Spermula
Sinopsis de la película
Una nave atraviesa el cielo nocturno surgiendo de una espesa niebla. En su interior viajan Spermula y su corte de vampiras hermosas. Su misión es traer su mensaje de paz y libertad a un mundo que ha enloquecido. Estas mujeres -que se comunican mediante telepatía, un poder que también utilizan para atraer a los hombres a su círculo- se instalan en una gran mansión en la que van a tener como vecinos al alcalde de la ciudad, a su insatisfecha esposa, al ayudante del alcalde y a una viuda obesa y frustrada que desea incestuosamente a su ocioso hijo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Spermula
- Año: 1976
- Duración: 103
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Opinión de la crítica
4
34 valoraciones en total
Una de las películas más mutilada, e inmisericordemente alterada, de la historia del cine, esa es Spermula. Al menos se conocen tres versiones oficiales distintas, con diferencias de metraje entre quince y cuarenta minutos, con tal cantidad de transformaciones que hace difícil intuir que procedan de una misma fuente.
El film original vio la luz en Francia en 1976 de la mano del artista y escultor Charles Matton, quien no siendo un director de cine consagrado, sí acostumbraba a poner su impronta en las películas que dirigía escribiendo el guion, dándoles la intencionalidad artística que impregnaba toda su vida, y haciendo partícipe a su esposa Sylvie, muy ligada también al mundo del arte y la literatura, y que también interviene en el film.
La película se estrenó en España en el año 1978, con la calificación S asignada por la administración, casi con el nacimiento de la democracia que sucedió al régimen franquista. Normalmente se proyectaba en sesiones matinales, o en cines reducidos, pues al contrario de otros films eróticos de la época, pasó casi desapercibida.
No obstante lo anterior, fue para mí una de las primeras películas que mostraba escenas de sexo real de forma explícita. Por ejemplo, recuerdo que había una secuencia que trataba una especie de orgía en una estancia palaciega de un ambiente cálido y acogedor, luces tenues, espejos muy artísticos en paredes y techo, camas amplias con encajes y sábanas bordadas, repletas de jóvenes desnudos de ambos sexos, besándose abrazados. La toma de cámara que era por un plano general, se iba aproximando lentamente por la espalda de una chica que montaba erguida a su pareja masculina para que así se viese claramente la penetración. En otro ángulo un pene enhiesto lo apretaba firmemente una mano. Un poco al lado, otra boca femenina practicaba una felación. Pero estas filmaciones duraban escasos segundos y estaban hábilmente entrelazadas con las actividades simplemente eróticas descritas como normales.
La película desde el principio estuvo envuelta por el escándalo provocado por la denuncia que interpuso la madre de la niña Eva Ionesco, para que esta última no fuese tomada como intérprete en el film. En efecto, Eva Ionesco no figura en los créditos de Spermula, aunque es posible, no seguro, que algún fotograma no erótico se colase inadvertidamente. Creo recordar que al principio de la película había unos cuantos fotogramas de una melena rubia rizada tomada por la espalda, que es idéntica a la de esta criatura.
El film tiene una ambientación psicodélica y artística notables, no obstante el hecho de que aparezcan muchos personajes entremezclados puede conducir a una difícil comprensión, sobre todo en que muchas veces se suma un guion confuso y pretencioso.
La temática que se desarrolla es muy simple: unos habitantes de un planeta muy lejano en extinción necesitan conquistar nuestro mundo para salvarse. El método de eliminación de los humanos es delirante, consiste en, dados los poderes que tienen los alienígenas de transformarse en atractivas mujeres dotadas de fuerzas telepáticas absolutas, copular sin descanso extrayendo todo el semen de sus víctimas dejándolas inermes hasta su muerte.
Una civilización tan avanzada, capaz de llegar en sus naves hasta la Tierra, hubiera sido más lógico pegar cuatro pepinazos láser y en una semana todo arrasado. Pero entonces estaríamos en otro cuento, el de H. G. Wells, y no en este.
(sigue sin spoiler)