Mae Whitman), convertirse en toda una chica salvaje durante las vacaciones de primavera en la isla de marras, ya que la senadora se va a presentar a las elecciones a vicepresidente y no quiere un escándalo tipo Clinton Twins.
A partir de aquí y con todos los personajes reunidos en la isla de marras, un lugar en perenne juerga destroyer, tenemos una más o menos entretenida y divertida película, en base a la comicidad de las implicadas en la función (especialmente Rachel Dracht y en menor medida, muy a mi pesar, Amy Poelher), el inequívoco toque Saturday Night Live de que está preñada, algún que otro pasable gag (por desgracia hay que buscarlos con cuentagotas) y el casi siempre resultón conjunto de sol, playa y bellos y bronceados cuerpos femeninos, que, me temo, solo defenderán en su justa medida los que gustan de disfrutar con esa inagotable y perenne fuente de talentos cómicos llamada Saturday Night Live (aunque en bastantes momentos se hace durilla de digerir, dado lo pueril del argumento), dejando frio al resto del personal.