Un túnel hacia la libertad
Sinopsis de la película
Año 1961, República Democrática Alemana. Harry Melchior (Heino Ferch), un alemán anticomunista de la Alemania del Este, consigue huir al Oeste apenas terminado el muro de Berlín. A continuación, decide ayudar a escapar a su hermana.
Detalles de la película
- Titulo Original: Der Tunnel aka
- Año: 2001
- Duración: 180
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes conseguir una copia la película en formato HD y 4K. Seguidamente te citamos un listado de fuentes de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
6.7
94 valoraciones en total
Esta película retrata la increíble odisea de un grupo de alemanes que, desde el lado occidental, quieren excavar un túnel de 92 metros -casi nada- para rescatar a familiares en la República Democrática alemana. La película, que fue transmitida en el canal EuropaEuropa, desdoblada en dos partes pero sin interrupción creo que, en realidad, conviene verse con algún hiato. De todos modos, aunque es algo densa, debo decir que tiene momentos muy intensos, retrata muy bien a los personajes, bien encarnados, y la atmósfera que se vivía en esos tiempos. También hay que decir que existen realmente buenos encuadres de cámara y momentos notables. Tiene también el atractivo de que está basada en hechos reales. 7,6 puntos
A pesar de su larga duración me ha sorprendido lo emocionante e intensa que me ha resultado. Aunque las historias basadas en hechos reales se da por supuesto que tienen que ser verosímiles, eso no es siempre garantía de que resulten cinematográficamente interesantes. El tono documental ayuda en todo momento a seguirla con curiosidad.
Los intentos de cruzar la alemania oriental a la occidental se ha narrado en pocas películas. Hasta ahora sólo conocía la película producida por Disney de Fuga en la noche , y evidentemente, ésta al ser alemana y contar con un gran reparto me parece una película imprescindible para conocer la historia de Europa en la segunda mitad del siglo XX.
Muy recomendable.
28/06(11/01/16) Atractiva miniserie alemana de dos episodios producida para el canal Europa Europa, un merecido homenaje a los cientos de personas que quisieron escapar de la cárcel que crearon en la Alemania del este durante 28 años, de 1961 a 1989. Dirigida con pulso firme por Roland Suso Richter con buen guión Johnannes W. Betz, relata hábilmente unos hechos reales, una aventura en la que que a modo de film de huida carcelaria, pero al revés, unos tipos deciden sacar de la prisión construida con muros en el Berlín oriental a familiares y amigos, ello con un clásico túnel y sus consiguientes contratiempos de logística. Detenta una buena recreación de la época, con una brillante representación del tuenl, aderezado con personajes delineados con cuidado.
La historia arranca en el Berlín del este en 1961, durante la construcción del Muro, Harry Melchior (Heino Ferch) es un nadador de éxito en la RDA, que ha estado preso varios años por participar en un levantamiento en contra del comunismo en 1953, tras ganar una competición decide huir a occidente con un pasaporte falso. Mientras su mejor amigo, Matthis (Sebastian Koch ) huye también a la RFA con un grupo de más personas por las alcantarillas, lo malo es que su esposa embarazada, Carola (Claudia Michelsen), se queda atrás y es apresada. La hermana de Harry, Lotte (Alexandra Maria Lara) desea también huir del este, pero su marido no es partidario. Los dos amigos, Harry y Matthis planean en el Berlín Occidente, hacer un túnel para sacar a gente del este, entre ellos a Lotte y Carola, esto gracias a los conocimientos en ingeniería de Matthis. Este túnel lo realizarán con la ayuda de más gente que se les une, como Vittorio Vic Constanza (Mehmet Kurtulus ), Fred von Klausnitz (Félix Eitner), Fritzi Scholz (Nicolette Krebitz), esta tiene al novio, Heiner (Florian Panzner) en el este. En el Berlín Oriental el Coronel Krüger (Uwe Kockisch) sospecha que algo se planea en el oeste y presiona a Lotte y Carola para espíen para él.
El guión desarrolla una historia que evoluciona no siempre con buen ritmo, sintiéndose en algunos tramos redundante, aunque sus buenos momentos hacen recomendable su visionado. Reflejan el grado de miedo latente en el Berlín comunista, pero le falta no caer tanto en el cliché, los malos son caricaturas sin alma, les falta tridimensionalidad, tanto a que nos expliquen a que es debida la opresión, simplemente vemos que la gente quiere huir al oeste, como si hubiera un virus allí del que todos quieren escapar, le falta capacidad de mostrar las motivaciones de unos y otros. Aún con esto queda en un sugerente thriller en que en paralelo vemos el mundo a los dos lados del muro, el estado de cuasi-terror en el este, y en el otro lado la excavación del túnel de la libertad, donde existe un grado de realismo en todo lo concerniente a esta labor minera, con momentos de tensión, de intensidad, y alguno conmovedor. Su tramo final resulta bastante artificioso creando momentos de tensión muy metidos con calzador para dar emoción a los que hay que dar licencia para disfrutar. Es un relato que nos habla de las dictaduras, del espíritu de resistencia, de la amistad, de la fuerza del deber que nos autoimponemos, y sobre todo de las ganas de libertad. Llama la atención cuando un grupo de televisión estadounidense de la NBC-TV entra a formar parte de la perforación para documentar los hechos, en una especie de antesala de lo que décadas después serán los reality shows.
La puesta en escena resulta notable, con un loable diseño de producción de Bettina Schmidt (Solino o True North), rodándose en Praga (Chequia), para recercar el Berlín de 1961 y en los Studios Babelsberg de Berlín para recrear el túnel a la libertad, con una fenomenal fotografía de Martin Langer (Sophie scholl o La conspiración del silencio), dando una tonalidad apagada macilenta que nos da impresión de estar viendo imágenes de archivo de la época, con una gran manejo de la cámara en interiores, como en las alcantarillas oscuras, transmitiendo desazón y zozobra, y sobre todo el interior del túnel para emitir claustrofobia, con un trabajo de grúa tremendo en la para mi mejor escena del film, la de los dos amantes separados por el muro. Reseñable es la estupenda edición de Peter R. Adam (Godd bye Lenin! o Anonymous), dando vigor a los momentos de acción, así como a las intercalaciones de imágenes en 16 milímetros en b/n granuladas, creando un gran efecto cuasi-documental que dota de veracidad a estos momentos.
Heino Ferch encarna con brío a este héroe, le aporta nervio y fisicidad. Sebastian Koch imprime carisma a su rol, le da fondo y vida interior. Nicolette Krebitz resulta correcta en su papel vivaracha, con un interesante giro cuando de la nada aparece su novio del este. Alexandra Maria Lara como Lotte es una belleza perturbadora, aunque para ofrecer emociones queda escasa. Uwe Kockisch como el villano queda muy estereotipado un acartonado malo malísimo.
Fue el nefasto monumento que simbolizó la Guerra Fría, El Muro de Berlín en alemán Berliner Mauer, llamado eufemísticamente por la RDA Muro de Protección Antifascista, comenzó a construirse en la noche de 12 al 13 de agosto de 1961, siendo derribado siendo finalmente el 9 de noviembre de 1989 por una marea de gente del este. Fue un muro de 45 kilómetros que partía en dos la capital alemana, mientras otros 115 km rodeaban toda la parte oeste para separarla de la RDA. El muro había sido erigido como primera con una valla de alambre de púas en agosto de 1961 y por lo tanto cerrado Berlín Oriental del resto de Alemania Occidental durante los siguientes 28 años. La decisión de elevar la pared en el primer lugar era principalmente de carácter económico… (sigue en spoiler)
Las casi tres horas de duración de la obra completa se hace un poco pesada, dado que, al margen de la explicación detallada sobre la construcción del túnel, con sus problemas y cómo sortearlos, se suceden un buen número de historias paralelas respecto a las vidas de los miembros de la construcción, algunas de ellas muy forzadas, y es que se necesita rellenar tiempo para hacer una miniserie.
La gran mayoría de ellas se reduce en decir lo malos que son en la Alemania del Este, un auténtico infierno en vida donde se tortura a la gente, se les mata y donde el gobierno practica terrorismo de estado. La huida al paraíso occidental no se convierte en este film en una cuestión económica, ni de vivir rodeado de bienes materiales, se convierte en una cuestión de vida o muerte ya que no hay ser humano capaz de soportar un estado tan despiadado.
A ver, yo no he estado ahí, así que no puedo desmentirlo, pero sí tengo el suficiente pensamiento escéptico como para saber que esta historia la cuentan desde el otro lado, luego hay que ser prudente. El problema es que, sabiendo eso, dediquen tantas horas de metraje a intentar meterte en la cabeza la maldad del Berlín Oriental pues llega a cansar, y mucho. Con un 10% del metraje ya es suficiente para saber que los alemanes del este son los malos malísimos y que los pobrecitos que quieren pasar al otro lado viven vidas muy desgraciadas ¿no sería mejor aprovechar el resto del metraje para mostrar un poco la sociedad del Berlín de esa época? Da igual el lado, aunque mejor que sea ambos. Da la impresión de que lo único que hacen los protagonistas es dormir, llorar y trabajar.
Precisamente por eso, por todo ese excesivo drama donde se le dedica demasiado metraje, provoca que esta película se vuelva algo pesada. No, definitivamente resultará muy difícil verla de un tirón. No es nada recomendable hacerlo, al menos que a media película la apaguen, dejándoles de importar lo que les ocurra a los pobrecitos de Berlín Oriental.