Oscuridad (The Dark)
Sinopsis de la película
Un alienígena mutante se dedica a cazar y matar víctimas humanas durante la noche… Proyecto que comenzó a rodar Tobe Hooper (pero no acabó). Fue finalizada por John Bud Cardos y acreditada a su nombre.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Dark
- Año: 1979
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
4
39 valoraciones en total
Auténtico despropósito fílmico, inicialmente, según Imdb, trataba la historia de un niño autista asesino, pero con el éxito de Alien decidieron que fuese un extraterrestre maligno. ¿Y como lo justifican? Con un texto introductorio en pantalla, de vergüenza ajena y ya está.
Así tenemos a un asesino despedazador que lanza rayos por los ojos, no habla y es muy fuerte. Ante él tenemos a un escritor, remedo de Stephen King, padre de la primera víctima, pero que tras esa tragedia familiar no para de coquetear, sin la menor señal de sufrimiento, copa en mano, y ligarse a la segunda protagonista, una periodista televisiva. Junto a ellos están dos policias, a cual más tonto, el primero investiga sólo mirando entre la multitud y no al cadáver que tiene a los pies, y el segundo no para de comer a todas horas y en cualquier actividad: conduciendo, en el despacho, andando… debe tener un metabolismo bárbaro ya que no engorda, y luego tenemos una secundaria rarita, una medium que detecta al malo, una especie de Bette Davis que aparece de improviso en cualquier sitio, en la comisaria, en medio del campo mientras la protagonista galopa, siempre de negro, un auténtico esperpento de personaje.
Así que el malo no sabes si es un psicópata, un alienígena, un ser ultraterreno o qué-se-yo. Si que es cierto que las escena de acecho en los parkings tienen su repelús, con eso de las luces que se apagan y demás. Quizás lo más delirante, dentro de este bodrio, son los diálogos. Surrealismo en estado puro.
Y luego está el final, una boutade fallida, por lo extravagante y exagerado. Digno colofón a tan espantosa película.
Extraña cinta de ciencia ficción, en la que aparece un ser de no se sabe donde que se dedica en los sitios oscuros a descuartizar personas, y que a cada asesinato que comete parece ser se hace más fuerte. Mal explicada, nunca queda claro si el ser procede de otro planeta, del barrio o del mismísimo infierno.
Durante casi todo el film da la sensación de estar viendo una película de género policíaco menos cuando se hace de noche y empiezan (eso si) esos escalofriantes susurros…the dark…la oscuridad…., en las zonas oscuras y aparece el ser ese que va vestido con jeans y botas camperas… lo cual hasta que no se le ven los ojos bien avanzado el film, no te da una idea de la naturaleza del asesino.
Aunque esta llena de tópicos por todos lados, la cinta tiene su encanto la verdad, ver a un pasota y alucinante William Devane (El ex–preso de Corea, 1977), en plan seductor nocturno cuando acaban de asesinar a su hija es un flipe… y verle desfilar por la pantalla con un albornoz moteado de tal manera que parece una jirafa…. más.
Tobe Hooper (La matanza de Texas, 1974) empezó a filmar la película, y no se porque razón la dejo (es fácil de intuir el porque), pero el caso es que la cinta acabo en manos de John Bud Cardos (Tarántula, 1977) que es quien figura como único director en la mayoría de las fichas de la película consultadas en las diferentes webs de cine.
Unos discretos efectos especiales y un torpe guión acompañan el metraje de un film, que no pasa de un aprobado raspado a mi juicio (por ser un fan del cine setentero), pero que entiendo que para muchos no llegue ni a eso. Ya que es un film que en su historia original apunta mucho más de lo que el resultado final muestra.
Y eso con un plantel trufado de secundarios más que aceptable, ya que al antes mencionado Devane, le acompañan el inefable Richard Jaeckel (Batalla más allá de las estrellas, 1968), Cathy Lee Crosby, (La entrenadora, 1978) y Keenan Wynn, (Piraña, 1978), pero ni aún así eleva el nivel.
A pesar de su irregularidad, se deja ver, y aunque sea como curiosidad de ver otro film de la corta carrera de su director final ( Bud Cardos), que en la apreciable Tarántula, (Kingdoom of spiders, 1977), apuntaba una carrera cinematográfica más amplia e interesante que la que finalmente ha tenido.