Segundo López, aventurero urbano
Sinopsis de la película
Un honrado hombre de provincias va a ganarse la vida a Madrid, sin más bagaje que un poco de dinero y su llaneza. Hace amistad con un golfillo, El Chirri, y ambos viven infinidad de peripecias urbanas.
Detalles de la película
- Titulo Original: Segundo López, aventurero urbano
- Año: 1953
- Duración: 80
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Opinión de la crítica
Película
6.4
52 valoraciones en total
Me parece una obra de gran belleza, nada ñoña.
La música del organillo y el lamento dulce del violín ilustran ese Madrid de los años 50 que, da la bienvenida a Segundo López, un provinciano bonachón sin oficio, poeta ocasional que dilapida generosamente los 3.000 duros que legó de su difunta madre. Segundo es un oriundo extremeño que deambula compartiendo su pequeña fortuna con los desheredados con los que se topa, en una deshumanizada y hostil urbe. Un relato de raíces chaplinianas que describe la historia de una amistad junto al Chirri, un niño huérfano y hambriento abandonado a su suerte, además de Marta, una joven enferma a la que su novio abandonó y que busca consuelo en su gato y sus nuevos amigos. Ellos malviven en una buhardilla alquilada y forman un trío de perdedores desarraigados sin presente ni futuro.
Ana Mariscal, actriz de fama en teatro y cine, fue la primera directora en hacer una película tras la guerra civil, a la que obligaron a promocionar su obra con el machista título de Un film dirigido por una mujer que gustará a los hombres. Basada en la homónima obra de Leocadio Mejías, con adaptación de la directora y el propio autor, que aparece en unas escenas del film como escritor de tan triste historia. En la película, se aprecian toques de neorrealismo, humor valleinclanesco y un cierto tono de esperpento, además de una penetrante ternura. El film respira autenticidad en todo momento gracias actores que no eran profesionales, si exceptuamos a Tony Leblanc y Ana Mariscal que encarna el papel de chica enferma que recuerda al personaje de la Boheme, la magistral ópera de Puccini.
Un retrato desolador de la pobreza y la miseria en aquella España que sufrían las clases populares, ambientada con un cierto aire cervantino y quijotesco, con la sutil diferencia de que Don Quijote era un caballero culto, mientras que Segundo López era un analfabeto. Debido al tema nada complaciente que trataba, fue relegada por el régimen como film de tercera categoría, siendo muy bien acogida por la crítica. Pese a que Ana Mariscal, la directora tuvo que hacer algunos cambios para que la censura permitiera estrenar la película. Aún siendo castrada en parte, el mensaje de la obra permanece explícitamente en el relato, colándose esa realidad por todos los poros del film.
Una fábula moral en la que la directora nos muestra una gran ciudad con sus virtudes y sus defectos, la cara señorial de sus famosos lugares y monumentos, pero también su cara sucia y sórdida con sus moradores mezquinos. Una ciudad deshumanizada donde el frío castiga sin piedad a los sin techo. Edulcorada en cierta medida por el personaje de la anciana vidente acaudalada que chirrea un poco dentro del impecable argumento. Un film poblado por seres vulnerables pero leales y nobles, que viven una quimera ajena a la realidad que les rodea. Unos seres entrañables que te robaran el corazón.
Segundo López, aventurero urbano quizá no sea una película excesivamente conocida en el ámbito español (por lo menos en comparación con otros filmes), pero resulta interesante por muchas circunstancias. Primero, porque es uno de los primeros films españoles que dirige una mujer, Ana Mariscal (quizá más conocida por su faceta de actriz), y segundo, por las influencias neorrealistas que desprende el film. Hablar de Neorrealismo en España es un tema complicado. Para empezar, cuando se rueda Segundo López el neorrealismo parece estar finiquitado o finiquitándose. El año 1953 era ya un año demasiado tardío, porque el panorama italiano había evolucionado con gran rapidez, pero lo cierto es que es tardíamente cuando los cineastas extranjeros parecen intentar imitar ciertos moldes neorrealistas. Y Ana Mariscal había visto esos filmes.
Por otra parte, la censura permite un tono cómico como es el que aparece en Segundo López (a pesar de que no falta cierto sentido crítico), pero habría resultado imposible que una película con tono serie se hubiera realizado en la España Franquista de aquellos años. Surcos (1951) de José Antonio Nieves Conde es la excepción que confirma la regla.
Ana Mariscal decidió rodar la película al ver que no encontraba nuevos contratos como actriz, por lo que decidió rodar la película con gran parte de ahorros guardados y con el apoyo de su marido, fundando su propia compañía (Bosco Films), lo que justifica que Segundo López esté realizado con un escaso presupuesto (la calidad de imagen deja bastante que desear), con pocos actores (la propia Ana Mariscal interpreta un papel en el film) y en exteriores (el plano urbano tiene una gran importancia en la película). Por si fuera poco la directora se encargó de la distribución de la película. Todas estas características no dejan de recordarnos semejanzas entre la película de Mariscal y los primeros films neorrealistas, como Roma, città aperta de Roberto Rossellini.
Hay similitudes entre Milagro en Milán (1951), y Segundo Lopez, aventurero urbano (1952). Sendos protagonistas del film son vagabundos y niños. Segundo López nos explica un argumento narrativamente poco lineal, como es la historia de un aventurero urbano, como indica el propio título del film, que decide viajar a Madrid. Allí encontrará a un joven con el que después de diversos encontronazos se hará compañero inseparable. En realidad, el personaje de Chirri parece recordarnos al célebre Lazarillo de Tormes, porque él mismo comenta ante Segundo López que servía a un antiguo ciego (como el propio Lazarillo) hasta que lo abandonó. Pirri, al igual que Segundo López, es un pillo de mucho cuidado, pero totalmente entrañable a los ojos del espectador.
No hay principio ni final en Segundo López. Es un film compuesto por los deambulamientos de nuestros personajes, que se mueven en un mundo que está totalmente fuera de su alcance. Ciertamente hay una parte de crítica social en la película de Mariscal. Gran parte del metraje nos muestra las andanzas de unos personajes que resultan ser unos inadaptados sociales, pero que se ganan por méritos propios la simpatía del espectador. Segundo López utiliza el dinero sólo para hacer felices a los personajes que son bondadosos con él, como Chirri o la mujer invalida de la pensión (la propia Mariscal). El dinero en realidad no tiene más aprecio para él que la amistad con Chirri o un buen quinto de cerveza. Y sin embargo, el mundo parece estar en contra de nuestros dos bonachones protagonistas. Mil y una peleas, insultos e incluso Segundo López visitará la cárcel después de una pequeña reyerta.
Lo que nos hace pensar, ¿Qué hay realmente de neorrealista en Segundo López, aventurero urbano? La propia directora, Ana Mariscal, ha comentado que lo que recoge el film es el procedimiento de los films italianos neorrealistas. Puede, que en realidad el film de Mariscal tenga realmente una relación más significativa con la tradición realista española, que con los films italianos.
También es innegable que la película cuenta con innumerables errores de raccord. ¿Pero hasta donde la crítica puede atacar una película como Segundo López? En todo caso, Segundo López sigue una vía que no volvería a abrirse hasta muchos años después, con las generaciones cinéfilas que vieron los films neorrealistas desde una perspectiva ya histórica, como un movimiento ya concluido y sin vida, especialmente en las academias de cine (donde por ejemplo estudiaría Carlos Saura).
http://neokunst.wordpress.com/2014/04/01/segundo-lopez-aventurero-urbano-1953/
CAÑEQUE, Carlos y GRAU, Maite, ¡Bienvenido Mr. Berlanga!, Ed.Destino Libro, Barcelona 1993
DÍEZ, Emérito, Historia social del cine en España, Ed. Fundamentos, Madrid 2003
V.V.A.A, Women’s Narrative and Films In Twentieth-Century Spain, Ed. Routledge, New York 2002
Esta película fue la primera que dirigió Ana Mariscal en su carrera, una de las únicas mujeres que consiguió dirigir películas en la industria del cine español de los años cincuenta. En pleno franquismo, Ana Mariscal presenta una propuesta bastante insólita, la historia de un analfabeto extremeño llamado Segundo López, que siempre ha estado mantenido por su madre y al morir esta y dejarle en herencia una frutería, Segundo decide venderla por que desprecia el trabajo y no quiere trabajar. Con el dinero sacado de la venta del negocio familiar decide viajar a Madrid, a beber alcohol como un animal, holgazanear y si es posible a echarse una novia. Allí conocerá a un huérfano que se dedica a ganarse la vida con pequeños hurtos, y juntos vivirán aventuras en un Madrid desolado y tremendamente pobre.
Crónica picaresca con claros toques neorrealistas y algunos excelentes momentos de humor absurdo. Maravillosa fotografía en blanco y negro del Madrid de la posguerra. La Mariscal nos presenta una vida desoladora de los desheredados madrileños y de su vida de indigentes. Segundo López, es un bonachón hombre de provincias, casi analfabeto y bastante ingenuo, pero desde un enfoque algo más profundo, resulta ser un librepensador con alergia a cualquier tipo de autoridad, al que lo único que le interesa es conocer la capital para follar un poco, beber y hacer amigos. Como curiosidades, en la peli participa un jovencísimo Tony Leblanc en una única secuencia así como también el director de cine de la época Manuel Mur Oti. La propia Ana Mariscal se reserva un pequeño papel de vedette tristona enferma de tisis.
En definitiva recomiendo esta película bastante insólita para la época en que fue rodada y que es una estupenda tragicomedia costumbrista con toques muy pintorescos y algunos momentos verdaderamente graciosos.
Hace tiempo que este título me llamó la atención y como pensé, llegado el momento me encontré ante una gran película. Segundo, el aventurero, y además, más difícil, aventurero urbano, va cargado del necesario romanticismo que requiere un título con la palabra Aventurero. Aquello que lleva la marca Aventura es digno de interés.
Segundo López, el aventurero urbano, es un relato castizo lejos de paponás de Neorrealismo y demás pollas en vinagre. Huye del tristón neorrealismo italiano. Es un relato cargado de humor soterrado, con una apariencia onírica importante y que conlleva un gran drama social. Este tratamiento da de lado también al realismo como estilo, pero no por ello, quita autenticidad al fondo de la aventura, ni más ni menos que el desamparo de las personas pobres en un orbe que funciona exclusivamente a base de dinero, dinero presente en todo momento.
La película es un bello relato humorístico, compendio de aciertos en la narración y de una sensibilidad exquisita. Es contraria, como he dicho, a las típicas dramatizaciones sensibleras-depresivas, algo de agradecer, ya que el emigrante no es el clásico huraño de los dramas neorrealistas, ni le han quitado la bicicleta ni el ánimo ni las ganas de vivir, y por tanto no es el típico personaje absorbido por el pesimismo y angustiado ante la más absoluta desorientación por la falta de un sustento. Segundo López toma lazarillo en la figura del muchacho expósito y ambos se lanzarán a la supervivencia con ánimo indestructible.
Hay un pasaje en el que el inmigrante extremeño y su amigo, el Chirri, están sentados cada uno en un sillón, en la calle, en medio de un Madrid de la postguerra, un Madrid vacío y fantasmal, que descoloca del todo. Lo vemos como algo perteneciente a una dimensión abstracta, un cuadro onírico completamente surrealista, hasta que la lógica nos pone otra vez en el sitio. Pero hasta ese momento la secuencia ha alcanzado cotas del género fantástico.
Los personajes son inolvidables. La bondad de la muchacha, su enorme generosidad, la picardía del lazarillo… El espíritu altruista de Segundo, clave de todo aventurero, optimista, jamás mirará atrás con resentimiento y, evidentemente, enamoradizo. Las cualidades indispensables de todo héroe romántico. No debemos caer en la indecencia de mirar a determinado estrato social como marqueses y a otros como pícaros buscavidas, sino contemplar los hechos con ojos de espectador imparcial y dejarse llevar por los personajes que pueblan este mundo, sean como sean o vengan de donde vengan. Vivamos con curiosidad este relato que el mismo dramaturgo autor de la obra empieza a escribir en una cafetería madrileña. Es una obra indispensable que como suele pasar, el reconocimiento le ha llegado con el tiempo.