The Salvation
Sinopsis de la película
Estados Unidos. 1870. Al matar al hombre que asesinó a toda su familia, John despierta la furia del cabecilla Delarue. El apacible pionero ya no cuenta con el apoyo de los habitantes cobardes y corruptos del pueblo, tendrá que buscar al criminal por su cuenta. ¿Será capaz de devolver al pueblo su alma?
Detalles de la película
- Titulo Original: The Salvation
- Año: 2014
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
6.4
33 valoraciones en total
Jon (Mads Mikkelsen) llegó junto a su hermano a Estados Unidos provenientes de Dinamarca para iniciar una nueva vida. Siete años después, en 1871, su esposa e hijo llegan también para instalarse en el país. Sin embargo, durante el trayecto de la diligencia que los iba a llevar al pueblo donde vive, sucede un altercado que dará como resultado la persecución de Jon por Delarue (Jeffrey Dean Morgan), un temido criminal de la zona.
The Salvation es un Western con gen danés que se centra en los planes de sus protagonistas para vengar a los suyos, un retrato sangriento y despiadado en una región llena de corrupción donde la ley del más fuerte es la que está realmente vigente. Sorprende lo bien utilizada y la visión clara de Levring, la utilización del espacio y del ambiente árido, así como en la definición de los personajes.
Estéticamente es bastante agradable, la fotografía de Jens Schlosser es muy acertada transmitiendo a la perfección la visión de Western del film, la musicalización de Kasper Winding no muy constante pero bien utilizada en momentos claves, el guion a cargo del mismo director en conjunto con Anders Thomas Jensen cuenta una trama bien estructurada, pero bastante lineal, no hay giros sorprendentes y se prevé lo que va a suceder.
El elenco está muy bien, Mikkelsen como siempre cumple, me ha gustado el trabajo de Mikael Persbrandt y el de Morgan como el antagonista, Eva Green está ahí pero su personaje no amerita destacar gran cosa. En síntesis una película correcta, con un argumento despiadado que no da concesiones ni respiros, buen film.
85/06(15/05/15) Un género en desuso ha sido revivido por europeos, le dan una buena mano de pintura y le dan esplendor, siendo lo mismo de siempre. Una muy grata sorpresa esta producción danesa, un buen western dirigido por Kristian Levring, escrito por el propio realizador junto a Anders Thomas Jensen, no descubren territorios nuevos pero lo que cuenta lo hace con potente fuerza narrativa, con una brillante puesta en escena, con unos actores que cumplen bastante meritoriamente, y con un protagonista Madds Mikelsen que borda su rol de héroe a la fuerza. Es un film que bebe indefectiblemente del subgénero del spagueti-western, con el clásico cliché de un pueblo sometido por un cacique maléfico, con unos vecinos cobardes, al lugar llega un tipo que con su valentía y arrojo pone en entredicho el poder del villano. El film arranca de modo trepidante, no da respiro desde el primer minuto, te sumerge en una espiral de venganzas encadenadas, donde la sangre es la nota predominante, donde la acción brilla con luz propia con tiroteos muy bien estructurados. El relato está imbuido por una visión nada complaciente del mítico Oeste americano en el que el que la Ley del darwinismo reina, la ley del más fuerte y despiadado es el que manda, donde la corrupción moral, la codicia, el salvajismo lo baña todo, ello con una hábil delineación de personajes, muy bien trazados en pocas pinceladas. Por supuesto no es una obra maestra, ni lo pretende, en su falta de ambiciones está su mejor baza, solo aspira a ser un buen producto de entretenimiento que rinda un cálido homenaje al género estadounidense por excelencia, oliendo en muchos tramos a obras como La diligencia, Centauros del desierto, Solo ante el peligro, o por un puñado de dólares, y aderezado con la violencia explicita estilo Peckinpah.
Estamos en el oeste americano en 1871, el protagonista es Jon (buen Mads Mikkelsen), que junto a su hermano Peter (buen Mikael Persbrandt) llegaron siete años atrás desde Dinamarca buscando un mejor futuro, la esposa e hijo de Jon llegan del escandinavo país para instalarse allí, en el viaje en diligencia con su familia, Jon tiene un enfrentamiento con otros dos pasajeros que acaban de salir de prisión, uno de ellos es hermano de un cacique local, Henry Delarue ( Jeffrey Dean Morgan ), esto lo involucrará en una telaraña de venganzas. En la historia tienen importancia además Madelaine (Eva Green) como la mujer del fallecido hermano del villano y Keane (Jonathan Pryce), el alcalde del pueblo de cobardes, de profesión funerario y el sheriff Mallick (Douglas Henshall), de profesión sacerdote.
Es una historia lineal, una trama simple, sin giros sorpresa, va al grano, no engaña, es el clásico tema del bien contra el mal, y como los cobardes suelen ser los mejores aliados de los malvados, enmarcado todo en el sempiterno circulo vicioso de la Ley del Talión, la venganza, y donde los diálogos son algo muy secundario, prima la acción y las miradas lacónicas. Es una película muy amena, con la que pasas un buen rato, no hay dilemas morales, no se sale de los lugares comunes pero los refresca, pone en alza valores como el coraje, la justicia o la familia, enfrentados esto a la tiranía del gobierno del más cruel. Desarrollado todo con el molde ya mencionado del justiciero anónimo que llega a una villa oprimida, un anti-héroe que suele ser hierático, y donde las fuerzas de la ley suelen ser bastante frágiles, e incluso en connivencia con los villanos. Levring nos obsequia con un vibrante western, capta su esencia, y muestra su visión del oeste americano como una historia de pioneros inmigrantes que intentan abrir nuevas fronteras y para ello deben de superar al hostil territorio. Curioso que uno de los mejores westerns del SXXI sea hecho por daneses, rodado en Sudáfrica y protagonizado por un danés, un inglés (Jonathan Pryce) y unos franceses (Eva Green y Cantona) y solo estadounidense el malo, Jeffrey Dean Morgan.
La ambientación es uno de sus puntos fuertes, con un formidable diseño de producción de Jørgen Munk, mimetizándose los escenario de Sudáfrica con los del Oeste USA, con una estimable creación del pueblo de cobardes, con el meritorio poblado semiderruido cuartel del villano, con paisajes bellos áridos, todo muy bien manejado por la fotografía de Jens Schlosser (Libranos del mal) para emitirnos la sensación real de estar en un western, todo con un patinado ocre tierra, se respira el polvo, el calor, el sudor te llega, a esto se suma un extraordinario vestuario, muy rico en detalles, y esto punteado por la muy adecuada música de Kasper Winding, sobresaliendo en los momentos más dramáticos para enfatizar emociones.
Madds Mikkelsen compone con carácter y potente carisma al protagonista doliente, de mirada que te congela, su angustia vital te roza, un ser taciturno marcado por la pérdida de su familia, muy dotado para dar hondura a su rol con su pose aletargada, con sobriedad, sabe ser empático, grande. Jeffery Dean Morgan es el antagonista, sin estridencias da el tono de villano plano sin dobleces, un sádico amoral. Eva Green borda su papel de muda, de expresión voraz, juega muy bien sus silentes bazas para dar personalidad y profundidad a su Madelaine. Mikael Persbrandt en su poco tiempo en pantalla demuestra que es un tremendo actor. Jonathan Pryce encarna con pasión a la corrupción de las autoridades, para ello nada mejor que un tipo que es alcalde y además un funerario, alegoría de los buitrees que se aprovechan de los muertos. Llama la atención del exfutbolista Eric Cantona como sicario del villano, un rol cuasi-testimonial con apenas un par de frases. (continua en spoiler)
Siendo el Western un genero en el que las agradables sorpresas son cada día mas difícil de encontrar, bien por el implacable paso del tiempo, que ha dado, o está dando de baja a los últimos grandes directores como Walter Hill o Clint Eastwood (ya han pasado unos años desde Los protectores 2006 y Sin Perdón 1992) o por lo poco que se prodigan tipos que han demostrado saber del tema, como Kevin Costner y su Open Range 2003, contadas con no todos los dedos de una mano son las producciones que te sorprenden, ya que salvo ir tirando con algún medio decente remake, o alguna cosa presidida en su apartado actoral por también alguna medio vieja gloria y/o el actor apañado del momento, rara es la película que te deja dando palmas con las orejas como en algunas de las citadas más arriba.
Tras la perorata / introducción, y yendo al grano, lo que aquí tenemos es un director danés que viene del para mi mas que sospechoso Dogma, cosa que a priori no parece precisamente la mejor firma para una del Oeste, pero eso de ver en el casting a un siempre desconcertante Eric Cantona, al resultón Jeffrey Dean Morgan, al fiable Jonathan Pryce y a una Eva Green que siempre es un plus encontrársela, ya te inocula un cierto interés por la función. Súmese un argumento en el que resplandece la palabra VENGANZA en medio de vecindario cobarde, malo malísimo al servicio de intereses bastardos (inténtese recordar la entonación del tal Fernando Burgos), y al menos a mi me ha faltado tiempo para enchufármela.
Pues bien, pleno al quince, peliculón, nada nuevo en cuanto argumento, pero ese toque danés recordando al mejor Sergio Leone, esa fotografía y banda sonora, y esa pareja de nórdicos, Mads Mikkelsen y Mikael Persbrandt, metidos en faena, y especialmente ese regalo de potente presencia femenina de una hierática Eva Green, invadiendo la escena en pequeñas dosis para acabar comiéndose la pantalla, la película y el corazón del espectador, dan como resultado otro de esos western que sin dudarlo añadiría a esa lista mencionada en el primer párrafo (si, ya sé que falta – remakes aparte – la de Tarantino, The proposition 2005 o aquella en la creo recordar que salía Pierce Brosnan de las tripas de un caballo, pero siendo buenas películas, a mi juicio juegan en otra división).
Bueno, para terminar, solo mencionar que viendo a los daneses dando estopa en el Salvaje Oeste, he recordado al sueco que interpretaba el gran Sterling Hayden en aquella joyita de Joseph H. Lewis: Terror en una ciudad de Texas 1958 .
Levrig se libera del Dogma, y se mete a la expresión de hacer un Western muy bien estilizado, creo que ejemplifica y añora muy bien lo bueno del genero, un género que se ha perdido en los últimos años y solo se salva por unas cuantas producciones, la historia no ofrece mucho más de lo que se ha visto, y su tinte a pintarse como Spaghetthi Western es notorio, John mata a los asesinos de su hijo y su mujer, pero sin saber que en el fondo eso era el inicio de una cacería desmedida, ya que uno de los agresores era hermanos de Delarue, el cabecilla de la banda más temida de la zona, entonces ya pueden imaginarse por dónde va la propuesta, con un ritmo calmo en ocasiones La Salvación se deja disfrutar bastante, el tiroteo final es efectivo aunque me gusta la escena que ocurre en el carruaje, por su puesto Mikelssen es un lujo que se disfruta en el reparto, Morgan hace lo que tiene que hacer con su papel y hay hasta una curiosa aparición del ex jugador francés Eric Cantona. Un filme que sobre todo tiene una estética bellísima, se condiciona eso si a contar lo mismo, pero se disfruta más a los que amamos el Western.
No sólo es extraño que se realice un western en estos tiempos, sino que los promotores que lo hagan sean de una cinematografía con tan poco historial en el género.
The salvation parte de una premisa eficaz, con unos primeros quince minutos excelentes. Remite a La diligencia . Una vez que se expone el planteamiento el resto no tiene la misma consistencia. El personaje de Eva Green resulta descafeinado, y algunos giros argumentales están algo forzados, como la venta y posterior recuperación de la finca de su protagonista a manos del sheriff corrupto.
Lo mejor: la consistencia de su narración clásica.
Lo peor: la fotografía, con exceso de etalonaje digital. Sus cielos y buitres de postín no dan el peso a la grandeza de espacios que requiere el western épico.