El último hurra
Sinopsis de la película
Una vez terminado su mandato, Frank Skeffington, el veterano alcalde irlandés de una ciudad de Nueva Inglaterra, se presenta a la reelección. Cuando comienza la campaña electoral, sus amigos le aconsejan que cambie sus métodos porque, aunque su rival es un joven incompetente, cuenta con el apoyo de los sectores más influyentes de la ciudad.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Last Hurrah
- Año: 1958
- Duración: 121
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargar una copia la película en formato HD y 4K. Seguidamente te mostramos un listado de opciones de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
7.5
54 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Anna Lee
- Basil Rathbone
- Bert Stevens
- Bob Sweeney
- Carleton Young
- Dianne Foster
- Donald Crisp
- Edmund Cobb
- Edward Brophy
- Eve March
- Frank Albertson
- Frank McHugh
- Hank Mann
- Harold Miller
- Harry Strang
- James Gleason
- Jane Darwell
- Jeffrey Hunter
- Joe Palma
- John Carradine
- John Roy
- Ken Curtis
- Pat OBrien
- Ricardo Cortez
- Sam Harris
- Spencer Tracy
- Wallace Ford
No ha pasado ni pasará a la historia esta película sobre un veterano alcalde de una población de Nueva Inglaterra que se presenta a la reelección, por su fineza en la disección del mundo de la alta política, pero sí merece ser recordada y reivindicada como ejemplo magnífico del humanismo y la poesía de John Ford.
Suele decirse, y con razón, que una de las grandes virtudes de Ford es su sencillez, término que jamás debe confundirse con simplicidad. De esto último es de lo que quizás adolece su visión de la política y los politiqueos, con trazos de brocha gorda que se regodean en lo caricaturesco, pero que en ese sentido se quedan a medio camino y no alcanzan la causticidad y el auténtico sentido crítico que les podría haber conferido, por ejemplo, un Billy Wilder.
En cambio, cuando Ford deja de prestar atención, y lo hace a menudo, al cargo público y se centra, con el citado despojamiento formal, en el hombre que hay debajo, emerge entonces esa calidez y belleza de la que solo él poseía el secreto.
A este respecto me gustaría comentar una escena, inevitablemente en la zona spoiler, ya que se revela el final y otros detalles.
Humanidad, política, corrupción, relaciones familiares, amor, todo eso y más cabe en ésta OBRA MAESTRA de John Ford.
Es tal la cantidad de detalles, de gestos, tanto interpretativos (¡que grande era Tracy!) como de dirección que nos brinda Ford que apabulla y todo contado con una sencillez que nos hace plantear que cualquiera podría ser director, lamentablemente solo hace falta ver la mayoría de las películas actuales para darse cuenta de que no es tan fácil.
Sin duda alguna junto a El Político de Rossen la cumbre de éste subgénero y toda una lección de narrativa cinematográfica de un maestro.
P.D.: Viendo la película he recordado una cosa que me dijo un profesor sobre Ford, es curioso como prácticamente en todas sus películas suelen tener dos finales, el final de la historia y luego como una especie de epílogo, revisad unas cuántas del director y lo comprobaréis… Centauros del Desierto, El Fugitivo, etc.
Como supongo ya todos los entendidos sabrán, el personaje de Spencer Tracy está basado en Jamex Michael Curley, alcalde que estuvo al frente de la ciudad de Boston por bastantes años.
El film se inspira en ese ser humano histórico y real para mostrarnos la mano derecha y también la izquierda de un viejo político populista. Viéndolo parece que uno está ante el mismísimo Amable Aristy Castro, viejo político dominicano por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), natural de Higüey, que usa idéntica idiosincrasia personal que el protagonista central de este film, es decir, cercano hasta el punto que le hace todo tipo de favores a la gente que se aglomera diariamente a la puerta de su casa para pedirles todo tipo de cosas, que cada cuatro años siempre se reengancha en todas las elecciones en algún puesto político importante (ya Senador, ya Diputado, etc.), hecho que le mantiene en el cogollo del poder, la aristocracia política y las altas influencias del país. Es un calco del personaje de la película.
El film es importante y merece la pena verse para comprender la astucia, el cuerpo a cuerpo, el carisma personal y otras muchas cuestiones de la política a cualquier nivel.
Fej Delvahe.
PRIMER HURRA: por el agudo y humorístico retrato de una época y una actividad (la política municipal) plasmados a través de un personaje carismático, un viejo alcalde de origen irlandés, que emprende su última campaña por la reelección. La mirada de Ford es siempre irónica y desconfiada con las instituciones (la banca, la iglesia, la clase política) pero cariñosa con las personas, cuyos defectos son mostrados con ecuanimidad y comprensión, afectuosamente. Se presenta también una comparación entre la antigua política, más familiar, populista y pendiente de las pequeñas cosas del día a día, y la nueva, basada en los poderosos apoyos institucionales y corporativos, así como en los gestos, los medios y la imagen pública.
SEGUNDO HURRA: por la soberbia dirección de actores, miembros todos ellos de un reparto excelente que da vida a unos personajes llenos de encanto. Qué decir de Spencer Tracy, que está fabuloso, como casi siempre, inspirando humanismo y empatía desde su papel de alcalde. Y qué pensar de unos secundarios llenos de gracia, que desde sus pequeños o medianos papeles aportan siempre algo enriquecedor para el filme, y a los que siempre cabe agradecerles provocar muchas sonrisas, y alguna carcajada.
TERCER HURRA: por una realización que muestra una sencillez y sabiduría nada pretenciosas, siempre al servicio de la historia y al de los personajes que la desarrollan. Ford nunca quiso entrar a valorar artísticamente su obra, limitándose a afirmar que hacía aquéllo por lo que le pagaban, o que su labor se reducía a colocar la cámara y gritar acción . Sin embargo, este licenciado en bellas artes logró siempre una depurada estética, con bellos encuadres, una sabia continuidad de planos generosa con el ritmo narrativo, buenos movimientos de cámara, y en suma, una cuidada planificación. Todo ello da como resultado secuencias tan logradas como las del velatorio (muy divertida, además), la entrevista televisada del candidato rival, o el recuento de votos, además de algún plano verdaderamente hermoso, como el que cierra el filme, ante el que el espectador no puede evitar emocionarse.
¿Por qué será que hay artistas que al poner su mirada sobre cualquier tema éste de pronto adopta un aspecto mucho más interesante para nosotros, incluso poético?
Pues Ford conseguía esto pese a contarnos la vida y la campaña electoral por la alcaldía de una ciudad americana. Un tema muy interesante para el que le apasiona la política, pero quizás no muy glamouroso o atractivo para el espectador en general. En el cine es difícil abordar ciertas temáticas y atraer a las masas. Pero la poesía de Ford conseguía humanizar y hacernos ver como personas a políticos, a militares, a pistoleros asesinos…
…nos hacía ver el lado humano de ámbitos sociales que en nuestra vida cotidiana nos pueden producir claro rechazo o como minimo desconfianza, como por ejemplo el ejercito o los partidos políticos. El último hurra es paradigmática en este sentido. Si alguien te comenta, ¿te apetece ver El último hurra de John Ford?, y le preguntas, ¿de qué va la peli? Y te contestan, de la lucha por la alcaldía en una ciudad, quizás torzamos el gesto y pensemos, no me apetece demasiado ver una peli clásica en blanco y negro y con ese argumento . Sin embargo, si a la pregunta de que va la peli contestamos, es una película donde puedes ver los trapicheos y los compromisos en los que andan envueltos los políticos, los banqueros, los hijos de los banqueros, los estamentos religiosos, los ciudadanos ajenos a esas altas esferas, y también es una historia con la que puedes reirte, puedes llorar, puedes reflexionar sobre el compromiso en el trabajo, sobre la amistad, sobre la muerte, sobre las relaciones familiares, la vejez… , entonces quizás la historia nos resulte mucho más atráctiva que lo intuido a priori.
Y es que los grandes artistas como Ford son capaces de impregnar de talento y poesía hasta los ambitos más lejanos a la belleza y el glamour, y eso tiene mucho mérito.
Otra de las características de su cine, es su irreverencia y su gran rebeldía, ya fuese para críticar la intransigencia de los altos poderes religiosos o políticos, o para mostrar su repulsión ante los sentimientos racistas, por ejemplo. Pero como lo hacía con tanta naturalidad, como quién no quiere la cosa, su cine y sus ideologías han sido cuestionadas, malinterpretadas y críticadas una y otra vez.
En definitiva, que el cine de Ford me parece acojonante.