Una historia que comenzó hace 2000 años
Sinopsis de la película
Cuando llegan a oídos del emperador Tiberio rumores sobre la resurrección de Jesús de Nazareth, envía a la provincia romana de Judea al general Tauro, cuya misión será investigar qué fue del cuerpo del Nazareno.
Detalles de la película
- Titulo Original: Linchiesta aka
- Año: 1986
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
Película
5.6
25 valoraciones en total
Tras su espectacular duelo interpretativo en Los Duelistas (1977) de Ridley Scott, estos dos monstruos cinematográficos vuelven a enfrentarse en otro film histórico ambientado en la Judea Romana del S. I d. C., justo tras la crucifixión del Mesías , que no obstante tras su muerte y su supuesta resurrección , sigue preocupando mucho a las Autoridades Romanas, incluso al mismísimo Emperador Tiberio, dado que, muerto o no, la figura del rabí o jefe zelote o líder religioso continúa fanatizando a la levantisca población judaica, eternizando su insumisión a Roma y alimentando constantes rebeliones contra las Legiones Romanas que ocupan la Provincia de Judea.
En fin, que desde la capital del Imperio acude Tauro Valerio (Carradine), un fiel y ferviente e intachable militar romano, para investigar si realmente el tal Mesías ha resucitado o no. En Jerusalén se entrevista con Pilatos (Keitel), a quien por cierto no le hacen ninguna gracia estas intromisiones de los legados de Roma en sus asuntos provinciales, así que dispone que Valerio salga cuanto antes a recorrer Judea para investigar el dichoso asunto, y así quitárselo de encima cuanto antes, a ver si se pierde y no regresa…
Bueno, que me enrollo con la trama y me acerco al spoiler…mi crítica:
Tanto Carradine como Keitel están soberbios de nuevo, pero esta vez la palma se la lleva el segundo, aunque no cuenta con tantos minutos de metraje como el primero, sorprendente la transformación tanto física como espiritual que a lo largo del film va gestándose en el personaje de Valerio, impresionante ambientación de la árida Judea (los exteriores se rodaron en Túnez), del Palacio del Prefecto y de la Jerusalén romana, y el vestuario, muy realista y fiel al de la época…en fin, que también se aprecia claramente el mensaje religioso y de fraternidad humana del film en una terrible época histórica, si bien un tanto diferente de los típicos telefilmes ñoños que se emiten en Semana Santa. Todo rezuma verdadera espiritualidad y búsqueda interior de la paz en la propia alma…
Por cierto, no os perdáis el final, es duro, pero las interpretaciones se salen…
Reseñar que en el año 2006 se realizó un remake de esta película (bastante mediocre por cierto), en el que participaron Max Von Sydow y la hermana de Penélope Cruz, Mónica.
Apasionante propuesta, atrevida y valiente como pocas. Antecesora en dos años al estreno de La Última Tentación de Cristo (Martin Scorsese, 1988). Tito Valerio llega a Judea para averiguar qué ha ocurrido realmente con la supuesta resurrección de un carpintero nazareno, erigido en profeta. Tito Valerio es un hombre inteligente que comprende la importancia de las enseñanzas de dicho condenado para el orden romano.
Valerio descubre que Cristo no ha muerto en la cruz, que le han suministrado un opiaceo que le ha llevado a un estado comatoso, que fue bajado de la cruz con vida, y que por tanto no existió tal resurrección. A partir de ahí siguen sucediendo acontecimientos, pues Valerio está empeñado en encontrar al nazareno, pues su mensaje anti-romano sigue calando entre los judios, y él sigue atisbando un peligro incipiente.
Fotagrafia marrón grisácea para resaltar el polvoriento y sucio aspecto de la Judea del siglo I d.C. Uniformes romanos coherentes con la época y el lugar salvo los cascos de algunos infantes. Acertada caballería, los romanos no usaban estribos. Muy correcta la recreación de la Torre Antonia. Realmente parece que estamos en Judea en tiempos de Cristo.
Carradine muy creíble como romano. Keitel nunca falla, compone un estupendo Pilatos.
Sobra la historia de amor entre la esposa de Pilatos y Valerio, es el único defecto.
Ingeniosa y totalmente inventada trama sin ningún apoyo histórico, pero el guión avanza de forma coherente y creíble, gracias a las excelentes interpretaciones de Carradine, Keitel y una estupenda Phyllis Logan en el papel de mujer de Pilatos.
Buen también la ambientación, un vestuario muy cuidado. Excelente fotografía.
Damiano Damiani fue un buen director de cine, con muchas buenas obras como L’isola d’Arturo y otras muy premiadas. Aquí se nota su buen hacer, la pericia en los encuadres y la creación de tensión dramática.
La película tiene un final originalísimo y susceptible de muchas interpretaciones.
Casi por casualidad tuve la oportunidad de ver esta película, la cual, bajo su apariencia de un producto más bíblico de corte italiano, enmascara una atractiva propuesta que hace que su duración se pase en muy poco tiempo al expectante público. Una serie B, es posible, pero hecha con oficio y con magníficas actuaciones, mención especial para Keith Carradine, muy creíble como el inteligente espía de Tiberio, enviado a descubrir qué demonios se está cociendo en la siempre tumultuosa Judea.
El primer punto fuerte de esta historia que comenzó hace 2000 años es los grises que imperan a todos los personajes. Por un lado, Tauro, sagaz, inteligente y leal, es una persona de su tiempo, un romano que no se escandaliza ante las cruces donde empalan rebeldes y sospechosos y que piensa que la lógica de las espadas romanas es la luz del Mare Nostrum.
De la misma manera, la trama no cae en la autocomplacencia religiosa, podemos estar ante una de esas extrañas criaturas que podrían complacer por igual a creyentes y no creyentes. El valiente desfile de hipótesis y la fe en que el espectador juzgue, hace muy ameno su desarrollo, sin caer en tópicos. Incluso con el siempre lanceado Poncio Pilatos, tenemos una visión más humana, con un Harvey Keitel sereno y sobrio, haciendo a un gobernador extraño, con sus altibajos y, a su manera, con sus motivos y con problemas internos dentro de su propia familia.
Su vestuario de péplum se nota, también los pocos decorados que tiene, pero la narración es buena e incluso se permite sus dosis de humor para rebajar la carga. Si se perdonan los defectos de la técnica y gustan los argumentos ingeniosos, más de uno puede terminar cayendo, al igual que Tauro, irremediablemente abocado a buscar desentrañar la historia…
Eso y la última carta a Tiberio en el desierto, ya justifican la entrada.