Vampire Girl vs. Frankenstein Girl
Sinopsis de la película
El día de San Valentín, Mizushima aceptará el bombón que le ha regalado Monami, una compañera de clase. Ella es una vampira y quiere hacerlo suyo para siempre, pero Keiko, antigua pretendiente, no estará dispuesta a dejarlo escapar.
Detalles de la película
- Titulo Original: Kyûketsu Shôjo tai Shôjo Furanken (Vampire Girl vs. Frankenstein Girl)
- Año: 2009
- Duración: 80
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Opinión de la crítica
Película
4.9
95 valoraciones en total
Como toda buena comedia gore que se precie ésta peli es muy cutre y muy loca, pero divertida a más no poder. La acabo de ver en el Fancine de Málaga y todo el sueño que me había dado después del pase de la aburrídima True Nature se me ha quitado a golpe de risa de humor absurdo y exceso de sangre y visceras.
A pesar de que la pondría en la categoría de peli Z (y porque ya no tiene más letras el abecedario) tiene alguna que otra escena o plano de cine de alto rango (la escena en la que la vampiresa baila bajo una lluvia de sangre es ín-men-sa), por lo que se atisba a un director (o directores, en este caso) que con algo más de presupuesto podrían hacer una obra más seria y ambiciosa. También es muy fácil que te enamores de la chica vampira, así que ahí tiene otro punto a favor.
En fin, adorable, encantadora y sangrienta película que está llamada a ser una obra de culto dentro del frikismo mundial.
Yoshihiro Nishimura y Naoyuki Tomomatsu pertenecen a esa cuadrilla de cineastas japoneses locos de la que también forma parte gente como Noboru Iguchi o Tomoo Haraguchi, auténticos fuera del sistema que lo mismo hacen gore artesanal sin complejos que coquetean con el pinku eiga de alto nivel. Está claro que a estos señores les va la caña. Basta referenciar películas como The machine Girl, Tokio Gore Police o alguna de las inenarrables producciones de la Fundoshi Corps para hacerse una idea de lo que ofrece esta nueva astracanada nipona.
Aunque parezca mentira, hay un guión con historia detrás de la película. El origen del mismo lo encontramos en un manga de la dibujante, novelista y actriz Shungiku Uchida, que algunos recordaremos como la perturbada madre de Visitor Q y que también hemos podido ver en el Nightmare Detective 2 de Shinya Tsukamoto. Sorprende que detrás de semejante barrabasada se encuentre tan prolífica señora pero no que Tomomatsu y ella hayan vuelto a colaborar con posterioridad en la adaptación de otro de sus cómics. Dios los cría y ellos se juntan…
Por deferencia a su falta de ridículo, haremos una referencia a los actores protagonistas. El triángulo amoroso encarnado por Takumi Saito y las gravure idols Yukie Kawamura y Eri Otoguro se complementa con las notables presencias de Kanji Tsuda (Tokio Sonata), la famosa Eihii Shiina (Audition) y un buen número de lolitas de dudosa procedencia interpretativa. Atentos al cameo del director Takashi Shimizu (The Grudge) haciendo de profesor de chino. Sin comentarios. Tampoco podemos olvidarnos de la delirante selección musical de flamenco y J-Pop que suena a lo largo de la película.
Aunque directores como Takashi Miike, Hitoshi Matsumoto e incluso Takeshi Kitano nos hagan dudar en ocasiones de dónde termina la subversión y comienza la gamberrada, con Vampire Girl vs Frankenstein Girl no hay duda alguna. Esto es como el Killer Barbys vs Dracula de Jess Franco solo que con más clase. En resumidas cuentas, una película de freaks para freaks que cumple lo que promete. Habrá quién considere que este tipo de productos es cine basura pero lo cierto es que solamente la que produce el país del sol naciente es capaz de alcanzar semejantes cotas de delirio. Una vez más, only in Japan.
Keichi
Me ha encantado, una bizarrada japonesa de las buenas, con una historia de lo más friki, bastante gore y litros de sangre.
Una trama que no decae, muy entretenida y disfrutable, algunas japonesitas guapas (falta destape, es raro que no lo haya en una película como esta) y buenos efectos especiales ochenteros, mezclados con otros digitales bastante reguleros pero que no molestan en una película como esta.
Me encanta este tipo de cine.
Esencialmente, hay dos formas de hablar de la última locura de Nishimura: comparándola con esa obra maestra que es Tokyo Gore Police y abstrayéndose de esta última película y pasando a alabar el descerebre que acabamos de disfrutar mientras recogemos el whisky y guardamos los calamardos sobrantes. Si optamos por la primera vía, pues casi que nos da una bajona de no salir de casa en un mes, pues lo que en TGP era la perfecta fusión del discurso del Cronenberg mas lúcido con el humor del Verhoeven mas cínico, salpimentado con el marcianisimo (para los occidentales, claro) modo de ver las cosas nipón, termina trocando en una astracanada propia de una filial japonesa de la Troma, de haber existido finalmente tal cosa si se hubiera cumplido el deseo de Lloyd Kaufman y Michael Herz. Pero no pasa nada, eh, que aun con todo es un film muy disfrutable, y un millón de veces más válido que cualquier chorongo de Amenabar.
La historia va así: la equivalencia japonesa de lo que aquí serían dos Yennys se enamoran del chulazo cani de la clase. Una de ellas es vampira, y la otra termina muriendo por lesiones incompatibles con la vida (que dirían en ¨el parte¨) para ser resucitada después, pudiendo dirimir ya tuneada a hostia limpia con la murciélaga quién quiere más al chulazo del insti. Lo que parece un episodio de Compañeros resulta ser eso, solo que con una serie de insertos deslabazados que hacen chanza acerca de lo emo (la competición de cortes de muñeca, impensable en Europa con los guardianes de la moral), la necedad de las tribus urbanas (los sketches de las emulas de negras son descacharrantes), los chinos (algo así como el hazmerreir de Asia para los japoneses) y el añadido de alguna que otra escena gore CGI, cosa que no veíamos en el Colegio Azcona, aunque bien es cierto que contabamos con Francis Lorenzo, presencia mucho mas desagradable, cercana y, por lo tanto, real. Un despiporre, de verdad, casi al nivel de necedad de Attack Girls Swim Team vs the Unliving Dead, solo que con el valor añadido de los dos mordiscos vampíricos mas grandes (literalmente) jamás vistos en pantalla alguna.
Es una parida.
Es una bizarrez.
Tiene lagunas y no pocos fallos.
De coherencia mejor ni hablamos.
Abuso más que excesivo del gore.
Parece estar dirigida por un desquiciado mental. Y seguramente lo esté.
Y debería darle un 1, sería lo lógico… pero no puedo. ¿Qué nota ponerle a una película que carece precisamente de lógica? De momento le coloco un 4 porque no sería justo con lo que me he reído ponerle menos. Y de hecho creo que un aprobado sería un insulto a su director porque creo que claramente su intención no era esa.
Por cierto, mis respetos a los chicos de Pony Canyon. Hay que ser realmente valiente para producir una película así. Bendita locura.