Arteros
Un payaso, un aspirante a pintor, una pésima actriz y una artista plástica coinciden en una misteriosa galería que esconde un secreto. Pronto comprenderán que han iniciado un camino en el que tendrán que pagar un precio muy alto por triunfar en el mundo del arte.
Por una circunstancia me enteré de la existencia de esta película. Viendo la sinopsis no me cree expectativa alguna, pero de cualquier manera estaba dispuesto a verla. Las comedias siempre han sido de mi gusto, el único problema es que cuando no me hacen gracia difícilmente logran engancharme, a no ser que contengan una carga muy dramática. Pues bien, la historia ya se ha visto en muchas ocasiones y quizá mejor contada, sin embargo me gustó el tono en que está dirigida, además el que aparezca un payaso le da un valor agregado a mi gusto. Muy digerible, se nota cierta naturaleza y hambre por lograr un cometido. Tiene dos o tres situaciones bastante graciosas (Los chorizos parlantes se cuecen aparte) y en ningún momento se siente fuera de lugar. Por otro lado, la crítica que se hace hacia el mundo del arte es efectiva, de un modo no tan ácido, más bien un poco satírica y sardónica. Sin ser una gran producción (inclusive austera), se agradece este tipo de cine en el que encontramos un mucho de pasión y compromiso. Esa pasión se siente a distancia, se palpa. Si por un azar llegué hasta aquí para esbozar una sonrisa y escribir algo al respecto, con el mismo digo y espero que la mueca alegre que se creo en mi rostro llegue a los demás de la misma manera.