Vuelo nocturno
Sinopsis de la película
Lisa Reisert (Rachel McAdams) vuela a Miami. Poco después del despegue, Jackson (Murphy), su compañero de asiento, le revela la razón de su presencia a bordo: él es el artífice de un complot para matar al Comisionado de Homeland Security, y Lisa es la clave para llevarlo a cabo. Si ella se niega a cooperar, Jackson ordenará que maten a su padre. Atrapada en el avión, Lisa buscará desesperadamente una forma de eludir a Jackson y evitar un asesinato inminente.
Detalles de la película
- Titulo Original: Red Eye
- Año: 2005
- Duración: 85
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargarte una copia de esta película en formato 4K y HD. Seguidamente te citamos un listado de posibilidades de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
5.4
67 valoraciones en total
Si de Craven se trata, uno puede sentirse seguro y tranquilo porque a la hora de generar tensión y expandirla en el tiempo, este director parece llamado a hacer. Vuelo nocturno carece de una idea conceptual, no posee profundidad, que va, es mero entretenimiento pero a la hora de concentrar sus misiles teledirigidos no pifia una sola vez. Será que de eso se trata.
Bajo una estructura tradicional, vemos como este thriller al uso se abre camino dentro de un avión que resulta el depositario de toda la tensión contenida. Existen algunos elementos a considerar: los vuelos previos postergados, la presentación efímera pero amena de los extras dentro del avión. Craven envuelve al espectador dentro de su escenario, el espectador resulta un pasajero más. Todo este primer segmento se vive entre dientes , como un hilo que se va tensando en silencio. Los dos protas répresentan las fuerzas de choque, con sus idas y vueltas cada cual aporta lo suyo, aunque a nivel de comunicación y/o química sentí que no se complementaban del todo bien, condimentando a una escena angustiante per sé diálogos inteligentes que muchas veces no iban al caso.
El segundo segmento explota y la peli se transforma en una entrega de acción. Una cámara precipitada como los personajes que corre, trastabilla y empieza a dividirse intentando trasladar las diversas situaciones de cada sitio por separado. En general las corridas y el devenir de la trama están muy bien llevados, sin regodearse en caprichos autorales ni excesos, tan comunes en este tipo de género. Es cierto que la cinta se acaba con una llamada telefónica pero, por dios, cualquier espectador que suela recorrer la naturaleza de estas entregas sabe de taquito que el camino fácil elimina el objetivo: la diversión.
Si algo se puede elogiar en Vuelo nocturno es su mesura dentro de semejante cambalache, nunca se va de mambo, nunca se la cree . Y el resultado final se vive como lo que es: una digna cinta de entretenimiento puro y duro.
La he visto un domingo por la tarde después de comer, y efectivamente es una película para eso. Tumbado y con el estómago lleno entra sueño y si te quedas dormido, pues no pasa nada, porque el argumento seguro que lo has visto 500 veces, especialmente el final. Como tampoco podemos decir que sea aburrida, pues cumple totalmente con el standard de película para la tarde dominical.
Entretenida, con esta película se pasa el tiempo volando (nunca mejor dicho)… quizás demasiado… eché en falta más trama, más intensidad, aunque la que hay no es nada despreciable… pero el hecho de preguntarme al finalizar el film con un ¿ya está? me supone cierta insatisfacción… Por fin he entendido el título, Red eye … como con la peli no se solventaron mis dudas, indagué en internet y averigüé que esta expresión se utiliza en EEUU para referirse al último vuelo de la jornada que hace la gente que va y viene el mismo día por negocios a otra ciudad… eso sí, engañoso el trailer promocional en el que al malo se le ponía un ojo rojo de repente… me da que mucha gente creyó que vería a un típico Craven, pero no (de ahí una posible decepción). Con la peli pasas un buen rato… pero espero que la próxima sobre intrigas en un avión (Flightplan con Jodie Foster) supere a esta. Ya lo contaremos.
Wes Craven me propuso un vuelo plácido y de moderado entretenimiento una húmeda noche de verano hace dos añitos y pico ya. Una de esas singladuras ideales para combatir el calor canicular: día del espectador supongo, palomitas en palangana, los colegas y las novias, una enorme cola de gente ansiosa por matar el tiempo (extraña ansia por otro lado)…
En fin, un no muy exigente planear, la excusa perfecta para el consabido encuentro social multitudinario, y una noche de insustancial entretenimiento estival ideal para constatar que aún formas parte de este mundo y sus quehaceres. Y el vuelo, dentro de su modestia, no fue mal del todo. Se nota que el piloto tiene experiencia.
El aterrizaje fue otra cosa, ya lo han comentado otros pasajeros. Los espectadores, con la mosca detrás de la oreja, barruntaron acertadamente que aquello se estrellaba. Y cundió el pánico y, efectivamente, nos la dimos, llegó el trastazo definitivo con esa Rachel McAdams a lo Supergirl y Cillian Murphy sanando su aerorragia con un fular de lo más cuco.
Los 20 minutos finales fueron muy, pero muy, accidentados. Seguramente había turbulencias y casi salieron volando las butacas hacia la pantalla que ya, para entonces, sólo ofrecía patadas, saltos imposibles y traqueotomías.
El caso es que salimos todos del cine con una enorme sensación de siniestro aéreo y, y esto no sé si es virtud de la cinta o un exceso inverosímil, con la sensación de que nos habían clavado algo en la garganta.
La púa de la entrada probabilísimamente.
Wes, ¡qué bien te lo montas! Después de un parón de cinco añitos y seguramente haberte ventilado toda la pasta que sacaste con la trilogía del terror teen cómico palomitero de Scream , regresas con dos peliculones: La maldición y Vuelo nocturno .
Si en La maldición te salió un bodriete en toda regla, cuyo único aliciente es ver a la Ricci sin depilar (hay mentes enfermas y retorcidas como la mía), en Vuelo nocturno has acertado de lleno. 85 minutos de tensión hitchcockianos muy cafres, precalculados para colar cuatro sesiones en los cines y encima críticas más que decentes. ¡Estás hecho un chaval!
Y es que el interesante inicio de Vuelo nocturno puede colar perfectamente como uno de los episodios de Alfred Hitchcock presenta . El problema principal reside en que el desarrollo del filme va incurriendo en numerosas trampas y situaciones cogidas con pinzas milimétricas, que desencadenan en un desenlace ultra previsible y absurdo (ver spoiler).
Los resultados en taquilla han sido muy buenos. Espero que los productores te suelten pasta para estar callado otros cinco añitos. Y no vuelvas a intentar a hacer nuevamente cine serio porque todos sabemos y tú el primero que no es lo tuyo.