Bendita calamidad
Sinopsis de la película
Incitados por un abogado sin escrúpulos, dos hermanos que se encuentran en graves apuros económicos intentan secuestrar a un rico constructor durante la fiesta del Cipotegato de Tarazona (Zaragoza), pero cometen un error y se llevan al obispo de la diócesis, con el que huirán por el Moncayo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Bendita calamidad
- Año: 2015
- Duración: 109
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Opinión de la crítica
Película
3.8
62 valoraciones en total
La película no es nada del otro mundo, como ya se figurará el amable lector de esta crítica, aunque siempre se ve con una indulgente y sana sonrisa en los labios. El film es delirante, esperpéntico, irónico y de un humor bastante grueso. Cuenta con un guión y unos diálogos ingeniosos, floridos y con unas situaciones típicamente españolas.
Sin embargo, cumple exactamente y con creces con la finalidad ideada por sus creadores, entretener al espectador con una buena comedia ambientada en el Aragón actual. Los y las intérpretes también cumplen su cometido dignamente, destacando un monstruo de actor llamado Luis Varela, el solo se come la pantalla.
Conclusión, 95 minutos de sana evasión y para reír de oreja a oreja, la recomiendo a los espectadores sin complejos. Un 7 merecido.
Sí, tiene una media superior al cuatro y pese a eso lo mejor que puedo decir de Bendita Calamidad es que está sobrevalorada.
¿Para cine? ¿Para televisión? Por raro que parezca la película se estrenó en cines y sí, Varela es lo mejor de la película pero solo por eso no merece la pena ver una película entera.
Lamentablemente es una pérdida de tiempo absoluta sobre la cual no merece escribir mucho más.
Hay películas que nos conmueven, otras que nos mantienen en tensión y muchas que nos aburren. Una película no tiene que ser pretenciosa, tiene que tener un objetivo: que el espectador se olvide de todo lo que hay fuera de la sala de cine.
Bendita Calamidad, con todos sus aciertos y sus fallos, no es una comedia de carcajada constante. Es una comedia de sonrisa en la cara. Una serie de sucesos que cada vez se van enredando más. El mejor de la película, un increíble Luis Varela.
No esperen ver una gran comedia, ni la película revelación del año. Esperen ver una película que les hará olvidar durante casi dos horas todo lo que hay fuera de la sala.
A menudo asumimos como obvio aquello que define a una comedia: de Ninotchka a La vida de Brian, de Sopa de ganso a Academia Rushmore, entre la sonrisa cómplice y la carcajada puede haber un mundo. En el caso de Bendita calamidad, sólo se encuentra la nada. Y resulta muy difícil decidir qué está más ausente en ella: la puesta en escena, la dirección de actores, el montaje… Si a ello añadimos un puñado de no-actores (no confundir con actores no profesionales o amateurs), a cual más lamentable, una banda sonora absurdamente omnipresente (que hace que las películas de Christopher Nolan parezcan silenciosas), y una duración desproporcionada (casi dos horas, dos… largas… horas…), nos encontramos ante una experiencia tristemente difícil de olvidar. Y por si fuera poco, y de regalo, una canción de Carmen París.
Así pues, lo que pretende ser un retrato esperpéntico y berlanguiano de ciertos aspectos de la sociedad, se convierte en un esperpento cinematográfico ensimismado en su cazurrismo localista.
Lo mejor: sin duda, Luis Varela, que consigue mantenerse digno en semejante despropósito.
No sé, llevo un rato dándole vueltas a cómo decir lo que siento después de ver esta película sin ser cruel…
En primer lugar, diré que no la he visto entera. Sé que no es lo mejor, pero la he pillado en la tele y ya estaba empezada, más bien tirando hacia el final y lo que vi… pues realmente no me ha invitado a un segundo visionado completo. Mientras la veía me preguntaba qué es lo que había en la pantalla, si un film o una simple TV Movie cuya finalidad es ser emitida en alguna cadena nacional un domingo por la tarde o una noche que no haya nada mejor, pero al parecer Bendita calamidad fue estrenada en cines…
Sé de primera mano lo difícil que es hacer cine, que las cosas nunca salen como uno quiere (más cuando se está empezando) y lo extremadamente complicado que es coordinar a todo un equipo para obtener resultados. Sé que es muy difícil hacer algo sin pasta, pero leches, esto realmente no me parece un quiero y no puedo. Sé también de primera mano que en cualquier facultad de Comunicación Audiovisual o en cualquier escuela de Imagen y Sonido la mayoría de alumnos tienen criterios cinematográficos suficientes para no cometer errores de novatos que se producen en esta película. Desde el guión, con un humor simple y ramplón (que, ojo, bien utilizado podría sacar una sonrisa simpática), una fotografía y una iluminación que dejan bastante que desear y unos actores que en general, no cumplen. Carlos Sobera es un presentador sublime, pero como dicen por ahí: zapatero a tus zapatos.
Salvo de esta película la digna interpretación del gran Luis Varela y el hecho de que esté dedicada a Álex Angulo. Por lo demás, no ha significado nada para mi. Si a alguien le ha gustado y discrepa de mi crítica, sinceramente me alegro por él.
Pero qué sabré yo, si solo soy un tonto más.