Un regalo para ella
Sinopsis de la película
Jean-Pierre y Nathalie se aman tiernamente desde hace cinco años. Para celebrar su aniversario, Jean-Pierre le hace a su novia un regalo inesperado: un pequeño y delicioso bulldog inglés que Nathalie recibe loca de alegría. Entre el animal y su ama se entabla de inmediato una relación íntima. El perro campa por sus respetos en el dormitorio, ronca, babea, se acuesta en la cama. Y a la pareja le toca bailar al son del dominante monstruito.
Detalles de la película
- Titulo Original: Trésor
- Año: 2009
- Duración: 89
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes descargarte una copia de esta película en formato 4K y HD. A continuación te añadimos un listado de posibilidades de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
4.1
33 valoraciones en total
Jean-Pierre y Nathalie llevan cinco años casados. El día de su aniversario, él todavía no sabe qué regalarle. Finalmente, se decide por un delicioso bulldog inglés de cuatro meses. Nathalie se vuelve loca de alegría. Ya está decidido: se llamará Trésor. Entre ella y el animal surge de pronto una relación íntima. Para Jean-Pierre, sin embargo, el nuevo miembro de la familia se convertirá en un verdadero obstáculo en su vida que incluso llegará a inestabilizar su relación con Nathalie.
Con tan solo ver el anuncio o leerse la sinopsis, cualquiera pensará a simple vista que esta película parece convencional, sencilla, insustancial y con un argumento mil veces visto. Y por desgracia es cierto. No hay nada nuevo y relevante en Un regalo para ella. Sin embargo, esta obra póstuma de Claude Berri esconde un as en la manga: la risa.
Desde el momento en que Trésor entra a formar parte de la familia, el humor se apodera del mero argumento e impregna las reacciones y sentimientos de la pareja protagonista, a lo largo de todo el film.
No nos encontramos ante una película destacable por grandes interpretaciones, ni por una química muy bien conseguida entre chico y chica. Ni siquiera el tema que trata es atractivo. Pero, del mismo modo, tampoco se trata de un producto equiparable al sinfín de comedias románticas que pululan por la cartelera últimamente.
El que sea la obra póstuma del conocido e importante director y productor francés Claude Berri es lo más relevante que se puede decir de esta ‘Un regalo para ella’, una comedia tan simpática como ligera cuyo inofensivo visionado no resistirá el paso del tiempo dentro de nuestros corazoncitos cinéfilos, un visto y no visto agradable pero totalmente intrascendente que fuera de sus 90 minutos de metraje no ofrece nada por lo que merecer ser imprescindible en el currículum vitae de cualquier espectador de nivel medio.
‘Trésor’, título original de este regalo para ella y nombre de nuestro perruno protagonista, se suma a la tradición del subgénero eminentemente cómico, y con un punto romántico, del animal que pone patas arriba las vidas de sus amos. Simpática más que graciosa, el animal no tardará en hacer sus necesidades en donde no debe o mordisquear lo que no hay que mordisquear para, posteriormente, y en un giro argumental no exento de cierto encanto subversivo, decantarse por una versión light de un triángulo amoroso entre un hombre, una mujer… y su perro.
Entre el me suena y no me suena, esto ya lo he visto pero esto no, la cinta transcurre sin causar especial revuelo ni a favor ni en contra hasta concluir, por concluir, tras un devenir un tanto encorsetado por las lmitaciones autoimpuestas a raíz de las propias restricciones del género preconcebido sin remisión. Poco más, sin mucha ilusión pero sin aburrir, y con una sonrisa esporádica en la boca. Eso sí, acostumbrados como solemos estar a los menús cinematográficos con denominación de origen hollywoodiense, el que la cinta venga firmada por nuestros vecinos del norte nos ofrece de por sí una variante narrativa que ayuda a digerir una producción cuyo principal punto a favor es su falta absoluta de pretensiones.
Otra comedia francesa en la que en lugar de ver a los personajes se ve a los actores interpretando memeces, creo que la mejor actuación es la de la mascota. Trata la crisis de pareja con un añadido argumental (repercusiones de tener una mascota) que trata de hacer el conjunto más ligero y digerible, dicho intento fracasa y el añadido cubre toda la película de una capa de memez que la convierte en recomendable únicamente para espectadores franceses aburguesados fanáticos de los perros.
Jean Pierre (Alain Chabat) y Nathalie (Mathilde Seigner) son un matrimonio parisino que en el cuarto aniversario de bodas, a él no se le ocurre más que regalarle a su querida esposa un cachorro de bulldog a quién le llamarán Trésor. Pero Jean Pierre va a arrepentirse pronto. La dedicación de Nathalie a los cuidados del animal llegan a tal extremo que, mención aparte de los ronquidos, meadas y cagadas por el apartamento que va dejando su nuevo amigo de cuatro patas, los mimos hacia éste por parte de su dueña pondrán en peligro la estabilidad de la pareja. Una psicóloga para animales (Fanny Ardant) será una posible solución a tanto desequilibrio.
Previsible comedia con bicho por medio dirigida, increíble pero cierto, por Claude Berri (El Manantial de las Colinas, La Venganza de Manón, Juntos, Nada Más) y Francois Dupeyron (El pabellón de los Oficiales, el Señor Ibrahim y las Flores del Corán), que aunque resuelve muchas situaciones sin llegar a la comedia de enredo que un norteamericano arreglaría con recursos fáciles propios en el género de la comedia contemporánea, solo que aquí está amenizado a la francesa y con la sana intención de subsanarse como una película de su país con el fin de recaudar en taquilla. Pero el enredo no llega a tales fines.
Un regalo para ella es como un bocadito de entremesa: si frecuentás comerlos te sacará una sonrisa y si no te parecerá demasiado light , porque no busca otra cosa. Quizás en Francia sea mejor bienvenida, puesto que desde su humor es bastante local, si bien también es cierto que la historia que plantea puede darse en cualquier lugar del globo.
Se puede enrolar como las comedias de re matrimonio, en donde el susodicho cachorrito cumple la función que cumpliría un hijo inmerso en las idas y vueltas de una pareja que no está preparada para vivir de a tres. La elección de introducir un perro genera el humor, imagínense una peli exactamente igual pero con un bebé con todas las de la ley: o nos encontraríamos con un drama, o asistiríamos a una comedia con tintes de incorrección política, y ya no sería para un público masivo.
El desenfado natural se traslada a los actores: Chabat la juega de simpaticón renegado y Seigner va construyendo un personaje que arranca un tanto inexpresivo para ir mutando en una obsesa bastante más consistente. Los actores secundarios sólo potencian la influencia perruna, dotan a la trama de pequeñas secuencias hilarantes como la del cuadro con el árbol genealógico canino o la peluquería para perros con los displantes aristocráticos entre los paladar negro y los de raza perro .
Es corta, lo cual se agradece. No porque sea mediocre o boba, sino porque la historia desde la cual parte es demasiado explícita y limitada en sus posibilidades.