Vicky Cristina Barcelona
Sinopsis de la película
Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) son dos jóvenes norteamericanas que van a Barcelona a pasar unas vacaciones de verano. Vicky es sensible, racional y tiene intención de casarse, Cristina es apasionada y busca aventuras emocionantes, en realidad, no sabe muy bien lo que quiere, pero sabe perfectamente lo que no quiere. En Barcelona, ambas se ven envueltas en una relación poco convencional con Juan Antonio (Javier Bardem), un conocido pintor vinculado sentimentalmente a su tempestuosa exmujer María Elena (Penélope Cruz).
Detalles de la película
- Titulo Original: Vicky Cristina Barcelona
- Año: 2008
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
5.8
35 valoraciones en total
– Diga
– Hola, és el despatx del senyor Allen?
– ¿Perdón?
– ¿Qué no habla catalán?
– No.
– ¡A vaya! Quisiera hablar con el señor. Allen? Soy el alcalde be Barcelona Jordi Hereu.
– Aquí Allen.
– ¿No tiene secretaria?
– Ahora mismo está poniéndome una demanda por acoso sexual.
– Quiero que ruede una película en la bella Barcelona.
– ¡Ummm! ¿Qué me ofrece?
– Tres millones de euros de los contribuyentes.
– Creo que no. Me apetece regresar a Manhattan.
– OK, señor Allen. Le ofrezco un trío con Scarlett y Penélope.
– Mañana empezamos el rodaje.
– Pero que salga Barcelona bonita ¿eh noi?
– Claro, claro… un trío.
Al genio empieza a fallarle la cabeza. Piensa más en hacer turismo que en rodar una película. Piensa más en beber buen vino que en escribir un buen guión. Yo es que, a su edad, ya hubiera pensado en la jubilación y estaría con mi chata paseando, no sólo por Barcelona, sino por todo el mundo. Si quiero ver Barcelona, me voy allí. Si quiero verlo pero no puedo ir, me pongo el Canal Viajar que es más o menos lo mismo que esta película pero sin pagar por ello.
Supeditar un guión a una ciudad da como resultado Vicky Cristina Barcelona. A esta película no es que le falte sal, como dice Bardem en un momento de la historia, es que le falta el puchero entero. La película empieza como una conjunto de postales de la bella Barcelona, luego, pasa a enseñarnos lo bonito que es Oviedo (tener el príncipe de Asturias ha servido para que Oviedo sea conocido en todo el mundo) y Avilés. Todo esto sin mucha miga, sin mucha sal y sin nada de genialidad.
Cansado de hacer turismo, la película se asienta sobre un triángulo amoroso en el que dos amigas (completamente distantes en cuanto al amor se refiere) pretenden el mismo hombre (macho ibérico, seductor y bohemio pero con más dinero que el Bofill). Esta parte se me antoja torpe y acelerada. En un plis plas, una contrae matrimonio, la otra contrae pareja y los días pasan felices.
Entonces llega Penélope. La muy denostada Penélope Cruz, y consigue en esa tercera parte resucitar una película que me parecía más muerta que viva. Sea su personaje, sea porque realmente interpreta de manera veraz y cómica a una artista maniática, lo cierto es que salva a la película de un descalabro monumental. Arrulla a los que a su lado están y demuestra que no es tan mala actriz como muchos la señalan. Aunque seguirán cayendo críticas haga lo que haga. En España el triunfo está mal visto y ya hemos visto como el propio Bardem, tuvo que defenderse hace poco de las consabidas envidiosas críticas.
De todas formas, ni la Cruz puede conseguir que esta película no me parezca una comedia romántica a lo Nancy Meyers. Con algo de calidad pero que dista mucho de lo que se espera de W. Allen.
Bueno…acabo de llegar de ver Vicky Cristina Barcelona. Acudí al cine esperanzado en encontrar reminiscencias de anteriores películas de Woody Allen, con las que he disfrutado mucho y aún lo hago cuando tengo ocasión. Incluso me conformaba con descubrir algo distinto y a la vez cautivador, como me ocurrió cuando visioné Match Point por primera vez.
Pues no. Lamentablemente tengo que decir, que aquel que vea en esta película una de las grandes de Woody Allen, o bien forma parte de la productora o es que vive en Barcelona y se encuentra incapacitado para hacer una crítica objetiva, al verse maravillado por el recorrido turístico de la ciudad con el que se nos apabulla.
Estoy bastante decepcionado, con la película y sobre todo con Woody Allen. No me esperaba esta obra de él. Está llena de tópicos insustanciales sobre España, de recorridos turísticos que huelen a imposiciones externas y de diálogos simples disfrazados de una complejidad artificial.
Pues bien, no soy ningún premio nobel, pero lo cierto que es la película me ha parecido simple en la forma y en el fondo. Simple en el guión, en las actuaciones y en los diálogos (a excepción, claro está, de los oasis de frescura que nos ofrecían Bardem y Cruz, lo mejor de la película con diferencia). Había momentos documental que exigían un esfuerzo extra de concentración.
Y por cierto, si los actores no están capacitados para rodar escenas de sexo no convencionales, que no las hagan por favor, o bien haber aprovechado la maldita voz en off (que nos tortura durante toda la película) para sugerirlas sin mas, porque la escena de Cruz y Scarlett es como mínimo poco creíble.
Bueno, pues nada más, hoy tengo la sensación de que he perdido dinero en el cine y esta, es la peor sensación que puede tener un espectador al salir de una sala.
Recomendada solo para futuros visitantes de Barcelona y fans incondicionales del director neoyorquino.
Lo que le hicimos a Woody Allen no tiene nombre. Nos portamos como paletos, como si la estancia del Sr Allen fuera una suerte de Bienvenido Mr Marshall , como si nunca de los jamases nadie allende el atlántico hubiera decidio pasar unos días aquí. Por todo ello no me extraña que el producto final haya salido así, casi que lo interpreto, o quisera que fuera así, como un venganza del Sr. Allen hacia todos nosotros. Si no, no le encuentro otra explicación posible a la peor película de Woody Allen que jamás haya rodado.
Porque lo que acontece en pantalla no es más que una ristra de tópicos, de mala información, de sin sentidos y de situaciones que oscilan entre lo esperpéntico y lo directamente ridículo.
Por un lado esas turistas que a la primera de cambio se van con un tío que les ofrece avioneta y sexo, fantástico. 30 años viviendo en Barcelona y yo sin saber que ligar era tan fácil. Claroq eu igual es que no utilizo el método Allen aplicado a ese manual del tópico con patas que es Bardem. Ya se sabe, ese atractivo de macho ibérico indomables, con dosis de rebeldía y meditaciones artístico modernas que son el no va más. Aunque claro poco debe sorprender la reacción de unas turistas como estas, movida una por sindefinición vital, con el rollito de no se que hacer con mi vida y demás brasas pseudoexistenciales y la otra viniendo a estudiar la cultura catalana mientras de fondo tenemos el concierto de Aranjuez de fondo y otros lolaileos varios.
Pero el desvarío continua cuando el único tema tradicional catalán aparece de fondo en Oviedo!!! Tremendo! Aquí ya no sabía que hacer, si reirme o directamente ponerme a llorar. Mientras vuelven a esa Barcelona donde todo el mundo es artista, bohemio y donde el verano del amor del 68 parece que nunca ha acabdo porque la gente es liberal, romántica y hasta las putas de la calle San Ramón son encantadoras y los proxenetas no les rompen los morros al primero que ose sacar fotos a sus protegidas . Claro que esto es Barcelona, amigos, esa ciudad que se reduce a Gaudí, Miró, Pedralbes, antros fashion, exposiciones de arte y folleteo continuo.
Aunque claro, como no, todo es susceptible de empeorar. Así que se nos aparece el espíritu de las maggioratas italianas versión histérica. Es decir una Pe que está estupenda interpretándose así misma, gritando como una neuras insoportable ymanteniendo unos diálogos con Bardem que a ratos parecen sacados de escenas de matrimonio y otras directamente de los Serrano.
Cierto es que no he hablado de la película, de si está bien rodada o no, de su mensaje de fondo y de si hay algo más que la pretensión de ser un divertimento superficial y frívolo. Cierto es que no he dado ninguna razon para criticarla más allá de la anécdota o del detalle trivial. Pero lo que realmente es preocupante es que cuando uno consigue detectar todas estas cosas es porque realmente lo que hay detrás no le interesa en absoluto, o al menos no consigue conectar con ello. (sigue en spoiler)
Hay muchas películas que pierden mucho valor al ser dobladas. Vicky Cristina Barcelona no sólo perdería el valor, también el sentido. Si en algo destaca el film de Woody Allen es en la dualidad de los lenguajes y en el juego y jugo que se les saca.
Penélope Cruz interpreta a María Elena, su nombre no aparece en el título de la película, pero ella es el alma del film de Allen. María Elena es la frescura, el aire entre el vaivén del inglés al castellano, la inflexión entre Cristina (Scarlett Johansson) y Juan Antonio (Javier Bardem) y lo opuesto a Vicky (Rebecca Hall). Penélope Cruz está admirable en un papel realmente gracioso. Le da un toque fresco, descarado, lunático, hermoso… Javir Bardem es convincente en un papel difícil por lo irreal de la situación.
Vicky Cristina Barcelona es una gran comedia, evidentemente no es la mejor del newyorkino, pero me ha hecho reír bastante. Pero más allá de la extravagante comedia que contemplamos, Allen nos sugiere otras cosas que poco tienen de comedia. La fugacidad, el final de un nunca eterno amor es expuesta de forma sutil pero certera.
Allen se reivindica después de su fallida El sueño de Casandra y principalmente, gracias a Penélope Cruz, nos deleita con una gran película que deberían de haber prohibido estrenar en versión doblada. La Versión Original Subtitulada nunca fue tan necesaria. Gracias Pé por esos momentos de insultos en español mezclados con desprecios en inglés. En esta casa se habla en inglés .
Pocas veces un estreno suscita tanta atención en España como este filme. En primer lugar la sola idea de que el autor sea Woody Allen, ya atrae a un gran público amante del cine del de Brooklyn, si a esto le añades la presencia de Javier Bardem y Penélope Cruz (sin olvidar ni mucho menos a la Johansson), pues taquillazo asegurado.
Pero cuando uno se sienta en la butaca y empieza a darse cuenta de como estan las cosas el asunto se empieza a poner feo.
Para empezar hablemos del doblaje, se puede calificar de patético (a excepción del de Cruz), nada acorde con los personajes a los que incluso les da un cierto aire de retraso (mental por supuesto).
Seguiremos con el narrador, espectacular, jamás había tenido tantas ganas de taparme los oidos y echarme un pitillo en una sala. Da la sensación de querer meter cientos de ideas, conceptos y personajes en la película pero de manera ridícula, como si nos estuvieran leyendo un cuento escrito por un niño de 10 años pero con palabras de un hombre desquiciado de 70.
La historia es tan poco creíble, que en muchos momentos te entraba la risa (y no sólo a mi), un mundo bohemio de pintura, fotografía, poesía, arte en general… y viajando en jets privados, viviendo en palacetes de ensueño, disfrutando a todas horas de vinos de 100 euros la botella… a los americanos les entrarán ganas de venir a España, porque después de pintarla así no hay quien se resista.
Los personajes son tan irreales que no hay por donde cogerlos, y sus conversaciones no tienen nada que ver con lo que conversan el resto de los seres mortales, y a los secundarios me los voy a obviar porque podría herir la sensibilidad de más de uno.
En definitiva un bodrio que parece perpetrado como una cruel broma, para los amantes de la Johansson (que a la vuelta a casa quizás hagan algo más que comentar la película) y las fans más histéricas de Bardem (que soñarán con él más de una noche).