El especulador
Sinopsis de la película
Giovanni Alberti es un respetable hombre de negocios que está muy enamorado de su esposa. El problema es que ella ama tanto el lujo y la buena vida que Giovanni necesita cada vez más dinero para satisfacer sus caprichos. Llega a estar tan asfixiado por las deudas que incluso le proponen que venda algo vital a cambio de una importante cantidad de dinero.
Detalles de la película
- Titulo Original: Il boom
- Año: 1963
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
Película
6.8
42 valoraciones en total
Con una maravillosa soltura verbal, con la marca Italia en la frente, el personaje que interpreta Alberto Sordi va de aquí para allá intentando tapar los agujeros que su maltrecha economía familiar ha producido. Si digo que es muy grande Alberto Sordi no menos inmenso es Vittorio De Sica, que abandona con acierto la conocida dosis extra de realidad para meterle mano a la ironía. Nos hemos metido en una comedia agridulce en este Il boom (lamentable traducción, incomprensible, en castellano…), porque el desparpajo de Sordi hay que verlo para sentenciar que con alguien así te echarías unas risas toda la noche, pero también hay tiempo para observar su problema, entonces lo encontraremos tristón y pesimista porque las cosas no le van bien.
Él está como está porque gasta muchísimo más de lo que debe, porque está enamorado y quiere que su mujer lo tenga todo, más allá de lo necesario. Él quiere que ella se mantenga tocando el lujo, que viva en la opulencia. Por amor, porque la quiere, porque su mujer lo es todo para él. No hay nada más atemporal que luchar por el amor…
Pero dicho en antiguo: no tiene un duro. Da Sica disfraza con humor un drama porque, ahí está el techo de la película, se le ofrece la oportunidad, maravilloso guión, de vender su ojo izquierdo. Como el que vende su coche, hipoteca su casa o empeña las joyas. Al pobre Alberto se le cruza en su camino la posibilidad de tirar para adelante a costa de su sano ojo izquierdo.
Pocas veces como en Italia se ha mezclado tan bien el humor con el drama. Me vienen a la mente nombres propios como Monicelli, Gassman o Scola y creo que la comedia italiana vale tanto o más la pena que sus grandes dramas neorrealistas.
Macabra comedia satírica, con guión del fecundo Cesare Zavatini, sobre los usos y costumbres de los nuevos ricos en la Italia del boom económico de los años sesenta. Divertida y amarga a un rato, el film está totalmente al servicio del excepcional trabajo de Alberto Sordi, verdadero fenómeno de la naturaleza, y si bien no es una de las obras mayores de De Sica se deja ver con gusto.
Despiadada sátira de una sociedad, la italiana de los años 60, en la que sólo cuenta el éxito a cualquier precio. La propuesta de De Sica y Zavattini resulta original, y tiene las justas proporciones de drama y de comedia para funcionar aceptablemente. Además, cuenta con una brillante interpretación de Alberto Sordi, que justifica por sí misma el visionado del filme.
La película tiene un cierto aire de familia con El verdugo , que Berlanga dirigió ese mismo año, aunque no alcanza, desde luego, la categoría de esta obra maestra.
Vittorio de Sica fue uno de los directores más populares del cine clásico italiano, fue uno de los líderes del neorrealismo, con su trilogía de El limpiabotas , Ladri di biciclette y Umberto D. . Pero también tocó otros palos como la sátira social, obras menores que las anteriores citadas tanto por su forma como por su repercusión.
Uno de los reyes de la interpretación de tales sátiras, sino el que más, era Alberto Sordi, auténtico Dios de la comedia italiana, que tenía un ritmo de producción impensable hoy en día. En 1963, además de Il boom estrenó dos: El diablo y El maestro de Vigevano , y De Sica también, ese mismo año hizo Ieri, oggi, domani con Loren y Mastroianni.
En Il boom Sordi encarna a Alberti, un tipo que se ha endeudado por una simple y estúpida razón, pero que es la causante de la mala economía de muchas personas en cualquier época y lugar: gasta más de lo que gana. Sobre todo por culpa de una moglie acostumbrada al lujo, y a los caprichos del mundo occidental que impone la sociedad. Cuando ésta, y su familia liderada por su padre, un general del ejército, se entera le pide ipso facto el divorcio reprochándole lo inútil que es. Entonces consigue la oferta de su vida, 70 millones de liras a cambio de su ojo izquierdo. Naturalmente acepta porque está entre la espada y la pared. Con el adelanto del parné salda las deudas y su mujer vuelve a sus brazos. Momento, como muchos otros, lleno de ironía y crítica a esta podrida sociedad de amigos y amores por mero interés y posición en la que vivimos, en la que nos ponemos en el pellejo de Sordi y reímos a carcajadas a la vez que De Sica y Zavattini satirizan a la plebe. Vaffanculo el doblaje, y vaffanculo la traducción del título.
– Me ha dicho la modista que aún no le has pagado.
– ¿Eh? Es… es mejor retrasarse. Así lo hacen todos. Cuanto más tarde pagas, menos pagas. Es la inflación. ¿Cuánto costaba un bistec el año pasado?
– No lo sé, tesoro.