Un americano en París
Sinopsis de la película
Terminada la Segunda Guerra Mundial, Jerry Mulligan (Gene Kelly), un pintor americano, se queda en París y expone sus cuadros, que nadie compra, en Montparnasse. Un día tiene la suerte de conocer a una americana millonaria que decide promocionarlo. Al mismo tiempo, conoce a una dependienta y se enamora de ella.
Detalles de la película
- Titulo Original: An American in Paris
- Año: 1951
- Duración: 115
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Opinión de la crítica
Película
7.3
35 valoraciones en total
Tanto Kelly como Minnelli plantearon rodar en Francia, hasta que la Metro hizo los cálculos económicos. Imposible. Se construyeron 44 decorados diferentes en Hollywood y sólo dos tomas se rodaron en París: en ninguna de ellas aparecía Gene Kelly. (Gregorio Belinchón).
Imposible. Todo es París en la pantalla.
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Tengo… ritmo.
Tengo… música.
Tengo… a mi chica.
¿Qué más se puede pedir?
El ritmo es Kelly.
La música, George Gershwin.
La chica… ¿Leslie Caron?
Leslie Caron está bien, su presentación multifacética desborda de imaginación, encanto y, en cierto modo, sex-appeal.
Pero Leslie Caron no es la chica.
En la primera secuencia en que aparece Jerry Mulligan, observad cómo la verdadera chica sonríe al verle bostezar, recoger el periódico, guardar la cama, sacar el desayuno… Cómo corta y se acerca hasta su espalda para contemplar, desde su hombro, el dibujo de su amado. Y cómo lo retrata, ella a él.
En la secuencia mágica en que Jerry canta y danza con su amigo Cook… Observad cómo se miran. ¿Los amigos? No, la chica y Jerry. Ella lo espera, lo encuadra, se deja llevar por su frescura. Están enamorados. Adam Cook es sólo una comparsa o carabina. En esa diminuta habitación, ella y él son las estrellas. Y cómo bailan.
Detrás de ella está Minnelli, hablándole al oído: muévete así, corta, aguanta el plano, acércate a tu chico, para, síguelo, ahora dale espacio…
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Cuando el actor y la cámara se gustan de ese modo, al director casi le basta con decir: baile con ella.
El director americano Vicente Minelli, se hizo famoso por sus musicales, en los que consiguió un raro equilibrio entre el tono frívolo propio del género y toques más enjundiosos, que trascendían de la con frecuencia elementalidad del musical.
Vaya por delante que los musicales no me entusiasman demasiado. Como digo en el título, si la llego a calificar en la primera mitad le hubiera puesto un notable, pero a partir de ahí y a pesar de contar con un guión prometedor, al final ha llevado la película al terreno puramente musical y me ha resultado demasiado largo y tedioso. Desde luego no tengo nada que decir de los números musicales, impecablemente ejecutados, Tampoco voy a descubrir a Gene Kelly , un extraordinario bailarín que además actúa muy bien. Por contra, su amor imposible Leslie Caron es tan poco expresiva como un soldado de la Guardia Real. No sé como estará en otras películas, pero en esta actúa rematadamente mal. En cuanto al director, me gusta mucho su estilo, Posiciones, movimientos y enfoques de cámara perfectos. En este sentido, destacar la presentación de los personajes al principio de la película. Vincente Minelli es realmente un magnífico director, pero sigo diciendo que tenía que haber acortado los números musicales y haberlos encajado mejor en un guión que ofrecía más posibilidades. No admite comparación posible con Cantando bajo la lluvia pues no le llega ni a los tobillos. Se me olvidaba, Los escenarios son extraordinarios.
Te gustan los musicales? Te gusta Gene Kelly? Te gusta George Gershwin? ¡Este es tu musical!
Una película que es un regalo a los ojos y los oídos… y al corazón!
Gene Kelly interpreta a un pintor americano probando suerte en París. Se enamora de la chica del amigo de su amigo. Finalmente triunfa el amor puro. Es cierto, la historia es previsible desde el principio es una de esas películas… De manera que no hablaré mucho de la historia aunque sí diré que igualmente es bonita.
Lo imprescindible, innovador, espectacular y artístico transcurre en los números musicales. La música de principio a fin es la del creador de Un americano en París George Gershwin. Para quienes le admiramos solamente eso nos resulta exquisito. Pero hay más! Los números musicales que se articulan con la historia son deliciosos. Impresionante el I got rythm de Gene Kelly rodeado de niños y el Concierto en Fa que sueña dirigir, tocar (todos los instrumentos) y aplaudir (aplaudirse él mismo también) Oscar Levant. Muchos números musicales! Todos los números son inolvidables, pero… es el sueño final del pintor protagonista el más glorioso. La música de Un americano en París se transforma en un cuadro en movimiento. Recrea muy felizmente algunos cuadros y personajes de Tolouse Lautrec, de Rousseau el aduanero y otros. También es muy estilizada y bonita la gran fuente de aire surrealista. El baile transcurre durante algo así como un cuarto de hora para nuestro deleite.
Leo sorprendido que algunos encuentran este baile final insoportable… Allá ellos!
Gershwin-Gene Kelly! Un musical hermoso. No te lo pierdas!
Joya del cine musical norteamericano, la película no sólo es una inspirada declaración de amor a la ciudad de la luz o el romance entre un pintor y una dependienta de perfumería…
Gracias a Vincent Minelli y las espléndidas coreografías y dirección artística de la película, junto con un Gene Kelly pletórico de facultades(como siempre) es la expresión más pura y vitalista del mundo de color , belleza y fantasía que alguna vez ha estado en la mente de un creador. Es un delicioso homenaje al arte y al amor mediente la danza. Who could ask for anything more?