Creepy
Sinopsis de la película
Un policía retirado vuelve a investigar cuando un ex-colega le pide ayuda para resolver el caso de la desaparición de una familia, ocurrida 6 años antes. Mientras, el policía y su mujer se han trasladado a vivir a una nueva casa, donde tendrán de vecino a un extraño personaje. .
Detalles de la película
- Titulo Original: Creepy (Kurîpî)
- Año: 2016
- Duración: 130
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Opinión de la crítica
Película
5.9
28 valoraciones en total
Hacía tiempo que Kiyoshi Kurosawa, director muy conocido dentro del J-Horror, no se acercaba por el género. No es que Creepy (horripilante, pavoroso) sea película de ese género, aunque tenga algunos momentos de acercamiento.
No le faltan tablas al director para filmar lo que podría haber sido un muy buen thriller. La película está estructurada en dos partes bien diferenciadas, la primera de presentación de personajes y pura intriga en la investigación de la desaparición, hace seis años, de los miembros de una familia, y la segunda, que muestra la fría y pura maldad una vez que se descubre todo. Una película muy bien dirigida y rodada, capaz de inquietar simplemente acercando la cámara a una verja, que te va metiendo poco a poco en la trama, sin prisas, sembrando inquietud y desconcierto creciente. Luego se descubre todo y la película se vuelve más convencional, pero también muy bien mostrada la sordidez del monstruo sin necesidad de tirar de efectismo. Desde luego la labor de los actores ayuda, sobre todo por parte de Teruyuki Kagawa que borda un desconcertante personaje del que no sabes por dónde va a salir.
Sin embargo, la película presenta, en mi opinión, un par de escollos importantes que pasan, en primer lugar, por cierta coincidencia de las de una entre un millón y, sobre todo, por lo poco creíbles que resultan ciertos comportamientos, ilógicos, apocados o de sometimiento que muestran ciertos personajes. Quizás sea porque que es una parte de la historia mal contada o resuelta, pero en buena parte de la película este tipo de cosas restan credibilidad a lo que estás viendo y casi parecen agujeros de guion. Tampoco se libra la película de personajes que hacen cosas que sabes que no deberían hacer, vamos que tú no harías bajo ningún concepto, pero esto es tan habitual en el género que casi parece obligado. Son los motivos por los cuales la película no resulta del todo redonda.
No es recomendable, para nada, ver el trailer de la película. Lo destapa todo.
¿Podemos conocerlo todo y a todas aquellas personas que constantemente nos rodean? En realidad no, y siempre habrá algo, invisible a nuestros ojos, separado de aquello que acostumbramos a llamar normalidad , una realidad escondida donde no tienen cabida los parámetros, razonamientos y valores que hemos ido aprendiendo con el tiempo.
¿Quién sabe qué clase de seres habitan en ese inframundo de sombras?, ¿y si es alguien de nuestro entorno?, alguien con quien convivimos y a quien hablamos día tras día sin averiguar las verdaderas intenciones que se ocultan bajo sus hipócritas palabras y falsas miradas. Éste es el mundo en el que interpenetra Kiyoshi Kurosawa, cuya obsesión por sumergirnos en intrigas que operan a dos niveles (la de la apariencia y la cara oculta) ha marcado su obra desde el inicio de su carrera, y como hemos comprobado estos últimos años, ha ido expandiendo y enriqueciendo las posibilidades de su tan particular universo lejos de ofrecer las mismas lecturas o de sucumbir al estancamiento.
Tras el drama sobrenatural Journey to the Shore y antes de mudarse a Francia para realizar Le Secret de la Chambre Noire , su primer film fuera del país, el director adaptaría, junto a Chihiro Ikeda, una novela de Yutaka Maekawa, autor especialista en el género del suspense. El inicio de Creepy es un buen ejemplo del registro tan poco convencional que caracteriza al cine de Kurosawa: en una comisaría el detective Koichi Takakura, experto en detectar asesinos psicópatas, se enfrenta al final de su carrera como tal. Este pequeño prólogo, llevado de la mano de una acción intensa, cual thriller de manual, sirve para presentarnos al protagonista, a quien seguiremos junto a su esposa Yasuko hasta una nueva zona donde se acaban de mudar debido a su nuevo empleo como profesor de psicología criminal.
A partir de aquí el director comienza a esbozar muy poco a poco los fermentos de dos intrigas que se desarrollarán paralelamente: un caso de desaparición sin resolver desde hace años y el escalofriante Nishino, vecino de la pareja protagonista por el cual Yasuko empieza a mostrar un gran interés. Kurosawa demuestra como de costumbre un talento consumado a la hora de distribuir señales y pistas ambiguas para crear un permanente clima de conspiración e ir desvelando, detalle a detalle, los secretos tras las dudosas identidades y los escenarios hasta lograr que ambos argumentos encuentren significativos nexos de unión para fundirse en uno solo.
Esta intriga, que guarda puntos en común con las americanas De Repente un Extraño y Terciopelo Azul y Cure , uno de los mejores títulos del director (donde la manipulación, la pérdida de voluntad y la monstruosidad bajo la normalidad también eran la clave de su narrativa), se desarrollará en base a la particular mirada que se proyecta sobre ese reducto de severas costumbres, frías miradas y seres alienados e insociables donde predomina la individualidad, el cinismo y la soledad y se elude cualquier forma de contacto llamada sociedad.
Ésta aparece radiografiada desde los cielos y la lejanía en primera instancia para luego introducirnos lentamente, y casi sin que nos percatemos, más allá de sus muros a simple vista infranqueables, allá donde no alcanza la luz y la humedad se acumula del mismo modo que los terribles misterios aún por desentrañar. Como Lynch, Cronenberg, Teshigahara, Hitchcock, Shindo o cualquier poeta de la imagen que se precie, Kurosawa insinúa lo escondido y sigue a cada personaje para adentrarse más profundamente en esos recónditos espacios (con Yasuko llegamos hasta la puerta principal de la casa, con Nogami entramos en ella).
En lugar de mantener la incógnita, construida alrededor de esa criatura enmascarada y perversa que es Nishino (y cuya resolución ya se vislumbra en la determinante confesión de Mio), el director opta por entrar en la guarida, en un quizás precipitado tercer acto donde la investigación se desmorona, la realidad se quiebra y el suspense muta en horror. Junto con Yasuko y más tarde Koichi, quien encuentra su imagen especular demoníaca en Nishino (ambos especialistas en el engaño y la manipulación de las emociones humanas), seremos arrastrados en una singular aventura hacia al subsuelo profundo de la ciudad y su inconsciente (mundo invisible alejado del real y encerrado en sí mismo).
Extraño viaje de exploración y confrontación cuya enfermiza atmósfera, modelada con extrema precisión por Kurosawa y su director de fotografía Akiko Ashizawa, nos atrapa entre horrendas perversidades y amenazantes espectros que no dejan de ser metáforas de la maléfica esencia que cualquier ser humano puede albergar, derivando todo ello en un desenlace algo fortuito pero impactante, quedando el conjunto perfectamente sellado y evitando los confusos e inexplicables finales que suelen poblar las obras del cineasta.
Entre tanto la joven Ryoko Fujino, Yuko Takeuchi (a quien algunos recordarán por su papel de Tomoko en The Ring dieciocho años atrás) y Hidetoshi Nishijima brindan unas muy buenas actuaciones, aunque toda la atención recae sobre un Teruyuki Kagawa (quien ya actuó con el anterior en varias ocasiones) cuya inquietante presencia, capaz de helarnos los huesos únicamente con sus expresiones faciales y su chirriante voz, hace honor al título del film, cuyo terror, apoyado en los convencionales códigos del policíaco y en un drama cuyo motor es la intimidad del hogar y la insatisfacción de la convivencia, se infiltra cual parásito entre los pliegues de nuestro inconsciente dispuesto a devorarlo sin piedad (como hace Nishino con los núcleos familiares que habita).
Independientemente de si se sirve de una base literaria de estructura lineal, Kurosawa hace gala de su maestría en esta perturbadora, absorbente e insólita experiencia del espanto que desplaza las leyes más allá de las formas tangenciales de la moral y del mundo de la lucidez y la razón.
Sin duda una de sus obras más brillantes y elaboradas.
Muy interesante película japonesa con posible psycho killer al fondo, o quizás varios.
Tiene un prólogo magnífico, que nos muestra claramente la personalidad de su protagonista, así como la posible mentalidad de los psicópatas, que tendrá importancia en el devenir del argumento que se nos presenta de forma lúcida, amena, realmente entretenida, y con interés in-crescendo, sumergiéndonos poco a poco en un mundo enfermizo de la criminalidad sin razón, la maldad pura que abotarga las mentes de los seres humanos para convertirles en títeres a su antojo.
Quizás haya algún momento irregular, que frena el buen ritmo de la cinta, pero en todo momento la historia se sostiene gracias a la buena labor de sus intérpretes y al guión, serio y sin gratuitas escenas que nos alejen de lo importante.
Una película en verdad entretenida, bien narrada y dirigida, que deja un buen sabor de boca.
http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2016/10/creepy-kuripi-japon-2016-intriga.html
Creepy es un thriller que se construye poco a poco. Quizás por ello su larga duración se vea justificada. En su pausada introducción conocemos al protagonista, antiguo agente retirado tras recibir un balazo que hoy se dedica a dar clases de criminología en la facultad. Él y su mujer se mudan a un nuevo barrio idílico donde intentan mostrarse como una pareja atenta, regalando dulces a sus vecinos con una sonrisa. Sin embargo, en un marco tan acogedor como aséptico, uno de los habitantes de la zona mostrará a la familia las grietas disimuladas de una imagen de entorno perfecto, haciéndoles conocer así la verdadera maldad.
Kurosawa vuelve al terreno en el que se siente como pez en el agua. Gran conocedor del género, deja con gran brío que la trama principal llegue poco a poco. Principalmente porque aquí no es el villano quien viene a perturbar la tranquilidad de los protagonistas, sino al revés. Son las futuras víctimas quienes vienen a meter las narices en el territorio del antagonista. Una situación más propia del género de aventura infantil, en la línea de Noche de miedo, que del policíaco. Basta una actitud forzada y una pregunta fuera de lugar para que el malhechor de sienta amenazado y ataque.
Es una película que hay que ver si te gusta el misterio de películas como Coherence , La invitación , etc.
El desarrollo de la película se hace a veces lento pero los diálogos, que abundan, le dan buen ritmo.
Por cierto, no he visto nada de misoginia, lo explico en la zona spoiler.