Spoor (El rastro)
Sinopsis de la película
Janina Duszejko, exingeniera, astróloga y vegetariana, vive en un pequeño pueblo en las montañas de Los Sudetes. Una noche encuentra un cadáver cerca de su casa. La víctima es un cazador furtivo que murió en extrañas circunstancias. Con el paso del tiempo, se encontrarán en la zona más cuerpos: todos ellos de cazadores que, según Janina, han sido asesinados por animales salvajes.
Detalles de la película
- Titulo Original: Pokot (Spoor)
- Año: 2017
- Duración: 128
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Opinión de la crítica
Película
5.3
65 valoraciones en total
La veterana Agnieszka se permite, en El rastro, licencias de activista cabreada y se mimetiza en el personaje central de su película, Janina Duszejko, ingeniera jubilada, militante animalista y vegetariana.
No la importa en absoluto que la obra se resienta y pierda orden y seriedad, alternando momentos de cierta brillantez, donde consigue la aquiescencia del público, con otros en los que la ensalada de géneros nos despista y hace perder el hilo conductor.
No se puede negar, no obstante, que la gente empatiza con los raros, en detrimento de los normales a los que ya se encarga, la directora y guionista, de caricaturizar. Maniobra que busca, y consigue, restar carga dramática a los luctuosos hechos, convirtiendo la historia en una fábula que los polacos retrógrados, cazadores, caciques y curas que predican viejas consignas y defienden rancias culturas, harían bien en no olvidar.
Con la independencia que dan los años y el prestigio, sin tener en cuenta otras observaciones, A. Holland parece haber apretado los puños mientras vocaliza enfadada: esta vez ganamos, de eso me encargo yo .
Según Dios los animales no tienen alma. Estas palabras la pronuncia un personaje absolutamente secundario, un párroco, cuando se enfrenta a la protagonista que es una decidida ecologista y defensora a ultranza del buen trato y amor hacia la fauna extra humana.
Ambientada en la campiña polaca en una zona azotada por nevadas inclementes y primaveras luminosas se despliega un escenario en que la caza está permitida y reglamentada rigurosamente por los meses del año y por las especies a ser sacrificadas. Con un ritmo lento y moroso, pero a la vez firme y con relativo suspenso, se desarrolla esta historia de una mujer que se enfrenta sin miedos ni reservas al machismo que se regodea en la supremacía de poder dominar y masacrar a los animales silvestres.
Las imágenes son un verdadero festín visual y la banda sonora es sencillamente extraordinaria. Agnieszka Mandat-Grabka borda una magnífica interpretación de una mujer que parece enfrentarse a los molinos de viento con las armas de su amor y de sus convicciones. Como la mayoría del cine actual en mi opinión se abusa un poco de la extensión, tal vez 30 minutos menos de duración hubieran hecho el mensaje mucho más contundente Si estás dispuesta/o a sobrellevar algunas escenas fuertes de maltrato animal, te recomiendo esta buena película y saludo, una vez más, a la cinematografía europea por regalarnos un cine alternativo. (Si vas a ver esta película, evita leer la sinopsis porque de alguna manera hace algo de spoiler).
Antes de ver la película, he mirado la puntuación de la página y nada más. Me he dicho, parece interesante…aunque sólo sea por la carátula. A partir de ahí me he encontrado con una película originalmente diferente que engancha desde el principio al final. Hace reflexionar sobre el comportamiento brutal de los llamados seres con alma hacia los calificados como sin alma por la gracia divina. Ese determinado comportamiento causa heridas gravísimas a nuestro Planeta, aún así, se sigue viendo como algo perdonable y justificado (con decir lo siento mucho… determinado desmérito justificó su maldito proceder). Ahora, una vez leída las críticas, he observado el disgusto que ha causado en algunas de ellas la violencia usada por el personaje principal (activista sin hipocresía, feminista, culta e independiente en todos los sentidos) y me he dicho, jolines, que es una peli, que éstos que han escrito las críticas están hartos de ver películas de acción donde muere hasta el apuntador y les encanta y resulta… que han creído ver violencia en una fábula ecologista. ¡VENGA YA! ¡No seamos hipócritas! Hemos de ser realistas y te gusta o no te gusta.
Por cierto, el paisaje nevado, los distintos animales en manada (cuando digo animales los incluyo a todos), las interpretaciones de los actores -sobre todo de la actriz de Cracovia-, el submundo de la política y del poder, la diferencia entre la maldad y la bondad…NO PUEDEN ESTAR MEJOR RETRATADOS.
¡A MÍ ME HA GUSTADO Y MUCHO!
Los seguidores contra el maltrato animal son una legión. Los más recalcitrantes se movilizan para dar a entender al resto de los mortales su poca sensibilidad hacia el reino animal. En Spoor esto se lleva hasta el extremo, hasta el punto de que los que vemos con buenos ojos esa militancia lleguemos a mirarla con algo de lejanía.
Cinematográficamente hablando nos encontramos con una buena película con muchas cosas positivas, y algunas negativas todo sea dicho. Entre las primeras una gran dirección a cargo de Agnieszka Holland y su hija Kasia Adamik. Su firmeza intenta pasar por alto algunas carencias, cosa que consigue a medias. Su estilo costumbrista se da de bruces con una historia que podría ser brutal y que acaba convirtiéndose en un cuento de aquellos que nos contaban nuestros abuelos y que trataban de niños perdidos en el bosque frondoso rodeados de todo tipo de alimañas.
La preciosista fotografía a cargo de Jolanta Dylewska y Rafal Paradowski cubre como un manto todo el relato. Los paisajes vistos desde todas las estaciones del año nos dibujan un paisaje idílico donde gamos, jabalís y zorros campan a sus anchas. Pero, como todo hábitat que se precie, necesita depredadores para equilibrar el ecosistema. Entre ellos, supongo que ya lo habíais pensado, el hombre. Y es que la raza humana es la única que acaba con sus semejantes por quítame allá esas pajas.
Janina Duszejko es una mujer aficionada a la astrología, profesora de inglés y cercana a la vejez que vive sola en un valle. Se suceden una serie de misteriosos crímenes. Duszejko cree estar en posesión de la verdad al decir quién puede ser el causante de esos asesinatos.
Sin adentrarnos enteramente en un film de terror, éste contiene todos los aditivos paras incluirlo en ese género. Asesinos en serie, muertes más o menos horripilantes y el misterio al final de quién es el asesino. Su aire ecologista y pro-animal nos alejan un poco de ese concepto, retratándonos unos personajes amigables y en cierto modo simpáticos los cuales quedan divididos, de manera demasiado evidente, entre buenos y malos, marcando esa división su afición a la caza. Demasiado simple, algo más de complejidad en el dibujo de los mismos le hubiera dado más fuerza a la totalidad del relato.
Otro punto a destacar es la música de Antoni Lazarkiewicz que sabe reflejar todo lo anterior con un punto de rebeldía por así decirlo. Depara alguna sorpresa que al menos os hará sonreír.
Agnieszka Mandat-Grabka es la encargada de llevar todo el peso del film. Su personaje, complejo y con muchos matices, está perfectamente representado en una sobria interpretación. A su lado sus amigos de quinta Wiktor Zborowski y Miroslav Krobot. En el lado más juvenil la pareja formada por Jakub Gierszal y Patrycja Volny, un poco pasados de vueltas. Como malo confeso Borys Szyc.
Para finalizar decir que es una cinta altamente recomendada para los amantes de la ecología. Disfrutaran con un mensaje claro y conciso, aunque para ello tengan que aguantar su excesivo metraje. Particularmente encuentro a faltar un final con algo menos de mensaje.
http://www.terrorweekend.com/2017/09/spoor-review.html
Duszejko creció en una época en la que la gente quería cambiar el mundo y siempre pensó en hacer de este un lugar mejor. Incluso llegó a construir puentes en Siria y Libia.
Duszejko es una mente libre, buena, comprometida y por extensión diferente, poco común. Curiosamente a su apellido le ocurre lo mismo. Tal y como ella dice, ya no usa nombre. Llena de amor a todo aquel que se acerque a ella. Y ella es igual con todos, sencillamente es ella. Con sus virtudes que son muchas, y sus defectos, y sus singularidades excéntricas, y sus desvaríos que nos pueden parecer locura por momentos.
Duszejko no teme a nada ni a nadie. ¿Por qué iba a temer a nada si no sabe lo que es el miedo? No rinde cuentas, no resta, solo suma.
Un día desaparecen sus perras, sus hijas, su única compañía, y ella siente que le han arrebatado lo que más quería. Y entonces es cuando toca esconderse… Que se escondan los malvados porque llega su azote, y es un azote poderoso porque solo mira adelante, porque no tiene miedo, porque es la portadora del amor y la razón. Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada (Edmund Burke, pensador).
Por las criticas profesionales parece ser que no es un personaje que le pueda cautivar a todo el mundo y de ahí la disparidad de opiniones, pero desde luego el que se entregue por completo a ella y se deje embaucar por esta historia, en un paraje polaco de increíble belleza y serenidad, se verá recompensado por un canto a la humanidad y la verdadera ética. Yo, por mi parte, cuando casi al final empezaba a darme cuenta que se iba resolviendo la parte de thriller del filme, solo podía pensar en la pena que me invadía porque lo único que quería seguir viendo es la vida según Duszejko. Y es que en pocas películas te meten tan de lleno en la mente de sus personajes como en Spoor. Quizá si tenga que ponerle alguna tacha a la obra es que me ha parecido brusca la forma en que llega la parte resolutoria del thriller… parece que a la directora también le cueste trabajo despegarse de su propio personaje.
Mi nota es de un 7,5