Wallis y Eduardo: El romance del siglo

5 comentarios en «Wallis y Eduardo: El romance del siglo»

1. No entiendo porque, si una película la firma Madonna, los críticos de nuestro país, le echan tanta tierra, mi sensación es que no la han visto. Madonna también ha evolucionado, tanto que la película no parece realizada por ella. Me importa muy poco el rigor histórico de lo que se cuenta, porque no es una película histórica es una película de amor… Me importa la atmósfera que recrea, y genera en el espectador, y como tal, me ha dejado realmente magnetizado, el vestuario, las miradas, los enfoques, y en si la historia, la de antaño y la de ahora. Realmente cuenta algo que no te deja indiferente, te mueve algo por dentro, los actores estan soberbios, si hacen de ricos, cursis y pijos pero hasta para eso hay que ser buen actor…. si señores no todos los actores saben hacerlo bien… La música es fantástica y es tan adecuada, Al verla en versión original, subtitulada en inglés todavía es más creible, porque los silencios y las palabras hacen un juego extra que te engullen,,, Gran película, gran directora… Su reconocimiento sera tardío, yo creo que póstumo… no se perdonan otras facetas y actitudes… pero al final en otro tiempo, se le dará su real valor…..

2. Si hay alguien que supo lo que es ser una celebrity, esa persona fue Wallis Simpson. Wallis se casó dos veces y fue después de estos matrimonios que conoció al amor de su vida, Eduardo, quien luego se convertiría en Rey de Inglaterra. Y ese amor fue correspondido. Y cuando no aceptaron este amor, éste decidió dejar el trono por ella. Esta es la historia a grandes rasgos del romance más grande la historia .
   
   La película que dirigió Madonna, y aquí se estrenó largos meses más tarde, más exactamente el mismo día que dio su primer show en Buenos Aires, está en su mayor parte basada en esta historia. Aunque la línea principal del relato es la de otra Wallis, una Wallis moderna que vive tras la sombre de esta mujer que tanto admiró, una mujer que vive un matrimonio problemático, como el que la duquesa también tuvo que vivir.
   
   Debo confesar que decidí ver esta película sin prejuicios, pero a la vez sin expectativas. Y la verdad, es que la disfruté mucho. Sé que en general no tuvo buenas críticas, pero a mí no sólo me atrapó la historia de una mujer que siempre me pareció fascinante, sino la estructura, cómo estas dos mujeres que viven en diferentes épocas se cruzan y se dan consejos, y el amor, claro. Porque ante todo, es una película romántica, dramática y romántica.
   
   Andrea Riseborough es quien tiene la mayor responsabilidad, en ella recae el papel de la Duquesa de Windsor, hermosa y rebelde. Abbie Cornish es la Wallis más moderna, que no deja de visitar la exposición sobre la Duquesa día a día, lo que la va a llevar, sin esperárselo, a encontrar el amor.
   
   Con mucho estilo videoclipero, Madonna filma una película hermosa, caprichosa por momentos, y refleja en ella lo que es ser una celebridad, el tenerlo todo pero no poder ser libre. ¿Quién arriesgó más con este romance? ¿Quien se ve obligado a renunciar a su reino para estar con la mujer que ama? ¿O la mujer que está confinada a estar hasta el día de su muerte alejada de su país?
   
   La escena del baile me pareció preciosa, y me recordó un poco (salvando las distancias) a lo que hace Sofia Coppola en su Marie Antoinette, al agregarle un poco de rock al relato y así haciéndolo más fresco.
   
   Durante la película no suena ningún tema de Madonna, al menos no hasta que los créditos empiezan a llover. Es entonces cuando empieza a sonar el que es probablemente el mejor de su último álbum, Masterpiece . Es por eso que uno no quiere irse de la sala hasta que la pantalla se apague.
   
   Si fueras la Mona Lisa, estarías colgado en el Louvre. Todos vendrían a verte, serías imposible de mover. Parece que para mí es eso lo que tú eres, una rara e invaluable obra de arte…
   
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3. Me parece una buena película no a la altura de arrasar en los Oscar, pero si para pasar un buen rato en el sofá, a destacar sus buenas interpretaciones, especialmente de Andrea Risebrough y James Darcy, su vestuario (nominado al Oscar) y su banda sonora fantástica en la linea de la maravillosa banda de a single man.
   
   Lo peor , que la ha dirigido Madonna y la crítica nunca será justa.

4. Grande película. Tenía tan malas críticas, que me la esperaba peor. Pero me ha encantado. Para empezar, la BSO es una OBRA MAESTRA, la tenía escuchada (pero mucho) mucho antes de verla. Y es que la BSO es una de las mejores BSO que he escuchado en toda mi vida.
   
   Al final, me armé de valor y la vi, porque me dije: sólo por la banda sonora merece la pena. Y madre si mereció la pena. Al principio te pierdes un poco, y más si no sabes un poco la historia de este príncipe de Inglaterra. Va alternando pasado con pasado reciente, y al principio marea un poco. Pero luego le coges el ritmo y quieres más y más. Una película intensa y con mucho sentimiento.
   
   Madonna ha sabido llevar a la gran pantalla esta gran historia. Una historia que contada siempre sale a relucir lo que este príncipe tuvo que renunciar. Ya que sólo estuve como rey apenas un año. Y renunció… pero ¿y ella?
   
   Grande, me ha parecido una de las mejores películas, que lástima que la crítica (vendida) la pusiera a caldo, hubiera arrasado en taquilla, y sobre todo (y no me cansaré de decirlo) por la OBRA MAESTRA de la BSO.

5. Como ocurre siempre que Madonna hace algo, ya sea música, conciertos, espectáculos, libros, fotografías, cine, estornudar o salir a la calle, las reacciones son desproporcionadas. No hay un palo que la artista toque que se salve de ser calificado de cataclismo universal. Y W.E. no es una excepción.
   
   Porque ¿realmente hay tanto por lo que sentirse ofendido ante esta película? No creo, ni mucho menos, que W.E. sea una obra maestra, pero si cualquier otro realizador fuera el que figurase en los créditos de la cinta, seguro que habríamos oído cosas del tipo alejándose del academismo, una visión estética de la realidad histórica, o cómo contar una historia de sobras conocida y sobada de manera original. Pues bien, así lo pienso yo.
   
   Porque W.E. es una película que apuesta por ser original, por contar una historia desde otro punto de vista (argumental y estilístico) que el de la mayoría de las producciones de época, o basadas en hechos reales, o crónicas de la realeza inglesa. Su guión no siempre funciona, y la combinación de pasado y presente, con alegorías y anacronismos decididos, no alcanzan en todo momento el punto deseado.
   
   Pero W.E. trata, por encima de eso, de plasmar una realidad de forma poética y metatextual, de indagar en el fanatismo, la persecución mediática, la lucha de clases y culturas, y los distintos tipos de violencia hacia la mujer, y lo hace de forma estética, arropada por un diseño de producción, una fotografía, y una música de Abel Korzeniowski (A single man, de nuevo pletórico), que nunca disimulan las intenciones formales y estéticas de una película imperfecta e inacabada, pero nunca deleznable.
   
   W.E. es entretenida y apuesta por ser original. Madonna demuestra pulso con la cámara, y aunque el guión falle en aspectos de estructura y de transmisión de ideas, la película funciona sensorialmente, y es capaz de estimular sentidos y sentimientos (algo que no puede decirse de mucho cine comercial).
   
   Como siempre, su indisimulada identificación con la historia de Wallis y Eduard, cabreará a muchos, que serán incapaces, simplemente, de sentarse a disfrutar de una historia potente, original, con actores entregados, y sobre todo, con una perspectiva de la historia novedosa.