Retorno a Brideshead (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Miniserie de TV. 11 episodios (Octubre 1981 – Diciembre 1981). Jeremy Irons interpreta a un sencillo estudiante de Oxford impresionado por Sebastian Flyte, el hijo más joven de la noble y acaudalada familia de los Marchmain, que reside en la mansión de Brideshead. Pronto la admiración dará paso al amor entre ambos jóvenes.
Detalles de la película
- Titulo Original: Brideshead Revisited
- Año: 1981
- Duración: 659
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes conseguir una copia la película en formato HD y 4K. Seguidamente te mostramos un listado de opciones de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
7.9
41 valoraciones en total
Suelen ser demasiado habituales las pésimas adaptaciones cinematográficas (o televisivas) de novelas que hemos leído y nos han gustado. Estamos ante una de las pocas excepciones. Granada TV rizó el rizo con esta. Es colosal. En el sentido de que es literal. Calcada. Inigualable. Además, el reparto es de lujo. La banda sonora compuesta por Geoffrey Burgon, inolvidable y una fotografía y una puesta en escena brillantes.
Si te ha gustado el libro, esta serie es lo mismo. La serie la compré en su día en VHS y la volví a comprar en DVD. Evelyn Waugh es mi escritor de cabecera. Y Retorno a Brideshead es de las pocas novelas que releo cada cierto tiempo. Se le achaca a esta novela ser demasiado católica (el autor se había convertido al catolicismo). Pero yo me quedo con su reflejo del amor, de la amistad y de la juventud perdida.
¡¡Ojo!! Me comentan que la adaptación al cine (en el 2008) es pésima. Por lo que ante la duda: La serie, sin paliativos.
La serie fue galardonada en 1982 con el premio a la mejor serie dramática por la British Television Academy, y en 2000 fue incluida en el número 10 de la lista de los 100 mejores programas de la televisión británica elegidos por el British Film Institute.
La primera vez que se pasó esta serie por televisión, la vio todo el mundo porque sólo había una cadena (la 1). Las tres veces posteriores, la pasaron por la 2, y la volvió a ver todo el mundo porque no nos podíamos creer que se pudiera hacer algo tan bueno para la televisión. Pero se puede. Si la tele hubiera mantenido este nivel en sus producciones, no haría falta ni ir al colegio ni a la universidad, ni leer, ni nada. Con un par de programas al día de este tipo, todos cultos y refinados. Pero no interesó.
En efecto, esta serie es narrativa de la buena (y por lo tanto, literatura), pero también es historia (retrata a la perfección la Inglaterra de entreguerras), es historia del arte (el recorrido que hace por Oxford es como un documental), es melomanía (la música de Geoffrey Burgon es una reinterpretación posmoderna del Barroco), es pintura en movimiento (increíble fotografía, en la que predomina el principio de simetría).
La historia es poliédrica y multidimensional. No es lineal, ni se sujeta a una sola lectura. Uno ve en esta serie lo que quiere ver. Hay una sola constante, y es que todos los personajes parecen avocados a un destino trágico, y esto me parece innecesario y algo gratuito. Pero no es culpa de los que hicieron la serie, porque está todo en la novela.
La visión que presenta de la homosexualidad es tétrica, como también lo es la visión del catolicismo que se expone. El final resulta muy absurdo para la mentalidad latina, por muy católica que pueda llegar a ser. Pero es sorprendente comprobar lo diferente que puede ser un catolicismo español rutinario de un catolicismo inglés a calzón quitao , quiero decir, es increíble lo que pueden hacer los anglosajones cuando se toman las cosas en plan puritano.
Con todo, me parece una serie muy recomendable.
Una de las mejores series de la historia de la televisión. La ambientación, la dirección de actores y la profunda melancolía de la historia la hacen inolvidable e imperecedera. Además, supuso el lanzamiento al estrellato de uno de los mejores actores de las últimas décadas: Jeremy Irons. Los seguidores de series de esta categoría, como lo fueron también Arriba y Abajo o Yo, Claudio , echamos de menos historias de esta categoría en la pequeña pantalla y épocas en que las series británicas predominaban, afortunadamente, en nuestra televisión. Ahora la gente se conforma con productos notablemente inferiores y mucho más superficiales, casi todos provenientes de Estados Unidos.
Lees la novela de Waugh o ves la serie y son clavadas, narrativa compleja y de alta calidad, saltos en el tiempo anidados que encajan a la perfección. Una serie que trata sobre la vida de un hombre, de la juventud hasta la madurez, la búsqueda del amor, la belleza, la lealtad y finalmente la religión, ominpresente en todos los capítulos. Gracias a esta serie he podido disfrutar de toda la obra de Evelyn Waugh, el autor que más me gusta, un prodigio de la literatura, no se puede narrar más con más elegancia y con menos texto. Serie imprescindible para los amantes de la belleza, en toda la extensión de la palabra, sin ambajes y sin concesiones. A quien le guste esta novela también recomendarle Un puñado de polvo .
Con Retorno a Brideshead nos encontramos con una realización milimétrica, respaldada, como no, por Granada TV, que así nos tiene acostumbrados. Súmenle interpretaciones magistrales de Sir Lawrence Olivier, John Gielgud, Claire Bloom, Anthony Andrews y el entonces jovencísimo y más británico que nunca Jeremy Irons, entre todo el elenco de actores que respaldan la historia, súmenle localizaciones extraordinarias, exquisitas, súmenle cierto olor a rancio, mayordomos sumisos, silencios embriagadores y relojes de pared que marcan la tea time hour, entre muchas cosas más, y tendremos un punto de partida para sumergirnos en la historia de amistad adolescente de dos amigos, de comportamientos británicos ya perdidos, y de como una buena historia puede ser narrada sin nunca perder el hilo conductor. La amistad de los dos muchachos, uno de ellos con un fuerte sentido del deber moral y otro, que decidió vivir en su Arcadia particular. Un gran acierto, a mi entender, que no estén siempre presentes a lo largo de los capítulos, y un mejor acierto si cabe, entender como consiguen que no olvidemos la presencia de ellos dos en cualquier giro de guión que se nos propone.