Solo las bestias
Sinopsis de la película
Una mujer desaparece. Después de una tormenta de nieve, su coche es descubierto en una carretera en dirección a un pueblo remoto. Mientras que la policía no sabe por dónde empezar a investigar, cinco personas parecen estar ligadas a la desaparición. Y cada una de estas personas tiene su propio secreto que ocultar.
Detalles de la película
- Titulo Original: Seules les bêtes aka
- Año: 2019
- Duración: 117
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Opinión de la crítica
Película
6.8
42 valoraciones en total
*El misterio se esconde en el bosque
Una de las grandes sorpresas del cine francés del pasado 2019 fue Solo las bestias, adaptación de la novela de Colin Niel. Gracias a un guion vertiginoso y con una intriga muy bien llevada, se dibuja una serie de historias que parten de la misteriosa desaparición de una mujer. Lejos de mostrar sus cartas desde el principio, se va tejiendo una tela de araña, que, según va avanzando, deja un suspense que engancha desde el primer minuto. Recordando estructuras narrativas parecidas a Amores perros, junto con esa atmósfera oscura y enigmática de realizadores como Alfred Hitchcock, se fabrica una historia igual de compleja como brillante. No se puede negar que se palpa una buena construcción temporal, que se junta con una ejecución de un relato lleno de aristas, matices y, sobre todo, alma.
Desde el principio, se presentan unos personajes que navegan en una cercanía que va tornándose hacia un haz de luz sombrío. Cada uno de los protagonistas, que toman el relevo al anterior, forman parte de un tablero de ajedrez siniestro. Según se van componiendo cada una de las piezas, la coherencia va cohesionando cada uno de los movimientos, para llegar a un frenesí muy inteligente. Lo que, a primera vista, podría parecer un laberinto laborioso, termina por ser la principal atracción del film. Junto a ello, está ese influjo de lo extracorpóreo y como si se tratase de una broma macabra del destino, los personajes se mueven ante una literatura totalmente sensorial. Asimismo, se vierten realidades llenas de verdad, ofreciendo una crítica certera, pero sin regodearse en ello. Lo extraordinario de lo habitual. Únicamente, su desenlace llega a un nivel de enrevesado, que puede no convencer a todos los públicos.
*La tensión impresionante
En orden cronológico, Laure Calamy es la que abre la veda. La actriz comienza con una presencia escénica brutal, que va adaptándose a las circunstancias y las motivaciones que hay detrás de su personaje, lo que demuestran su capacidad de control y calidad actoral. Después, Damien Bonnard maneja a la perfección ese halo de misticismo y de oscuridad que sobrevuela sobre su Joseph, dando una actuación que enternece, a la par que sorprende y deja los pelos de punta. Sin embargo, ambos terminan equilibrando la oscuridad, con una luminosidad compleja y alejada de clichés.
Luego, Valeria Bruni Tedeschi ofrece una interpretación certera, llena de matices y con una elegancia que deja helado al espectador. Demuestra esa pasión desenfrenada, que se combina con una frialdad directa, que encandila y encumbra su personaje. Junto a ella, una Nadia Tereszkiewicz increíble, asombrando con un trabajo interpretativo desgarrador, sin caer en los tópicos ni mucho menos en el melodrama barato. Pese a ser, tal vez, el personaje menos oscuro, mantiene la sintonía con el resto de personajes y transmite esa profundidad. Por otro lado, Denis Ménochet está excelso, con una actuación tan humana como realista. No se puede más que aplaudir su gran labor en pantalla. Por último, Guy Roger ‘Bibisse’ N’Drin comienza en un perfil más bajo, hasta que llega a una interpretación que se basa en los pequeños detalles y en la expresividad más sutil.
*La encrucijada de lo intangible
Un guion tan complejo y un cruce de historias que confluyen en una sinergia excelente, se debe afrontar técnicamente con una preparación muy bien planteada. Por lo cual, Domink Moll se consolida en su papel como realizador con Solo las bestias, demostrando la maestría que tiene ya como director. Prueba de ello, es el uso de la fotografía, maravillosa, con unos planos hermosos, donde la propia naturaleza y las montañas son un personaje en sí mismo. Para conseguir ese efecto cautivador, se ha sabido posicionar la cámara, no dejándolo al azar, sino con un significado creativo de gran importancia. Lo mismo ocurre con la dirección artística, que cubre al espectador en una nube mística de naturaleza salvaje, que subraya esa sensación de fábula lóbrega. Es un regalo para los ojos trasladar la acción a unos exteriores alucinantes, en los que se respira vida.
Para mantener esa esencia tan personal y única, no solamente se cuidan los elementos más estéticos y visuales, sino que también se realiza una composición sonora a la altura. Para ello, la música, que envuelve las imágenes, se mezcla en una neblina sensitiva, entrando en la mente del espectador. Además, tiene un punto que evoca a una magia encubierta y oculta, que flota en el film. En consecuencia, el resultado de toda esta disposición fascina al público, provocando que caiga en su propio hechizo experimental. No obstante, sin duda, hay que aplaudir el gran trabajo también del montaje, que no cae en vacíos temporales y desengrana cada detalle a un ritmo apropiado. Sin darse cuenta, los espectadores terminan totalmente sugestionados por la atmósfera creada y caen rendidos ante tanta expectación hasta su desenlace. Dicho de otra forma, atrapa e impresiona en la totalidad de su metraje.
*Conclusión
Solo las bestias es una película llena de misterio y suspense, que crea un juego oscuro, donde las piezas van juntándose para impactar al espectador hasta el final. Mientras que el guion nada en una estructura narrativa llena de matices, provocando un interés brillante, el trabajo técnico es maravilloso y ambos forman un combo extraordinario. Solamente, el desenlace podría ser demasiado enrevesado para algunos espectadores. Aun así, el resultado global es fascinante. También hay que destacar un reparto coral con una calidad interpretativa excelente, con un uso de la expresividad y la presencia escénica soberbio. Sin duda, una tela de araña intrigante, que provoca una emoción e incertidumbre prodigiosas. Un embrujo cautivador y atrayente, con una atmósfera sombría y compleja, que arrasa en su remolino de sensaciones.
Escrito por Diego Da Costa
Un thriller tenso y muy bien llevado basado en una novela de Colin Niel, donde una cuantas historias tejen una telaraña llena de intriga y suspense.
Dominik Moll es un cineasta muy interesante, algunos títulos de su filmografía como Harry un amigo que os quiere o El Monje avalan mucho talento. Con su nueva película confirma ser un magnífico narrador de historias. Elige a actores poco convencionales, como Denis Ménochet o Damien Bonnard, que encarnan personajes inquietantes y fascinantes a la vez. También toca un poco los efectos dramáticos que pueden sufrir en las redes sociales personas que se enamoran de perfiles falsos para robarles el dinero desde otros puntos del planeta. Siendo las mentiras y una misteriosa desaparición de una chica el eje de la película que se completara al final en un magnífico rompecabezas.
Múltiples giros en esta pesadilla rodeada de nieve, que nos recuerda un poco a Fargo , con unos personajes inquietantes y patéticos de los que hay también que destacar a las actrices Laure Calamy, Valeria Bruni Tedeschi y Nadia Tereskiewicz como parte muy importante de esta historia negra.
En resumidas cuentas una película muy brillante, lejos de las comedias que nos tiene acostumbrados el cine francés y que próximamente se estrenara en España
Destino Arrakis.com
Para su quinto largometraje de título ‘Sólo las bestias’, el director francés Dominik Moll recupera un elemento esencial presente en sus dos primeras películas (‘Harry, un amigo que os quiere’ y ‘Lemming’) sendos thrillers magníficos que compitieron en Cannes por la palma de oro: el contraste de personajes. En la caracterización de los mismos acentúa sus diferencias, insertándolas con naturalidad en la trama. Articula historias dispersas que se finiquitan con brillantez.
Aquí enmarca la cinta en un entorno rural. Una zona montañosa que sufre el rigor del clima invernal. A partir de la desaparición de una mujer (Valeria Bruni Tedeschi) de la que sólo se localiza su vehículo abandonado, una serie de sujetos van a dar rienda suelta a sus pasiones, obsesiones y desenfreno. Bajo una narración típicamente episódica, las historias se entremezclan en un ambiente dónde reina lo insólito. Unas actitudes poco comprensibles que llaman a la puerta de la soledad, del enclave aislado, la rutina y el hastío.
En la disección de los sentimientos humanos más primarios, empezando por el deseo, Sólo las bestias encuentra una mina. Se apoya en un reparto en estado de gracia (Denis Menochet, Laure Calamy, Damien Bonnard…). Saben transmitir la seducción que alberga lo prohibido: el escarceo fuera del matrimonio, la homosexualidad, la fantasía de las redes sociales, la atracción por el perturbado, el engaño.
Desde la primera y hasta la última secuencia Moll consigue que los anhelos y sentimientos de estos lugareños alumbren ansiedad y desasosiego. Esos pequeños secretos que todos, en mayor o menor medida llevamos dentro, se muestran en crudo, sin cocinar. En su resolución la película sortea el tótum revolútum merced a un guión sin aspavientos y a ciertas licencias argumentales que le aportan un aire ligero, sin excesivas pretensiones.
Le sienta bien.
Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es
Me ha gustado bastante la intriga SÓLO LAS BESTIAS, probablemente porque resulta un relato novedoso que deconstruye la sucesión temporal y causal para trazar retratos de personajes y situaciones donde cualquiera puede ser culpable… No es fácil de explicar una película que te atrapa desde el primer momento y fascina con los espacios de nieve primero y los tropicales africanos después. Me pongo de inmediato con la novela en que se basa.
J.L. Sánchez Noriega
En esta película Dominike Moll se acerca a las historias de azar que borda el escritor Paul Auster, pero hay demasiados puntos inconsistentes en la trama como para que ese círculo de casualidades y malinterpretaciones que se pretende trazar (y que resulta tan bien rematado, con la estupenda coletilla de la última secuencia) pueda considerarse sólido. Principalmente, el personaje de Denis Menochent rompe la credibilidad del espectador, por muy generoso que este quiera ser (demasiada ingenuidad, se mire como se le mire, y probablemente, también demasiada violencia sin un motivo sólido), aunque ese no es el único detalle que rechina (la pasión de la jovencita por la cuarentona, por ejemplo, tampoco está bien transmitida). La apuesta es, sin duda, original y desde el primer minuto la historia crea una intriga que va aumentando a cada momento, hasta un punto que el espectador sospecha que los autores no van a saber dar respuesta satisfactoria a todas las expectativas levantadas. Y así es.