Transylvania
Sinopsis de la película
Zingarina es una joven rebelde que se va a Transilvania con su amiga Marie para encontrar al hombre de sus sueños. Marie no se aparta de Zingarina, porque sabe que es capaz de todo. Durante la gran fiesta de Hérode, una ceremonia pagana, Zingarina conoce al hombre que estaba buscando.
Detalles de la película
- Titulo Original: Transylvania
- Año: 2006
- Duración: 120
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Opinión de la crítica
Película
5.8
71 valoraciones en total
Zingarina (aka Asia Argento) viene desde Francia a los verdes parajes transilvanos para buscar al músico gitano de sus amores y en el camino -vamos, esto es una road movie de toda la vida- vivirá todo tipo de experiencias aventureras-místicas-reveladoras de perfil alto pero muy bajo sentido del ridículo. Más le hubiese valido meter vampiros.
Se ve que Tony Gatlif tenía que rellenar su panfleto turístico de alguna manera y no se le ocurrió nada mejor que esta historia. Con lo que hay que quedarse básicamente es con las excelentes intervenciones de los músicos rumanos que amenizan esta chorrada, músicos que varían desde los clásicos tarafs zíngaros de cuerdas endiabladamente rápidas a rolletes más folclórico-festivos bastante en la línea de glorias patrias como Ru-mania. Ni siquiera hay un acercamiento real a la cultura gitana-rumana, sólo a los aspectos más vistosos y superficiales y el patético intento de Gatlif por buscar un modelo narrativo enloquecido, casi balcánico, a lo Kusturica, se queda en un extravío monumental al servicio del atractivo, que no del talento de su protagonista.
Ideal sólo para encabezar las charlas en seminarios postfeministas del tipo Descubra su diosa interior .
Transylvania no deslumbra, de ella solo llaman la atención tres cosas: su nombre en una pelicula en la que no hay ninguna referencia a vampiros, su música, y el afán por mostrar la vida de Europa oriental y sus minorias étnicas desde una perspectiva exotizante. El desfile de paisajes, personajes, músicas y lenguas es lo más sobresaliente de la pelicula, aunque insisto, Gatlif intenta exacerbar la diferencia de una forma tal que a veces la caricaturiza, más si se cruza con una historia de amor y de soledad que a pesar de su aparente inconformismo y libertad ha sido vista en el cine un monton de veces. Los detalles técnicos y las actuaciones cumplen aunque no asombran ni conmueven.
Gatlif vuelve a rodar una película sobre Rumanía. Esta vez pasa sin pena ni gloria. Una hermana pequeña de Gadjo Dilo, una película donde se echa en falta un guión más fuerte, que te enganche.
Nos hace olvidar que estamos en la Transylvania de nuestros sueños del conde Drácula y nos lleva a la Transylvania real, casi siempre rural, con sus pequeños pueblos, iglesias de madera, muchos ancianos y horribles fábricas comunistas.
Es un viaje de esta loca chica italiana en un país extraño, donde encuentra la población local, le ayudan y le muestran la hospitalidad rumana y encuentra el amor, única parte predecible de la película.
Sólamente los escenarios, los encuentros casuales con gitanos y ancianos y la genial música salvan esta película de ser un desastre, aunque en mi opinión, sólo por estas pinceladas merece la pena verla.
Hola amigos soy Asia Argento y vengo a hablaros de esta película. Como todos sabéis estoy muy buena y procuro fomentar esa imagen de gata salvaje morbosa, pero de vez en cuando, y como no quiero que me encasillen, intento mostrar que soy algo más que un cuerpo bonito y mostrar mi amplia gama de registros interpretativos.
Así que no esperéis ver escenas de sexo protagonizadas por mí pillines, que sé perfectamente que por eso veis mis pelis. Aquí lo que podréis comprobar es lo buena que soy interpretando a una mujer desgarrada por el desamor y que emprende un viaje tortuoso por los recovecos de su alma en un paraje inhóspito. A que suena interesante? Pues más lo será cuando veáis mis expresiones de dolor, mis gritos desesperados y ese gesto que se me da tan bien que consiste en tener cara de enfado contra el mundo permanentemente.
Aunque eso sí, estoy un poco confundida, en primer lugar porque el director me prometió que chuparía cámara casi en exclusiva, y aunque ha cumplido bastante no deja de sorprenderme que, más que en mi historia, nos ofrezca una especie de guía turística visual por Transylvania. Podréis ver el folklore local, sus pobres, su ambiente tercermundista y para rematar escucharéis durante todo el metraje la música del país. Que no seré yo quién diga que es mala, al contrario me encanta e incluso salgo bailando, pero no me negaréis que al final resulta un recurso machacón y pobre y que acabó por ponerme de los nervios, sobre todo porque la manía de suplir lo que podían ser más líneas de diálogo por la musiquilla de marras le restó profundidad psicológica a mi personaje y por ende cansaros al con tanta melodía.
Pero lo que me acabó de desorientar fué la actitud del guionista, tan atento a la hora de darme profundos monólogos e imprecaciones a lo divino y a lo humano pero a la vez haciéndome pasar por situaciones que no entendía muy bien. De repente buscaba a mi novio, luego vestía como un gitana, pasaba por trances religiosos y sin venir mucho a cuento me hacía chillar. Por no hablar de mis continuos cambios de vestuario pasando de modelitos chic a vestir a la última moda de las pedigüeñas del metro. Pero lo que aún no entiendo es porque si mi personaje es francés y viajo por Rumanía me hacen hablar en italiano, como los lugareños, y encima tengo que cantar el avanti popolo.
Pero bueno todo eso no son más que pequeñeces al lado de lo que ha supuesto para mí protagonizar esta pequeña obra maestra del cine intelectual donde, por fín he podido demostrar lo interesante y lo culta que soy. Seguro que lo habréis disfrutado tanto como yo. Y ahora con vuestro permiso me despido de vosotros a ver si me llama Abel Ferrara o Sofia Coppola y saco algo de pasta, porque lo que es con este film me parece que poco dinero voy a ver. En fín, todo sea por el arte. Besitos.