Un plan sencillo
Sinopsis de la película
Hank, su hermano y un amigo encuentran 4.500.000 dólares en una avioneta que ha sufrido un accidente. Enfrentados al dilema de quedarse o no con el dinero, adoptan una solución intermedia: como Hank es el único que tiene un empleo estable y, por tanto, es el menos sospechoso, guardará el dinero durante una temporada. Si, al final, nadie lo reclama, se lo repartirán a partes iguales.
Detalles de la película
- Titulo Original: A Simple Plan
- Año: 1998
- Duración: 121
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Opinión de la crítica
Película
7
79 valoraciones en total
Me sorprendió de una manera que no me pude imaginar en su momento. Ciertamente me esperaba una película pasable del montón, que fuera ligeramente entretenida y me encontré con una cinta brillante que cuenta con varias cosas que me son muy interesantes, con una historia de las que me gustan y con un Sam Raimi que consigue realizar la que es su mejor película gracias a una dirección con fuerza y muy competente.
Pero además del gran guión, en el que los protagonistas se encuentran un huevo de dinero en ese avión estrellado en la nieve, lo que destaca son las interpretaciones. Especialmente las de un genial Billy Bob Thornton interpretando al hermano de Paxton en un personaje que fácilmente daba a una sobreactuación que Thornton consigue hacerlo creíble y simpático de cara al público. La otra interpretación es la de Bridget Fonda. También muy buena en un papel totalmente engañoso en un principio. No se queda atrás un Bill Paxton que se encuentra muy a gusto y realiza un notable papel ni el resto de secundarios entre los que destaca el hombre que acompaña a Thornton y a Paxton realizando también un buen papel.
Una película de personajes algo frikis, excelentemente ambientada en un invierno en el que la nieve cobra gran importancia al igual que en Fargo y en Aflicción que suelen ser las dos películas con las que acertadamente se compara esta película. Son tres cintas que adoro. A las que le veo muchas virtudes. Ojalá se vuelva a hacer una parecida.
Un guión muy sólido para un argumento interesante, pero con el lastre de recordar demasiado a la genial Fargo, no sólo en que ambas se desarrollen en nevados pueblos perdidos de los States, sino que su argumento principal narra como planes a simple vista sencillos para conseguir una fortuna, acaban enredándose de mala manera hasta acabar como el rosario de la aurora. Paxton soberbio, Thornton excepcional, y la Fonda sorprendente en su recreación de una especie de Lady MacBeth a lo yanquee rural.
Pese a comenzar con exceso de lentitud, el ritmo va acelerándose al mismo tiempo que el plan tan sencillo se va transformando en toda una pesadilla.
Muy recomendable, aunque sólo sea para ver un tipo de película nada corriente en la filmografía del señor Raimi.
El propio director se pone el listón demasiado alto al comenzar haciendo gala de un sentido del humor negrísimo de la mejor calidad. La situación y los cuatro personajes principales son presentados astutamente: un avión perdido bajo la nieve, y un maletín con muchos millones en su interior, tres pueblerinos que lo descubren: uno de ellos será el cabal –al menos al principio–, otro, su hermano, será un retrasado de opiniones cambiantes incapaz de guardar un secreto, y por último, un borracho en paro, vago y agresivo, que siempre necesita dinero para gastar en vicios. Se busca la identificación del espectador con el primero, amante esposo y a punto de ser padre, para luego jugar con los desesperantes avatares del destino y con el preocupante patetismo de la naturaleza egoísta del hombre.
En la segunda parte se enrevesa todo y se pierde la credibilidad y la sorpresa. No obstante, se mantiene un buen nivel de intriga.
La vida nos viene grande… Esta es, al menos, la certidumbre que insidiosamente va minando los días de la familia Mitchell y de su reducidísimo círculo de amistades una vez que, en una bobalicona resolución, optan por abrir la caja de los truenos. A partir de ese instante, personajes movidos por una progresivamente explícita codicia intentan conducir un destino ingobernable. Peor aún, un destino que parece seguir milimétricamente el plan trazado por una mente maliciosa, cruel, alentada por una perversa variedad del humor negro.
Recuerdan estos definitivos antihéroes a los que protagonizaban el Fargo de los hermanos Coen. Unos y otros actúan en un universo cubierto de nieve, útil metáfora de su desamparo. Unos y otros exudan un aura de indefensión, de arbitrariedad, del más profundo desconcierto. Unos y otros toman, por una vez, una decisión importante en sus vidas… y no tardan en intuir el desastre que traerá aparejado ese gesto.
A simple plan, la magnífica traslación al cine de la novela homónima de Scott B. Smith, supone una incontestable reivindicación del talento de Sam Raimi, un director al que muchos daban por definitivamente echado a perder tras una serie de fiascos. Aclamado a los veintidós años por su primer film, Posesión infernal, proyectado a la popularidad por su divertido El ejército de las tinieblas, criticado por Rápida y mortal o Entre el amor y el juego, Raimi demuestra en Un plan sencillo una madurez y maestría narrativa excepcionales.
Nada es superfluo en estos 123 intensos minutos de buen cine, de cine sólido. Sobran en la obra motivos para el disfrute del espectador. Por ejemplo, la perfecta estructura de su argumento, también escrito por S.B. Smith, que vería recompensado su trabajo con la candidatura al Oscar al mejor guión adaptado. O el espléndido trabajo de los actores, entre los que cabe destacar un inconmensurable Billy Bob Thornton en puro estado de gracia. Su construcción de Jacob Mitchell -también nominada al Oscar- es tan emocionante como prodigiosa, en línea con sus magistrales interpretaciones de Ed Crane, en El hombre que nunca estuvo allí, o de Hank Grotowski, en Monster´s Ball.
Si a usted -que se sienta a oscuras, frente a la pantalla- le resulta difícil alejar una leve sombra de mala conciencia por asistir tan lleno de gozo a las crecientes complicaciones de los protagonistas… concédase a sí mismo una indulgente coartada : después de todo, ellos eligieron una talla excesiva.
Un pueblecito perdido de la América profunda. Hay nieve, mucha nieve. Y un plan. Un plan sencillo. Pero éste se complicará hasta el punto de que los propios personajes duden de su viabilidad. Empezarán a suceder cosas. Morirá gente. Primero uno, luego otro, luego el siguiente. Y cada vez será más difícil guardar un secreto que les está matando, lentamente, les está convirtiendo en unos monstruos.
Sí, es cierto. Tiene muchas semejanzas con Fargo . Pero no es igual. El tono de la narración es distinto. Y esto no se puede pasar por alto, porque aquí no hay ironía. No hay una visión cachonda y divertida de lo que ocurre. La estupidez de los personajes nos duele, sus decisiones alocadas fruto de sus limitaciones y todo lo que les pasa ahondan en el drama personal de cada uno.
No creo que estas dos obras sean comparables. Al margen de parecidos superficiales, no están contadas ni de lejos de la misma manera. A mí, personalmente, me llega más Un plan sencillo , pero las dos son igualmente excelentes.
Hecha esta pequeña introducción, paso a hablar de la película en spoiler.