¡Socorro! Ya es Navidad
Sinopsis de la película
Clark Griswold, movido por un generoso y sentimental espíritu navideño, quiere sorprender a toda su familia con una gran fiesta. La suerte no suele acompañarlo y esta vez no va a ser diferente… Una sucesión de disparatados desastres convertirán la esperadísima sorpresa de Clark en un verdadero caos.
Detalles de la película
- Titulo Original: National Lampoons Christmas Vacation aka
- Año: 1989
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
Película
5.1
49 valoraciones en total
Esta película sigue a la saga familiar que ya vivido otras experiencias en viajes por Estados Unidos y por diversos países europeos. Una familia que cosechó grandes éxitos de taquilla gracias a las historias que vivían, y que decidieron hacer una para Navidad.
Recuerdo haber visto esta película en varias ocasiones hace años cuando la emitían por televisión, y recuerdo que su historia me divertía muchísimo. El otro día decidí verla y recordar buenos momentos, pero me encontré con una historia simple y sin ninguna gracia, que acabó decepcionándome bastante, y haciéndome caer en una realidad que no esperaba.
Tal vez el paso de los años no le esté pasando buena factura a este film, o tal vez siempre fue así de floja su calidad pero yo siendo más joven no lo veía así. De un modo u otro debo reconocer que la película no consigue convencer ya que su escenas no son tan cómicas como uno espera, y por consiguiente su efectividad en el humor no es acertada.
No todo lo que se ve es realmente malo. Es cierto que cuenta con algunas escenas o momentos que consigue funcionar, pero dichos momentos son solamente puntuales y se desvanecen fácilmente en una trama que no se mantiene a flote, y se hunde irremediablemente en una nieve navideña que se va derritiendo fotograma a fotograma.
El reparto sigue siendo prácticamente el mismo, y aunque sus protagonistas son bueno actores, hay que reconocer que no consiguen funcionar tan bien como uno espera de ellos. En todo momento uno desea ver interpretaciones cómicas de calidad, pero el guión flojo en intenciones dan como resultado un trabajo interpretativo que flojea y hace aguas, salvo lógicamente en esas escenas que consiguen convencer ya que por arte de magia han dado en el clavo.
Aparte de lo flojo del guión, hay que reconocer que los años no están siendo buenos con esta película. El paso del tiempo le está pasando mucha factura y por consiguiente está produciendo que el film vaya cayendo en una situación difícil de salvar. Conforme vayan pasando los años intuyo que irá empeorando llegando a caer en un olvido total y de imposibilidad de reposición.
Y es una pena, ya que la base es buena y lo demuestra que existen escenas que consiguen funcionar. Seguramente si le hubieran conseguido dar una vuelta de tuerca a ese guión, habrían llegado a crea una buena comedia navideña en la que muchos tópicos se hubieran llevado a un extremo dando un resultado muy satisfactorio.
En fin, ¡Socorro, ya es Navidad! es una película de la que tenía un recuerdo mucho mejor en mi memoria. Este film cumple perfectamente con la premisa de que hay ciertas películas que es mejor recordarlas y no volver a verlas, ya que la decepción está asegurada. Una pena la verdad, ya que el tiempo no le está resultado beneficiosa. Así que esos pocos momentos que funcionan bien, no consiguen mantener una calidad que podría encontrarse si se hubiera rascado más. Al final, uno sí que piensa: socorro, porqué la he vuelto a ver.
Entretenida película sobre las fiestas navideñas y sus delirantes situaciones.
Entre todos los films estadounidenses que nos llegan a España sobre su fiesta navideña, es una de las que se podría decir que es original frente a las otras.
No repite gags o situaciones acostumbradas a verse en este tipo de películas.
Cuenta con un humor sencillo y para nada absurdo con Chevy Chase correcto en su papel de padre sufridor.
Como comedia es normalita y como película navideña buena.
Situemos la acción: los años ochenta no eran todavía un revival, sino una realidad. Reagan aún se tenía en pie, aunque ya no era el cowboy de siempre. Los comunistas ya no eran tan malos, hasta se podía hacer bromas sobre la mancha en la cabeza de Gorbachov. En Detroit se diseñaban enormes modelos de coches pre-tifón Toyota. Los yuppies se engominaban el pelo, bebían cerveza alemana de importación y escuchaban a Bruce Springsteen en su cassette último modelo. Kurt Kobain acababa de salir de un concierto de Pixies. La familia americana media seguía yendo a misa los domingos y fiestas de guardar, por más que las últimas tres décadas de gloriosa historia americana los hubiera tildado de paletos. Una época estaba dejando paso a otra, pero en el cine no se habían dado cuenta. Spielberg era el rey. George Lucas estaba tumbado en una hamaca a la derecha del Padre. Scoresese acusaba sus problemas técnicos con la heroína. Y Chavy Chase proseguía la saga de la familia Griswold sin prisa pero sin pausa.
Era otra época.
Tras dos películas en las que la familia Griswold se iba de vacaciones, primero por Estados Unidos y luego por Europa (con los desastrosos resultados que caracterizan el género), el guionista John Hughes pensó que era hora de que pasaran unas vacaciones en casita, al abrigo de la chimenea, con bombillas multicolores cubriendo la fachada, para pasar la navidad en familia. Hughes, por cierto, un año más tarde se encumbraría con Sólo en casa, que redunda en la temática navideña.
Los Griswold, esa entañable familia de paletos americanos. Qué decir. Los intentos del estúpido padre de familia por unir a su familia en torno a unos valores tan rancios que recuerdan a un anuncio de caramelos. La madre, con su aspecto de adicta a los barbitúricos y su actitud resignada. Los hijos, esteretipos que cambian de cara en cada película sin que nadie note la diferencia. Y los demás familiares, que también tienen lo suyo. Todos chiflados.
Las situaciones… delirantes, inverosímiles, mediocremente graciosas.
Por encima de todo: Chevy Chase, la caspa americana andante, secundado por Beberly DAngelo, su eterna esposa en la salud y en la enfermedad (mental) y Randy Quaid (el hermanísimo de Dennis) metiendo las zarpas, como viene siendo habitual. Destaca también en el reparto una Juliette Lewis entonces desconocida. A título personal echo en falta a Anthony Michael Hall haciendo de Rusty y a Harold Ramis en la dirección.
En definitiva, un desastre de película que, sin embargo, tiene sus dosis de parodia del género navideño, su humor pasado de revoluciones, su condición de paradigma de la comedia de los ochenta. Probablemente la mejor de la saga Griswold, lo cual tampoco es tan difícil.
Y Chevy Chase es Chevy Chase, por suerte o por desgracia.
Una reflexión: ¿por qué todos los países tienen su Chevy Chase? ¿Es cosa del inconsciente colectivo o es que somos todos unos inconscientes? Quién sabe.
No sé qué tiene Chevy Chase que soy adicto a sus películas. Es como una droga, pero creo que no es dañina. Esta película la ponen todas las Navidades, y quizá por ello, cuento con dedicar cada año un par de horas para volver a verla. No me canso de hacerlo. Un erudito del cine la pondrá a parir con toda seguridad, alegando deficiencias de todos los tipos, incluso de falta de higiene mental, si se me fuerza, pero, si el objetivo del cine es entretener, esta película lo consigue con creces. Es divertida, ocurrente, insolente, ágil, de personajes símples pero originales, en una combinación genial de locura y ternura. Adoro a Chevy Chase, y adoro esta película. Debería institucionalizarse su proyección en todas las cadenas, en sustitución del mensaje del Rey. Y me da igual que la gente me de palos por ello.
Para 1983 inicia la saga de películas en donde su trama principal son las vacaciones familiares. Sus actores principales lo eran, Chevy Chase y Beberly DAngelo y consta de cuatro filmes: National Lampoons Vacation (1983), European Vacation (1985), Christmas Vacation (1989) y Vegas Vacation (1997).
Las cuatro películas tuvieron un presupuesto sumado de $92 millones ($23 millones de promedio cada una) y generaron por venta de taquillas la cantidad de $218, 590,011 millones, en Estados Unidos solamente, para un promedio por film de $54, 647,503. Lo que demuestra su aceptación en el público.
Esta serie de películas tiene uno conjunto de aficionados muy particulares que se identifican con sus tramas por lo jocosas, sarcásticas y situaciones inusuales que no pierden su humor con el paso de los años. Pudiéramos decir que son filmes de culto, un éxito continuado entre un conjunto de aficionados al cine, muchos años después del estreno original de la película.
La película tuvo un presupuesto $27 millones y genero por venta de taquillas la cantidad de $71, 319,526 millones, en Estados Unidos solamente.
Clark Griswold, quiere sorprender a toda su familia con una gran fiesta, una sucesión de disparatados desastres convertirán la esperadísima sorpresa en un verdadero caos.
Tercera entrega de las aventuras de la familia Griswold, que en esta ocasión sufrirán la desventura de unas Navidades que debían ser perfectas y se convierten en una pesadilla. Pretende dar la vuelta a la tradicional comedia navideña, con un tono presuntamente desmadrado y unos resultados simplemente vulgares.