Sangre de héroes
Sinopsis de la película
Tras una devastadora guerra nuclear, la sociedad ha quedado destruida y la convivencia humana regresa a la barbarie. El entreteniento de la época es un cruel y violento juego, en el que un equipo impone su ley en el desierto, desplazándose de población en población, soñando con llegar a la ciudad y enfrentarse al campeón de la liga profesional.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Blood of Heroes
- Año: 1989
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
Película
5.2
62 valoraciones en total
En una sociedad distópica post apocalíptica, aunque dentro de su distopía siguen existiendo clases sociales, el único deporte que se práctica es uno de reminiscencias medievales, el Joggers , donde todo vale para pinchar el cráneo de un perro en el poste del equipo enemigo.
Película australiana envuelta en el polvo de dicho continente, de bajo presupuesto y con un guión limitadisimo, aunque cuenta con un gran reparto de actores donde resaltan, entre otros, la guapa oriental Joan Chen y Rutger Hauer, el actor que es capaz de protagonizar una obra maestra y cualquier otra medianía, como esta película.
A pesar de ello, parece que existe en la actualidad un deporte parecido al que reseña la película. Interesante por sus mamporros y por la ambición por obtener la victoria. Un 6.
Cinta de aventuras postnucleares en la línea de Mad Max (aparece Hugh Keays-Byrne el mítico villano Cortauñas de la primera entrega), que se centra en la celebración de un violento juego similar al rugby en el que Rutger Hauer y sus chicos deberán dar el do de pecho.
No tiene nada de particular esta discreta co-producción australiano-estadounidense que pasó desapercibida en el momento de su estreno como no podía ser de otra manera. La carrera de su protagonista empezaba a decaer al intervenir en este tipo de cutreces de poca o nula calidad y que se prolongaría durante la siguiente década con la misma fortuna salvo honrosas excepciones como en Peligrosamente unidos también junto a Joan Chen.
Es una mala película, de eso no hay duda, con el único aliciente de ver al replicante filosófico en otra película de ciencia ficción.
Pero no engaña, no creo que nadie espere ver una nueva Mad Max ni muchísimo menos, hay que verla como todas las películas, en su contexto original y aceptando las normas que en su momento existían. Y en ese contexto fue una película entretenida, sin más.
Aprovecho para pedir de nuevo, aunque sea una vía discutible para hacerlo, que los administradores veten las críticas de películas que incluyen insultos a otros seguidores de la web. Si no te gusta la película no la ves, y le haces una mala crítica, no veo la necesidad de llamar borregos a quienes no compartan tu opinión. Desgraciadamente es un mal muy extendido entre algunos críticos de cine profesionales, y muchos imitadores aficionados, permitirse el lujo de insultar como método para llamar la atención y darse una importancia que no tienen.
A algunos nos pudo gustar en su momento esta película porque sí (porque teníamos la edad y fantasía adecuadas para ser el target de visionador adecuado, por ejemplo) sin tener que ser insultados por ello. El insultar a quienes puntuan bien una película que no nos gusta no da más caché al opinador, sólo lo retrata como un idiota.
Estamos ante una película quizás inclasificable. Tiene el aspecto de una modesta producción de serie Z, con una ambientación y los escasos medios propios de las películas post-apocalípticas de Albert Pyun (Cyborg, Knights, Apocalipsis Omega), Slipstream, Mad Max o las cutres italianas de los 80.
Nos encontramos un guión y dirección de David Webb Peoples, el creador, nada más ni nada menos, de Blade Runner, Lady Halcón, Sin perdón y 12 monos. Perplejidad es la palabra.
Destaca en cuanto observamos el reparto con un Rutger Hauer pletórico, y otros rostros conocidos como Joan Chen, Delroy Lindo o Vicent DOnofrio. Sigue la perplejidad.
Porque la película es rara, tendiendo a peñazo. El argumento nos relata en un futuro post-apocalíptico, la historia de un equipo de juggers, que practican un deporte muy simple y bárbaro: pinchar una cabeza de perro en un palo mientras el resto de miembros del equipo se zurran con los oponentes. Vale todo durante el partido: tortazos, mutilaciones, etc. La tecnología ni existe y su cronómetro consiste en tirar 100 piedras en intervalos regulares. Es, pùes, una película sobre un deporte inventado y salvaje en un futuro distópico. Aparentemente promete, pero viendo el primer partido de la película te apercibes que el deporte no tiene ni gracia ni espectacularidad, debido a la incompetencia en la dirección del afamado guionista, haciendo los combates tan aburridos, torpemente rodados y tan poco emocionantes que te hacen perder el interés por ellos y por la película. Y así hasta el último combate.
Fuera de eso no hay guión, ni diálogos interesantes o medianamente inteligentes. Más que actores, son bailarines, unos bailarines sin gracia ni garbo. Dan tumbos en la pantalla sin saber que tienen que hacer (y si no vean a DOnofrio).
La película es floja, torpemente mal dirigida (Pyun le da mil vueltas como director), sin dinero, con una nada-ambientación y un guión que cabe en una caja de cerillas de bolsillo. El interés puede radicar en la escasez de películas de ciencia-ficción, por lo que este filme se puede tolerar con reparos.
Especialmente en los personajes. Capitaneados por el salgo en obras maestras y en mierdas secas pero me da igual mientras me paguen Rutger Hauer, seguidos por el genial e infravalorado actor que encarnase al recluta Patoso y rematado por la emperatriz de China con el pelo corto.
A mí siempre me han atraído las pelis sobre deportes futuristas y bizarros (ROLLERBALL, PERSEGUIDO, etc), por eso di con esta desconocida cinta de ciencia ficción en la que un equipo de rugby a lo bestia armados con cadenas, palos y demás tratan de clavar una calavera perruna en una estaca e impedir que el equipo rival lo consiga a su vez. La estética, lejos de lo que yo imaginé cuando me la contaron, es sucia, polvorienta, árida… Claramente australiana, sí, como si se desarrollara en el universo de MAD MAX.
En otras palabras, es interesante, pero como suele sucederle a estos filmes, no tienen mucho ritmo y aburren un poco.